tag:blogger.com,1999:blog-59459676085148310772024-03-21T02:06:36.551-07:00Blog de Antonio JuradoReflexiones públicas de Choleja, un loco solidario que sueña con dejar unos mejores hijos al mundo. #ShowMustGoOn es su lema.Cholejahttp://www.blogger.com/profile/09753939393474339943noreply@blogger.comBlogger101125tag:blogger.com,1999:blog-5945967608514831077.post-74012791547290181592024-03-21T02:05:00.000-07:002024-03-21T02:05:52.482-07:00MIS PRIMEROS 100 DIAS EN MINIFUNKIDS (PUBLICACIÓN 100 DEL BLOG)<p style="text-align: justify;"></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Comparto
hoy una publicación extraordinaria en mi blog para comentar y celebrar mis
primeros cien días en Minifunkids. No sé muy bien cómo esta idea llegó a mi
mente, pero sobre todo no sé cómo fue capaz de destacar entre la infinidad de
ideas que lo hacen diariamente. Quizás porque 100 días es<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>una cifra redonda. Me acordé del genial
cuento del Círculo del 99 de Jorge Bucay, que no destriparé hoy porque seguro
que me da para una futura publicación. 100 días en los que mi vida ha dado un
cambio espectacular que como dice mi amigo Alonso, merecía la alegría
compartir.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Si
tuviese que resumir estas 2.400 horas en una sola palabra, no tendría ninguna
duda. Escogería la palabra “gracias”, una de mis favoritas. Gracias por todo lo
que he vivido en estos cien días, por las personas que se han cruzado en mi
camino como últimos fichajes a mi álbum de la vida, y también gracias a
aquellos que ya aparecían pero que han cambiado su demarcación e incluso su
camiseta para jugar un papel aún más relevante. Pero una sola palabra creo que
no sería suficiente para expresar todo el agradecimiento que siento. Así que
pensé en escribir una publicación extraordinaria para poder compartirlo. A la
hora de estructurarla, un “reel” de Instagram (perdonad el anglicismo, pero es
uno de los efectos colaterales de haber “rejuvenecido” en esta nueva aventura)
me mostró un señor de edad madura dando tres sabios consejos sobre la vida. Las
tres frases me parecieron una forma muy original de hacerlo.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Wingdings; text-indent: 47.2px;"><span><span style="color: white;"> </span></span>v</span><span style="font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-variation-settings: normal; line-height: normal; text-indent: 47.2px;"> </span><b style="text-indent: -18pt;">Rodéate
de personas cuyos ojos se iluminen cuando te ven llegar.</b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Las personas
han jugado un papel fundamental en esta nueva temporada de la serie de mi vida,
como no podía ser de otra forma. Lo de la luz en los ojos es bastante gráfico.
Por razón de mi hoy perdida timidez, siempre he encontrado serias dificultades
a la hora de mirar a la gente a los ojos. Lo veía como una especie de
intromisión en su intimidad, pero ahora me doy cuenta de que en realidad era
una barrera para proteger la mía. Hoy, casi sin timidez y sin intimidad, me
encanta disfrutar del brillo en las miradas de los ojos de las personas.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Y estos cien
días los he podido vivir gracias al brillo de todos los que han iluminado mi
camino con sus ojos. Por orden de aparición, como en los créditos de las
películas, tengo que comenzar por dar las gracias a mi familia, a mi mujer,
María, y a mis hijos Daniela y Pablo. Ellos fueron los primeros que iluminaron
sus miradas y sonrisas cuando les planteé la posibilidad de cambiar de trabajo
y me animaron sin dudarlo a pesar del riesgo que podría entrañar. Ya conocían a
Minifunkids y a María Jesús desde antes y seguro que la luz en los ojos de
María Jesús también los había hipnotizado. Porque si algo derrocha María Jesús
es luz. En estos cien días, las decenas de veces (casi cien sin temor a equivocarme
mucho) que la he escuchado contar la historia de Minifunkids he podido vivir en
primera persona como la luz que rebosan sus ojos cuando habla de sus niños
hipnotiza a todo el que se cruza en su camino. Con esa<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>luz no era posible decir que no a este sueño.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Pero
Minifunkids no es sólo María Jesús. Además de su CEO y fundadora, que no es
poco, Miguel, Juandi, Alejandro, Alberto y todos los que de una u otra forma
colaboran en el proyecto, también iluminan sus ojos cuando hablan de
Minifunkids. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Esa luz se
extiende a los socios, que vieron luz también en la posibilidad de ayudar a niños
con diversidad funcional y fueron fundamentales para que el sueño se fuese
haciendo realidad. Para cerrar este círculo, la luz de José María, mi Amigo con
Mayúsculas (Hermano no de sangre con Mayúsculas también) que fue quien actuó de
alineador de astros para que esto<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>saliese adelante. Por si fuese poco, mi Hermano (este de sangre) formó
parte de ese equipo que junto a María, Jesús y Paco nos permitieron que les
“okupásemos” su despacho durante los primeros meses. A pesar de haber irrumpido
en sus vidas, iluminaban sus ojos cuando nos veían llegar. Los echamos de
menos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">En este
ejército de iluminadores no podemos olvidar a todos los mentores, formadores y
otros colaboradores que nos hemos encontrado por el camino y que han
intercambiado sus valiosos consejos a cambio de la luz de Minifunkids. No
queremos olvidar a ninguno de esa larga lista que conforman Jose, Pablo,
Paloma, los “Carlos”, Bassem, Beatriz, Enrique, y todos a los que no he tenido
el gusto de conocer pero también iluminaron el camino de María Jesús con el
brillo de sus ojos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Y no podemos
finalizar este apartado sin destacar el brillo de los ojos de los niños, esos
niños que son nuestro verdadero porqué y en los que hemos puesto la esperanza y
nuestro esfuerzo para que con el uso mágico de la realidad virtual y con la
iluminación que sus ojos generen dentro de esos visores podamos ayudarles a
mejorar su calidad de vida, haciendo de este mundo un lugar más inclusivo,
diverso y visible. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Cerrar este
apartado sin hablar de mi amigo Cristian sería imperdonable. Si alguien es
ejemplo de luz en sus ojos es precisamente él. Por eso cada vez que tenemos
ocasión contamos con él como imagen para unos flyers en la MWC, o como
protagonista de un vídeo de agradecimiento en la diapositiva que cierra la
mayoría de nuestras presentaciones.<span style="mso-tab-count: 2;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Wingdings; text-indent: 35.4pt;">v<span style="font-family: "Times New Roman"; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-variation-settings: normal; line-height: normal;">
</span></span><b style="text-indent: 35.4pt;">Lentamente
es la forma más rápida de llegar a dónde quieres estar.</b></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><o:p> <span> </span><span> </span></o:p></b><span style="text-indent: 35.4pt;">Avanzar lento y firme sin desviarte
mucho del camino es mejor que hacerlo como pollo sin cabeza y sin tener muy
claro dónde vas. Si usas la segunda opción al final terminarás equivocándote de
camino, y tendrás que volver sobre tus pasos para deshacer lo recorrido. Esta
experiencia la tengo muy asumida gracias a mi experiencia en deportes de larga
distancia. Si te equivocas en el trazado de una ultra y después te das cuenta
de que por ahí no se llega a la meta no te quedará otra que volverte hasta el
punto donde te equivocaste. Ese punto donde una parada y reflexión sobre el
camino a tomar posiblemente te hubiese ahorrado una cantidad extra de
kilómetros que seguro que al final acabas lamentando.</span></p><p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><o:p> </o:p><span style="text-indent: 35.4pt;">Ya hablé sobre este tema en mi
publicación de enero donde hablaba de atarme los cordones antes de empezar a correr.
Paradójicamente (¿qué es la vida, sino paradoja junto a humor y cambio?, como
la definen magistralmente en el “Guerrero Pacífico”) en este metaverso de
realidad virtual, donde todo viaja a una velocidad endiablada, mantener la
firmeza, ser paciente y saber contar hasta diez pueden ser virtudes
diferenciales y verdaderas ventajas competitivas. En un mundo donde todos corren
sin saber por qué, priorizar, ralentizar y racionar las fuerzas te pueden
acelerar al final. Carrera de fondo donde lo</span><span style="text-indent: 35.4pt;">
</span><span style="text-indent: 35.4pt;">importante no es sólo llegar, sino seguir avanzando y subiendo (como
veremos a continuación) cuando nos creamos haber cruzado la meta. Como escribía
en T3, uno de mis libros, “La verdadera competición empieza cuando cruzas la
línea de Meta”.</span></p><p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 35.4pt; mso-add-space: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Wingdings; text-indent: -18pt;">v<span style="font-family: "Times New Roman"; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-variation-settings: normal; line-height: normal;">
</span></span><b style="text-indent: -18pt;">La cima
de una montaña es la base de la siguiente, así que sigue subiendo.</b></p><p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Dice un
proverbio africano que si quieres caminar rápido vayas solo, pero que si
quieres llegar lejos, lo hagas acompañado. Ya dejamos claro en el punto
anterior que nuestro caminar debía ser lento pero firme. En este aclaramos que
nuestro objetivo es llegar lejos, muy lejos. Que el viaje sea largo y dure lo
máximo posible. Que creemos un Minifunkids tan sostenible y sólido que seamos
capaces de ayudar a muchos niños. A mientras más mejor. Así que toca ir acompañado
de gente a las que les brillen los ojos, con paso firme y seguro. Porque una
vez lleguemos a dónde queremos estar, el camino no se habrá terminado. De hecho
es ahí donde comenzará el verdadero camino. Este tercer consejo precisamente se
habla sobre esto. Cuando creemos haber alcanzado la cima, tenemos que tomar
conciencia de que la cúspide tan sólo es la base de la siguiente montaña que
nos aguarda, así que debemos seguir subiendo. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">En esta subida
permanente no puedo dejar de subir sin recordar las sabias palabras de mi
padre. Él hablaba de que la vida era una escalera. De que a veces tocaba ir
cuesta abajo, casi frenándote, pero que otras veces tenías que subir y apretar
porque los escalones se hacían insalvables. Y que cuando bajases fueses amable
con los que en esos momentos sufrían la <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>subida, porque algún día tú ocuparías su lugar
y puede que los que hoy estaban sufriendo mañana disfrutarían de la bajada. Y
al final la vida te iba a devolver lo que tú le dieses a ella. Una lección
brutal, como todas las que me regaló sin necesidad de haber pisado nunca una
universidad. La otra que más utilizo es la de que fuese siempre el mismo, fuese
donde fuese y estuviese con quien estuviese. Lecciones fáciles de enunciar y
comprender pero difíciles de poner en práctica, como la de los verdaderos
Maestros.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Con este
privilegiado material genético hoy tengo la suficiente experiencia como para
tener la posibilidad de usarla a mi favor. Paradójicamente, a mi edad me
encuentro jugando en una Champions para jóvenes, donde la mayoría son
emprendedores de startups que podrían ser incluso mis hijos. A pesar de ello,
he sido más que bien recibido y en ningún momento he sentido rechazo a la
llamada generación de plata, además de por mi falta de canas, posiblemente por
que contemos con la inclusión y con la diversidad como dos pilares de nuestro
proyecto. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Tenemos muy
claro que no todo serán días de vino y rosas, ni achuchones en la espalda ni
alfombras rojas por las que desfilar. Llegarán las espinas, los inconvenientes,
las subidas interminables, y ahí es donde debemos mantener la luz en los ojos y
recordar por qué comenzamos, cuál es nuestro propósito y nuestra motivación. El
otro día escuchaba en una conferencia que los dos secretos del éxito en la vida
son ilusión y voluntad. Ahora mismo nuestros depósitos rebosan. Vigilaremos que
no se vacíen. Reponerlos será una de nuestras tareas principales.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Gracias por invertir
vuestro tiempo en leer esta reflexión, quizás un poco más larga de lo habitual.
100 días no son nada. Lo importante es el día de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hoy. Y cuando pase, el de mañana, que se
acabará convirtiendo en hoy también, a vivirlo a tope. Día a día. Trocito a
trocito. Partido a partido.<o:p></o:p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVq8Qd31r5UTUp4wvrtd5u7amAToc7eNIkEtQl-apYP5nXDvhxK2a4q43Ti2UUwgSUYKwRTHfLz3tV8m8uQQ-sX4m_9rKvkvkGOZ-0gX5q3iPkSt7Zip01NC2vaIM_Uj6AWoDW2P90ypI5o1l-fjvigDIk7kDWVToxd0eFtSBvxR_9XlUtWvju-JqOuWk6/s1318/Blog100dias.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="991" data-original-width="1318" height="301" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVq8Qd31r5UTUp4wvrtd5u7amAToc7eNIkEtQl-apYP5nXDvhxK2a4q43Ti2UUwgSUYKwRTHfLz3tV8m8uQQ-sX4m_9rKvkvkGOZ-0gX5q3iPkSt7Zip01NC2vaIM_Uj6AWoDW2P90ypI5o1l-fjvigDIk7kDWVToxd0eFtSBvxR_9XlUtWvju-JqOuWk6/w400-h301/Blog100dias.png" width="400" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /></p><br /><p></p>Cholejahttp://www.blogger.com/profile/09753939393474339943noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5945967608514831077.post-27812935029327304442024-03-12T01:13:00.000-07:002024-03-12T01:13:07.175-07:00REGRESO AL FUTURO: LA ILUSIÓN DEL FIN DE LA HISTORIA<p style="text-align: justify;"> <span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">En mi reciente reestrenado papel
de aprendiz, que paso interpretando la mayor parte de mis días, ha llegado a
mis dominios</span><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">una excepcional charla Ted
del psicólogo de la Universidad de Harvard Dan Gilbert. Dan Nos habla sobre la “ilusión
del fin de la historia”.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;">(<a href="https://www.ted.com/talks/dan_gilbert_the_psychology_of_your_future_self?utm_campaign=tedspread&utm_medium=referral&utm_source=tedcomshare">https://www.ted.com/talks/dan_gilbert_the_psychology_of_your_future_self?utm_campaign=tedspread&utm_medium=referral&utm_source=tedcomshare</a>)
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> B</span>ásicamente
este fenómeno mental se pone de manifiesto cuando nos preguntamos a nosotros
mismos si somos la misma persona que éramos hace diez años. La respuesta en la mayoría
de los casos es negativa. Puede ser para mejor o para peor, pero todos
admitimos que evolucionamos. “Cómo hemos cambiado” que cantaba la genial Sole Giménez
de Presuntos Implicados. Sin embargo, si nos preguntamos cómo seremos dentro de
diez años la cosa cambia. A pesar de que tenemos muy claro que nuestro yo
pasado es bastante diferente a nuestro yo presente, tendemos a pensar que
quienes somos ahora es la versión "real" y "terminada" de
nosotros mismos, y que nuestro yo futuro será básicamente el mismo que somos
hoy. Pensamos que la persona que somos hoy es la persona que siempre seremos. Gilbert
lo explica de manera espectacular con una frase para enmarcar: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">"Los
seres humanos son obras en progreso que erróneamente piensan que están
terminadas".<o:p></o:p></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Nos
olvidamos de que todo lo que hacemos, pensamos y decimos hoy está creando lo
que seremos el día de mañana. Igual que todo lo que hicimos, pensamos y dijimos
en el pasado nos hizo llegar hasta nuestro yo de hoy. Lo verdaderamente
fascinante de este tema es como en muchas ocasiones en el futuro nos acabamos
lamentarnos de las decisiones del presente. Posiblemente las tomamos sin pensar
que tendrán su impacto en el futuro. La gente se (nos) gasta importantes cantidades
de dinero en eliminar tatuajes por los que también pagaron una cantidad importante,
se casa para después divorciarse, incluso a edades adultas se lucha duro para
olvidarnos de tantas cosas que durante la madurez se luchó duro para conseguir.
Tomamos las decisiones en este justo momento pensando que el yo futuro será
exactamente igual que el yo presente, con lo que el impacto de la decisión será
correcto. Pero cuando miramos hacia atrás nos damos cuenta de que las
decisiones de hace diez años no nos afectaron como pensábamos, porque el yo de
hoy no es el yo del pasado, e incluso a veces tiene poco que ver con él. Dan
sugiere que este fenómeno puede estar relacionado con que el cerebro humano
tiene más facilidad para recordar que para imaginar y para crear. Al yo de hace
diez años lo tenemos controlado, pero al yo de dentro de otros diez lo tenemos
que imaginar, y quizás nos sea más cómodo suponer que será igual que el de
ahora.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> E</span>n
mi caso particular, creo que una de las razones que me empujó a dar el salto en
el ámbito laboral tuvo mucho que ver con esto, aunque no de forma consciente.
Obviamente no estaba nada contento con el yo que veía frente al espejo. La
frase de Steve Jobs me llegó a perseguir como una señal de que algo tenía que
hacer. Cuando me preguntaba si quería hacer lo que iba a hacer cada día si
fuese el último día de mi vida y el <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>"no"
comenzó a repetirse durante demasiados días seguidos, entendí que tenía que
cambiar algo. Me obligué a imaginarme dónde me gustaría estar dentro de diez años,
algo que realmente no fue fácil, y a escribir mi particular (y mental) carta a
los Reyes. Y sin saber muy bien ni cómo ni por qué, la oportunidad apareció.
Fue una decisión tomada más con el corazón que con el cerebro, más con la
emoción que con la razón, con todo lo que ello conlleva. Sin embargo, cuando
miro hacia atrás para conectar los puntos de mi vida (otra vez el eterno Jobs)
creo firmemente que en mi vida los resultados de las decisiones emocionales han
superado por goleada a las racionales.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> Y</span> hablando de emociones, no puedo escribir estas líneas sin dejar de emocionarme.
Hablando de décadas hacia adelante y hacia atrás, mi hijo Pablo, sopla por
segunda vez en su vida las velas con un cero en la tarta. Le deseo que todo lo
que haga hoy le lleve al Pablo que quiere ser dentro de diez años. Un Pablo que
con su creatividad él seguro que es capaz de imaginar muy distinto al de hoy
con todo lujo de detalles. Como decía Melendi, uno de nuestros artistas
favoritos, veinte años no son nada…<span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> A</span>l
final queda claro que el tiempo es nuestro gran definidor. El que nos coloca a
cada uno en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>nuestro sitio. Lo bueno es
que con nuestras decisiones de hoy tenemos el poder de definir a nuestro yo del
futuro. El de dentro de diez años, o el de los que sea. Lo importante en la
vida es siempre el camino, no la meta. Y lo dice un individuo que ya ha perdido
la cuenta de todas las que ha cruzado.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Y
como imagen para ilustrar la publicación de este mes, una imagen generada por
inteligencia artificial (sí, quien me iba a decir a mí que a mis años yo iba a
enredar con esas cosas) que me ayuda a visualizar a mi Antonio del futuro, dentro
de diez años o más. Un Antonio que sigue llevando puestas gafas de realidad
virtual.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> G</span>racias
como siempre por vuestro tiempo y nos vemos en un mes. En un plazo de tiempo en
el que todos seremos distintos a los de hoy, aunque no nos demos cuenta.<o:p></o:p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLoZHa2ii64EiQK_c4uRU1qfZGUuUHUzeMa_clLkZB37fT4q0qkZjeqsU15EaIhSbWe29ZD4iet7hS_qg6pyiDRA8PhSDV2lxaPFu5xAbwtqAk1_Kn8S3lUm-99ZtL-Pa_MoItYZ7mF6YDpfZ7U6wqHwpHP3_xJ6TI0brs5BslLFqPV8-4iIwyx3yUY4Yu/s1280/BlogMarzo2024conlogo.jpg.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1095" data-original-width="1280" height="343" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLoZHa2ii64EiQK_c4uRU1qfZGUuUHUzeMa_clLkZB37fT4q0qkZjeqsU15EaIhSbWe29ZD4iet7hS_qg6pyiDRA8PhSDV2lxaPFu5xAbwtqAk1_Kn8S3lUm-99ZtL-Pa_MoItYZ7mF6YDpfZ7U6wqHwpHP3_xJ6TI0brs5BslLFqPV8-4iIwyx3yUY4Yu/w400-h343/BlogMarzo2024conlogo.jpg.png" width="400" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p>Cholejahttp://www.blogger.com/profile/09753939393474339943noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5945967608514831077.post-41466947399736249982024-02-13T06:27:00.000-08:002024-02-18T06:32:49.432-08:0042 LECCIONES QUE ME REGALÓ LA MARATÓN<p style="text-align: justify;"> Llegó el mes de febrero, el mes más corto del calendario (este año, incluso con un día más de lo habitual sigue siéndolo). Febrero es además el mes del Carnaval. Para los enamorados de esta fiesta, que me consta que somos muchos, es el mes en el que todas las creaciones en forma de música, letras y disfraces se hacen realidad después de haber pasado casi un año transitando por los caminos de nuestras mentes. Este año por circunstancias me ha tocado vivirlo en segunda línea, fundamentalmente porque mi hijo Pablo, que fue quién me reactivó el veneno del carnaval que yacía dormido en mi interior, también ha dado un paso atrás. Sus obligaciones académicas y el hecho de estar alejado de los suyos lo han empujado a tomar esa decisión. Y si el artista no ha salido, ya os podéis imaginar qué ha hecho su padre. No por falta de ganas, pero no me ha quedado otra que seguir sus pasos. Pero no sólo de carnaval se alimenta febrero. Para los corredores también es el mes de la Maratón de Sevilla, la madre de todas las carreras que tiene lugar en estas fechas en la capital hispalense. Este año me volveré a centrar en la maratón, resumiendo en 42 puntos (uno por kilómetro) las lecciones que me da esta carrera cada vez que me enfrento a ella. Lecciones que no sólo son aplicables al ámbito deportivo, sino que también puedo extrapolar a cualquier faceta de mi vida. Intentaré hacerlo de forma resumida. Mensajes cortos, que os dejen tiempo a reflexionar. No quiero que al profundizar en ellos quedéis más cansados de leer la publicación que ya al correrla…</p><p style="text-align: justify;">1.- La verdadera felicidad, como en la vida, se encuentra al disfrutar del camino, no al cruzar la meta.</p><p style="text-align: justify;">2.- La maratón no comienza el día de la carrera, comienza en el momento en el que decides inscribirte. A veces incluso antes.</p><p style="text-align: justify;">3.- La maratón, en contra de lo que muchos puedan pensar, es un deporte fundamentalmente de equipo. A mí me tocó mi lotería particular al contar con el equipo de Carros de Fuego, pero además la familia, los amigos, los compañeros… son piezas fundamentales de ese a veces invisible equipo.</p><p style="text-align: justify;">4.- Correr maratones te hace agradecido por naturaleza, sólo con poder plantearte formar parte de esta aventura ya tienes que tener un estado de salud digno de ser agradecido.</p><p style="text-align: justify;">5.- Todo (o casi todo) está en la mente. Charles Reade decía: “Siembra un pensamiento y cosecharás una acción; siembra un acto y cosecharás un hábito; siembra un hábito y cosecharás un carácter; siembra un carácter y cosecharás un destino”. Todo comienza con un pensamiento que acabará guiando tu destino.</p><p style="text-align: justify;">6.- Estás aquí y ahora (mindfulness). La maratón no te permite pensar en los kilómetros que ya llevas ni enfocarte en los que te quedan por recorrer. El único kilómetro (más bien metro) que tienes es el que están pisando tus pies en estos momentos.</p><p style="text-align: justify;">7.- Todo lleva su tiempo. Warren Buffet decía que “nueve mujeres embarazadas no pueden crear un bebé en un mes”. No hay prisa por llegar, llegar bien es suficiente.</p><p style="text-align: justify;">8.- Sé creativo. Conocer una ciudad corriendo es una original forma de hacer turismo.</p><p style="text-align: justify;">9.- Todo es relativo. La felicidad del último en cruzar la línea de meta posiblemente sea mayor que la del campeón.</p><p style="text-align: justify;">10.- Tus actos presentes tienen consecuencias futuras. Durante la semana después te convertirás en un perfecto imitador de Robocop y aprenderás que las escaleras hay que bajarlas de espaldas.</p><p style="text-align: justify;">11.- Acepta lo que no puedas controlar. Con una visión estoica, no te queda otra que aceptar que hay factores que se te escapan y que poco puedes hacer con ellos más allá de aceptarlos. </p><p style="text-align: justify;">12.- Enfócate en lo que puedes controlar. Fundamentalmente en tu actitud sobre aquellos aspectos que no puedes controlar.</p><p style="text-align: justify;">13.- La importancia del descanso. A veces descansar es más importante que entrenar, especialmente en las últimas semanas. A veces menos es más, como en la vida.</p><p style="text-align: justify;">14.- Trabaja el equilibrio. Descanso, nutrición, entrenamiento, vida profesional, vida personal… encajar este complicado puzle te dará herramientas muy valiosas para tu vida.</p><p style="text-align: justify;">15.- El tiempo es uno de tus tesoros más valiosos. Cuidarlo y aprender a gestionarlo es una obligación para llegar a ser “finisher”. </p><p style="text-align: justify;">16.- Conócete a ti mismo. Conocer y entender las señales de tu cuerpo (y de tu mente) es esencial para evitar lesiones y mejorar el rendimiento.</p><p style="text-align: justify;">17.- La preparación es fundamental. Como comentaba en mi publicación de enero, muchas veces hay que perder tiempo atándonos los cordones para asegurarnos correr más rápido que el compañero, no más rápido que el león.</p><p style="text-align: justify;">18.- Hay que empezar el día corriendo, como dice el proverbio africano: “Cada día en África, una gacela se despierta. Sabe que debe correr más rápido que el león más veloz, o será devorada. Cada mañana en África, un león se despierta. Sabe que debe correr más rápido que la gacela más lenta, o morirá de hambre. No importa si eres un león o una gacela. Cuando el sol se eleva en África, es mejor que empieces a correr.”</p><p style="text-align: justify;">19.- Persistencia. En una prueba de resistencia, posiblemente más mental que física, insistir, persistir y resistir y nunca desistir son imprescindibles para llegar al final.</p><p style="text-align: justify;">20.- Mantener y cultivar una actitud mental positiva es obligatorio para sobrevivir a los negros nubarrones mentales que aparecen en una maratón, que siempre lo hacen.</p><p style="text-align: justify;">21- Flexibilidad. Decía Darwin que las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio. En una maratón es fundamental adaptarse a las circunstancias cambiantes de la carrera para sobrevivir.</p><p style="text-align: justify;">22.- Resiliencia. Una de las circunstancias a las que tendremos que adaptarnos será la adversidad, por lo que encontraremos en la resiliencia a uno de nuestros mejores aliados.</p><p style="text-align: justify;">23.- Metro a metro, kilómetro. La maratón es una prueba “molto longa”. La única forma de digerirla es enfrentarla como si nos fuésemos a comer un elefante: “bocadito a bocadito”. </p><p style="text-align: justify;">24.- Excelente herramienta para superar miedos. Para los no iniciados, la maratón puede ser aterradora. Si tienes miedo, hazlo con miedo, pero hazlo.</p><p style="text-align: justify;">25.- Aprender de los errores. Con tantas lecciones concentradas en cuarenta y dos kilómetros las posibilidades de equivocarse son muy altas, pero las de aprender son aún mayores.</p><p style="text-align: justify;">26.- Sal de tu zona de confort y rompe tus límites. Sin querer caer en la peligrosa filosofía “Mr. Wonderfuliana” lo único imposible es aquello que no intentas.</p><p style="text-align: justify;">27.- Siempre adelante. “Si no puedes volar, corre. Si no puedes correr, camina. Si no puedes caminar, gatea. Pero hagas lo que hagas, siempre sigue hacia adelante " decía Martin Luther King Jr. Aunque arrastrase en una maratón no es lo más recomendable, la lección va sobre seguir siempre avanzando.</p><p style="text-align: justify;">28.- Importancia del cambio. Para alcanzar resultados distintos no hagas siempre lo mismo, decía el genial Albert Einstein. Para seguir progresando es fundamental vencer a la rutina.</p><p style="text-align: justify;">29.- El fin es el principio de algo nuevo. Esta genial frase que me enseñó mi hija Daniela nos muestra que cuando cruzas esa mágica línea de meta no sólo es el final de esta última maratón, sino el inicio de la próxima.</p><p style="text-align: justify;">30.- Cáete tres veces y levántate cuatro. Esta frase, aunque no es de mi hijo Pablo, ocupó durante mucho tiempo su estado del Whatsapp. En el kilómetro treinta (el famoso muro) te va a tocar caer, de una forma o de otra. Lo importante es levantarse y seguir.</p><p style="text-align: justify;">31.- Finalizar una maratón no debe hacernos creer que somos un ser invencible, que somos un ser inmortal. Somos frágiles por naturaleza y cada momento estamos un segundo más cercano a nuestra muerte. Por eso hay que vivir la vida a tope mientras podamos.</p><p style="text-align: justify;">32.- Nosotros mismos somos nuestro principal competidor. Como dice Melendi, la verdadera guerra es sólo con nosotros mismos. Superarnos a nosotros es la mejor de las victorias posibles.</p><p style="text-align: justify;">33.- Sé amable. Con el que adelantas, con el que te adelanta, con el juez que anota tu dorsal en un control, con el voluntario en el avituallamiento, con el que te coloca la medalla al cruzar la meta, con todo el que te cruces, como en la vida misma. En cualquier momento puedes ocupar su lugar.</p><p style="text-align: justify;">34.- Sonríe. No hay nada serio que no pueda decirse con una sonrisa, decía Alejandro Casona y también mi compadre. La sonrisa es contagiosa, y cambia el estado de ánimo del que la muestra y del que la recibe. Por muy fastidiado que vayas, siempre es posible sonreír.</p><p style="text-align: justify;">35.- Lo esencial es invisible a los ojos, de “El Principito”. Lo que nos muestran los sentidos es sólo una parte de la realidad, no la realidad completa. No juzgues nunca a ningún atleta, porque no sabes lo que verdaderamente estará pasando en su interior.</p><p style="text-align: justify;">36.- La maratón es aquello que ocurre mientras tu cabeza está ocupada haciendo otros planes. Jugando con la frase de John Lennon, tu cabeza centrifugará en todas direcciones con el riesgo de perderte la verdadera experiencia. </p><p style="text-align: justify;">37.- Nada golpea más fuerte que la maratón, pero no importa lo fuerte que golpea, sino lo fuerte que pueda golpearte. Y lo aguantas mientras avanzas. Hay que soportar sin dejar de avanzar, así es como se llega al final, que es donde encontramos la victoria.</p><p style="text-align: justify;">38.- La importancia de la respiración. Lo primero que hacemos después de llegar a este mundo, y lo último que hacemos antes de dejarlo es fundamental en el desarrollo no sólo de esta carrera, sino en el de la vida misma. </p><p style="text-align: justify;">39.- A veces una retirada a tiempo es la mayor de las victorias. Por muy mágica que sea esta carrera y por mucho que nos enseñe, nada justifica poner en riesgo nuestro bien más preciado, la vida.</p><p style="text-align: justify;">40.- Siempre es posible hacer algo más. Se pueden hacer ultras, dobles maratones, o incluso pruebas como el Ironman que culminan con una maratón después de haber nadado casi cuatro kilómetros y pedaleado en bici ciento ochenta. Las locuras no tienen límite, y los locos abren los caminos que más tarde recorren los sabios.</p><p style="text-align: justify;">41.- Rodéate de gente que te sume, no que te reste. Ahí puede estar la diferencia entre el éxito y el fracaso, como en la vida misma. La siguiente lección es el culmen de esta enseñanza.</p><p style="text-align: justify;">42.- Si ayudas a los demás, recibes muchísimo más de lo que das. La lección magistral la dejo para el momento de cruzar la meta. Es la más importante de todas, y he tenido la increíble fortuna de aprenderla gracias a mis Capitanes de Carros de Fuego y a sus familias.</p><p style="text-align: justify;"> Infinitas gracias por haberme acompañado hasta la meta. Espero que hayas disfrutado del camino como lo he hecho yo. Ahora a recuperar y a nutrirse bien hasta la publicación de Marzo. Y como no puede ser de otra forma, la foto que acompaña a esta carrera está casi salida del horno de la recién terminada edición de la Maratón de Sevilla.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Cholejahttp://www.blogger.com/profile/09753939393474339943noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5945967608514831077.post-25468383336026727992024-01-16T00:19:00.000-08:002024-01-16T00:19:29.138-08:00DE CIEN A CERO. ATÁNDOME LOS CORDONES ANTES DE SALIR A CORRER.<p style="text-align: justify;"> <span> </span><span> </span><span> </span><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Nuevo mes,
nuevo año y casi nueva vida en este 2024 que comienza a despertar. Después de
las dos últimas publicaciones “trending topic” de Diciembre de 2023, tengo el
listón bastante alto para al menos</span><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">mantener el nivel, pero soy un tío de retos.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Tenía bastantes
temas en plena ebullición en mi cabeza, por lo que he necesitado pararme y enfocarme en
uno de ellos para comenzar a escribir. Quizás ésta haya sido la primera lección
de este año (aunque ya comencé a aprenderla a finales del pasado), la de la necesidad de aplicar foco. A pesar de que soy bastante activo, uno de mis
principales aprendizajes en este escaso mes en mi nueva actividad, es la
importancia de enfocarme en lo que hacemos. Vuelta a la conciencia plena y al
mindfulness, que había dejado un poco de lado cuando realmente más lo
necesitaba. Cuando comas, come; cuando bebas, bebe y cuando respires respira
que decía mi recordado Maestro de Tai Chi Chuan.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Y hablando de
velocidades, aceleraciones y focos, he visto interesante utilizar estas
variables como metáfora de mi cambio profesional, del que ya hablé en mis
últimas publicaciones con ocasión de mi despedida. Para darle un poco de forma,
es como abrir el nuevo capítulo de publicaciones una vez cerrado el anterior. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">El “Rimac
C_Two” es ahora mismo el vehículo más explosivo del mundo, capaz de pasar de
cero a cien kilómetros por hora tan sólo en 1.85 segundos, siendo además el
coche eléctrico más rápido del mundo. Haciendo uso de esta metáfora, y
considerando las facturaciones de mi anterior empresa y la de la actual, podría
decir que pasé de cien (millones de euros) a cero de un día para otro.
Literalmente además, porque no me tomé ni un día de descanso entre la despedida
y la bienvenida. Pensaba seguir con mi velocidad de cien kilómetros por hora (o
más) para no bajar el ritmo lo más mínimo, pero lo primero que aprendí es que
había que parar para después ir más rápido. Este parar ahora para correr
después me recuerda a un chiste que solía contar de joven. Como el mes pasado
no recibí ninguna censura importante sobre mi decisión de incluir chistes en mi
publicación mensual he decidido venirme arriba y repetir. De todas formas
admito críticas, sugerencias e incluso órdenes llegado el caso… Vamos a ello.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Dos jóvenes
(podrían ser emprendedores perfectamente) viajaban en una avioneta sobrevolando
la sabana africana. Por un fallo mecánico, la avioneta se desploma en plena
explanada, falleciendo el piloto en el acto. Tras comprobar que ellos dos
estaban relativamente<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>bien, por una de
las ventanillas pueden ver como una manada de leones se acerca sigilosamente a
ellos, posiblemente preguntándose si ese amasijo de hierros aloja alimento en
su interior. Ante esta visión, el viajero más joven y con más ímpetu se dirige
hacia la puerta de la avioneta para tomar conciencia de la situación. Al girar
la vista atrás, comprueba que su compañero se está atando tranquilamente los
cordones de los zapatos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="margin-left: 53.4pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Pero qué haces? ¿Ahora te vas a poner a
amarrarte los cordones?<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 53.4pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Tengo que asegurarme que no se me van a soltar.
Voy a tener que correr rápido…<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 53.4pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->¿Y crees que así vas a poder correr más rápido
que los leones?<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 53.4pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Más rápido que ellos no, tengo que correr más
rápido que tú…<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Este
testimonio humorístico (al menos esa era la intención) demuestra la importancia
de pararse antes de comenzar. En ello estoy. Después de mucho tiempo (quizás
demasiado) corriendo sin parar me ha llegado el momento de pararme y atarme bien
los cordones, aunque los que compartís experiencias deportivas conmigo sabéis
que mis zapatillas desigualmente coloreadas siempre llevan lazos elásticos. Paradójicamente
ahora que más necesito correr y en un sector donde la velocidad es clave es
cuando necesito pararme. Pero ¿qué es la vida? Además de paradoja (como la que
acabo de citar), humor (como el que intenté usar con el chiste anterior), es
cambio. Ya sabéis por otras publicaciones de la importancia del cambio y de
esta definición de la vida con las tres patas (paradoja, humor y cambio) que
tantas veces he mencionado gracias a El Guerrero Pacífico, una de mis novelas y
películas favoritas. Cuando pasas de cien a cero te das cuenta de dónde estás
(aquí) y cuándo estás (ahora). Lo demás es secundario.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Espero atarme
los cordones lo suficientemente bien y escoger la dirección correcta. Al menos,
si me pilla el león tengo muy claro que la responsabilidad será mía.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Y ahora, sin
olvidar que estamos en pleno Carnaval este año bisiesto en el que todo se
adelanta, cerraré con una imagen que los amantes de esta manifestación
artística y cultural seguro que entienden. Es una foto que tiene casi treinta y
dos años, y está tomada en el interior del Pabellón de Fujitsu de la
eternamente recordada Expo del 92. Para los amantes de la investigación, pueden
ampliar la foto y comprobar que el extintor situado a mi izquierda correspondía
precisamente a ese pabellón. Como diría el Selu: “Yo, como entiendo una
“mijita” del “Metaverso”, porque me he “llevao” 30 años usando gafas de
realidad virtual…”<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Gracias por
vuestro tiempo como siempre. Hasta el mes de Febrero, el mes del Carnaval por
excelencia. <o:p></o:p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6IIT9c4R1r40xrjwD_P11zHBUICQdRbOakD6eWS4EbdHT9tVtNc7KHKDXEURYehvOjHaXzH8llGJtCihbtPj1WSznKLCRvlYNQPWu-7Wf-_Y_AUKcU6nVIFiGMErlrX4JzzOnT5-iXecY6o5kFQ384lZBRtgfmcv7jqE4-31VW4IROwWyVwjfIa_roNA1/s1600/blogenero24.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1086" data-original-width="1600" height="271" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6IIT9c4R1r40xrjwD_P11zHBUICQdRbOakD6eWS4EbdHT9tVtNc7KHKDXEURYehvOjHaXzH8llGJtCihbtPj1WSznKLCRvlYNQPWu-7Wf-_Y_AUKcU6nVIFiGMErlrX4JzzOnT5-iXecY6o5kFQ384lZBRtgfmcv7jqE4-31VW4IROwWyVwjfIa_roNA1/w400-h271/blogenero24.jpg" width="400" /></a></div><br /><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>Cholejahttp://www.blogger.com/profile/09753939393474339943noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5945967608514831077.post-49179648328949557372023-12-22T04:26:00.000-08:002023-12-28T23:13:16.596-08:00ARRIVEDERCI 2023, BENVENUTTO 2024<p style="text-align: justify;"> <span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">Un
año más llega el final de este mes de diciembre casi sin darme cuenta. Cierro
los ojos y parece que fue ayer cuando escribía mi publicación de despedida al
2022, un 2022 que calificaba como el mejor año de mi vida hasta entonces. Y es
que el último siempre suele ser el mejor, sólo con haberlo contado y haber
echado 365 días (o 366 si el año es bisiesto) al zurrón ya es motivo suficiente
como para alegrarse y agradecerlo. Este año, a pesar de haber vivido un 2023 de
auténtica montaña rusa con picos muy elevados y simas más que profundas, ha
vuelto a ser el mejor. Lo que bien empieza bien acaba, dice nuestro sabio
refranero, aunque algunos no quieran buenos principios para sus hijos. Si
empiezas mal sólo te queda mejorar, es la otra interpretación que se le da a al
asunto.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Yo
lo empecé bien. Muy bien, como todos los años. Después de un espectacular
arranque de año con unas originales campanadas para nuestros amigos de Carros
de Fuego, un año más tuve el honor de formar parte del séquito de beduinos de
SSMM los Reyes Magos de Oriente, concretamente con su Majestad Baltasar. Por si
no fuese suficiente, en compañía de uno de mis mejores amigos, haciendo además
de escolta de seguridad privada de su hija y de su amiga. Ver las caras de ilusión
de niños y mayores a cambio de un simple caramelo no tiene precio y es una
experiencia que compensa con creces repetir todos los años.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Llegó
el Carnaval, una fecha que por cuestiones familiares siempre aparece marcada en
rojo en mi calendario particular. Este año debuté en una chirigota, una de las
cosas que tenía pendiente de hacer en la vida (no hablo de cantar, porque ese
verbo tiene un significado ligeramente distinto a lo que en realidad hice). Mi
hijo me volvió a demostrar una vez más que nada es imposible si no lo intentas,
y tras una curiosa carambola del destino que le permitió participar como juvenil
pudo saborear las mieles del triunfo en el COAC. Se convirtieron en la primera agrupación
de procedencia sevillana que se alzaba con el primer premio. Haciendo historia,
aunque él no le diese más importancia de la que tenía. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En
Semana Santa nos fuimos de viaje familiar en unas mini vacaciones por el
Algarve que jamás olvidaremos. Risas por doquier, a pesar de que el clima no
acompañó precisamente. Graduación de Daniela, finalizando su etapa en la ESO y
dando el salto a Bachiller, donde tendría la oportunidad de seguir creciendo.
Celebraciones de cumpleaños, vacaciones y demás me llevaron en volandas hasta
la última parte del año donde todo se transformó a una velocidad de vértigo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Echando
la mirada atrás a través de las publicaciones del blog conectando puntos, como
decía el gran Steve Jobs, he podido confirmar que “la vida está inimaginablemente
bien organizada”, como mi Maestro Alonso aprendió de su Maestro Eric Rolf. Confianza
plena y paciencia infinita es uno de los mantras que deberíamos llevar tatuados
a fuego en el alma a modo de ley universal.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Comencé
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>año hablando de elección, con un contenido
un poco singular, sin tener ni idea de la importancia que la palabra elección cobraría
este año en mi vida. Después hablé de sentidos, del ensayo y el error como las
más potentes formas de aprendizaje, y de la importancia de encontrar sentido a
lo que hacemos en la vida. Compartí la posibilidad de decidir si usamos gafas
de mosca o de abeja, quizás porque llevaba demasiado tiempo usando las
primeras. Felicité a mi madre públicamente en junio, porque 80 primaveras no se
cumplen todos los días. En julio me limité a transcribir literalmente mi “discurso”
de agradecimiento a la Fundación Olivares con ocasión de la imposición de su medalla
de oro. Tal fue el subidón, que literalmente volé al mes siguiente, puede que anticipándome
al futuro. Hablaba al principio de montaña rusa, y un mes después cambié el
brillante azul del cielo por el barro más pegajoso de la ciénaga de la Fan Pin
Race, una prueba que me enseñó en tan solo tres horas mucho más que otras de
mucha mayor duración. El barro me hizo ser consciente de las tormentas, de las
sombras, de la profundidad de las simas, pero sobre todo de que al compartirlas
podemos beneficiarnos incluso más que cuando sólo compartimos luces, sol y
cimas. Noviembre fue un mes mágico, como no podía ser de otra forma, culminando
en un diciembre espectacular en el que un giro radical de mi vida profesional
me ha llevado a comenzar mi peregrinación por un camino que ni siquiera soñé en
transitar. Un año más al zurrón, como decía al principio, con toda una multitud
de experiencias vividas que me han hecho más sabio, además de más viejo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Un
2024 apasionante se abre ante mis ojos, en el que espero compartir al menos con
una publicación al mes parte de mis lecciones. Leí una vez que la vida es un
continuo aprendizaje, y que nos morimos cuando dejamos de aprender. He vuelto a
colocarme el disfraz de estudiante novato y a colocarme en la casilla de
salida. Espero aprender (vivir) mucho y poder compartirlo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Gracias
a todos por este espectacular 2023, y especialmente a los que invertís parte de
vuestro preciado tiempo en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>soportar
estoicamente mis reflexiones en el blog.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Feliz
Navidad a todos, y que el 2024 que ya llega os traiga todo lo mejor. Yo
intentaré seguir por aquí para verlo.<o:p></o:p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjV4L0mmlfh8AuzKpDmpcNAMXAJ6CyMFXceNj1JP0aAttoEbNmTLMJX_4i8FyRXaTJEVMua8u77HmGCgmFpwuzUMlzDADVmVt9Nv9OajJtSExXRYd_V6MJgO_BwKoPuJiSqRuURhUf5y80ov7s0XqhwDiXGE4w7oaxcHpbtdKsrOVN0tq3vEOHMPFDwryvN/s612/fotoblogdic23.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="406" data-original-width="612" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjV4L0mmlfh8AuzKpDmpcNAMXAJ6CyMFXceNj1JP0aAttoEbNmTLMJX_4i8FyRXaTJEVMua8u77HmGCgmFpwuzUMlzDADVmVt9Nv9OajJtSExXRYd_V6MJgO_BwKoPuJiSqRuURhUf5y80ov7s0XqhwDiXGE4w7oaxcHpbtdKsrOVN0tq3vEOHMPFDwryvN/w400-h265/fotoblogdic23.jpg" width="400" /></a></div><br /><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p>Cholejahttp://www.blogger.com/profile/09753939393474339943noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5945967608514831077.post-64123039857380670672023-12-14T09:15:00.000-08:002023-12-14T09:15:10.297-08:00ME VOY. LO SIENTO. GRACIAS. OS QUIERO.<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> Comienzo
la publicación del último mes del año con un chiste. Aunque reconozco que hacer
reír con un chiste por escrito es complicado porque gran parte de la gracia de
los mismos se encuentra en la forma de contarlo, voy a intentarlo. El humor es
uno de los tres componentes que forman parte de la definición de la vida en el
Guerrero Pacífico, una definición que ya he mencionado en más de una ocasión.
Concretamente el gurú Sócrates aconsejaba a Dan no perderlo nunca. Literalmente
afirmaba:</p>
<p class="MsoListParagraph" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;">·<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span><!--[endif]-->“No pierdas el sentido del humor. Te dará una
fuerza colosal. A pesar de las adversidades que te acechen, aunque la vida esté
patas arriba ahora mismo, sonreír te permitirá abrazar una fortaleza y
resistencia que tienes, pero que en ocasiones supones haber perdido.”</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">Mi compadre
dice que no hay nada serio que no pueda decirse con una sonrisa, así que
continuaremos con el chiste.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;"> Cuentan que un individuo caminaba por el mundo
en busca de su autoconocimiento. Algo parecido al buscador de Jorge Bucay. En lugar
de encontrarse un cementerio, dio con un convento donde se practicaba un
curioso voto de silencio. Los monjes debían permanecer en el silencio más
absoluto durante cinco años. Tras este periodo, se organizaba una fiesta
espectacular en la que cada miembro de la congregación tenía derecho a
pronunciar dos palabras. Después de casi dos mil días sin pronunciar palabra,
cada hermano seleccionaba cuidadosamente qué dos palabras pronunciar. Llegó el
momento de la fiesta y comenzaron los “discursos”: “Ave María”, “Gratia Plena”,
“Mater Dei”, “Pater Noster”, “Virginum custos” fueron algunas de las parejas de
palabras pronunciadas por sus hermanos. Cuando le llegó su turno, nuestro
protagonista espetó un seco “Cama dura”. Todos los monjes lo miraron con los
ojos como platos sorprendidos por la sinceridad del novicio. Otros cinco años
de trabajos en silencio llevaron a una nueva celebración, y con ello, a la
declamación de pareados. De nuevo el monasterio se llenó de “Ave María”,
“Gratia Plena”, “Mater Dei”, “Pater Noster”, “Virginum custos” y similares,
mientras nuestro amigo se dejó caer con un “Comida mala”. De nuevo la sorpresa
fue total. Las miradas acribillaban al novato, por su carácter disidente. Otros
cinco años en las mismas circunstancias llevaron a la repetición de la historia.
Al latín de los monjes un “Me voy” resonó en el silencio de la comunidad. El
abad, sin poder aguantar más, le gritó: “¿Cómo no te vas a ir, si llevas quince
años quejándote?</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> Yo
no he llegado a tanto, pero sí podría decir que los últimos quince meses no han
sido precisamente de oraciones en latín. Obviamente me he quejado más de lo que
debía, porque quejarse no es una opción, como tampoco lo es rendirse. Haciendo
honor a la verdad, no he sufrido la prohibición de hablar en ningún momento ni
ninguna restricción a la hora de hacerlo, pero me ha parecido que el chiste
podría ayudarme a enfocar el tema. Ahora entiendo que todo ha formado parte de
un proceso de aprendizaje que me ha llevado hoy a donde estoy. Posiblemente
haya tardado mucho en salir, pero el miedo siempre es un freno mayor de lo que
suponemos. Escuché una vez que cuando avanzamos en nuestra carrera profesional
podemos escoger dos caminos. El primero es el de Hernán Cortés en la conquista
de México, cuando decidió quemar sus naves para dejarles claro a sus hombres
que la retirada era imposible y que no había marcha atrás. El otro es el del
escalador, que va afianzando siempre sus posiciones antes de seguir
avanzando. Me faltó valor y me sobraron
años para hacer de conquistador, así que decidí escalar. Quizás pensé demasiado
en levantar el pie a pesar de que el próximo asidero estaba al alcance de mi
mano. Puede que porque no tuviese claro qué ruta escoger en la escalada. </p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> Sin
embargo, cuando el momento llega, como comentaba en mi breve publicación del mes
anterior, la ruta se ilumina y todo fluye. Los asideros que antes parecían
lejanos e impracticables se acercan y parecen ergonómicos y hasta cómodos. Pero
todo esto forma parte del futuro, y espero tener ocasión la oportunidad de
compartirlo con vosotros en próximas publicaciones. El me voy de hoy es una publicación que hace referencia
al pasado. Un pasado sobre el que la sensación que predomina por encima de
todas es la de agradecimiento. No podía ser otra después de 3.930 días allí.
Diez años, nueve meses y tres días. Toda una vida. En el correo de despedida
que he compartido con los que ya hoy son mis antiguos compañeros he recurrido a
un recurso infalible que me enseñó, Belén Gaspar, CEO de la Fundación Olivares.
Para estos momentos, hay un trío de palabras infalibles, sobre todo cuando se
sienten de verdad. Lo siento, gracias y os quiero. Me recordó a las cuatro
palabras sanadoras que se usan en el “Ho'oponopono”, la técnica ancestral
hawaiana del perdón: “Lo siento, perdóname, te amo y gracias”.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> He
pedido perdón y he lamentado las veces que no estuve a la altura de las
expectativas de mis antiguos compañeros. Seguro que muchas de ellas hubiesen
sido perfectamente evitables, pero también puedo asegurar que de todas ellas me
intenté llevar una lección. Pero como decía antes sobre todo era el momento de
agradecer. De dar las gracias a todos y a cada uno de ellos porque el Antonio
que se marcha, además de indudablemente más viejo, es también más sabio gracias
a la experiencia y a todo lo que he vivido con ellos. Gracias a mi trabajo he
viajado a lugares a los que jamás soñé viajar, he conocido a gente maravillosa,
y he crecido como profesional y como persona mucho más de lo que esperaba. En
el proceso de adquisición por parte de un multinacional de referencia en el
sector me sentí como una parte importante en el mismo. Tuve la oportunidad de
volver a usar el inglés de forma creciente a lo largo de estos diez años, hasta
el punto de hacerlo de forma continuada cada día. </p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> Mientras
el viento sopló a favor me sentí como un futbolista jugando en la Champions,
creciendo no sólo como profesional, pero también como persona. Cuando Eolo
decidió rolarlo, la cosa cambió, pero también estoy agradecido por este cambio.
Como decía de Séneca en mi publicación del mes pasado, en la adversidad tuve la
oportunidad de ponerme a prueba y ver hasta dónde era capaz de llegar. De
mantener hasta donde pude la motivación y el compromiso en mi equipo, y de
hacer que cada uno de ellos diese lo mejor de sí mismos. </p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> Y
al final es imposible irse de aquí sin llevarme un trocito de cada uno de mis
compañeros alojado en el fondo de mi corazón. Como dice el “You are always on
my mind” interpretado inicialmente por Elvis Presley y en mis años mozos por
los inolvidables “Pet Shop Boys” siempre estaréis en mi mente, y en mi corazón.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> Para
cerrar el círculo de la publicación volveré al principio. En el Guerrero
Pacífico, además del humor, hablaban de paradoja y de cambio.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> En
cuanto a la paradoja, afirmaban que la vida es un misterio, y que no debemos
perder el tiempo deduciéndola. Hay que vivir el presente y aprovechar el
momento. Pasar de una empresa que factura centenares de millones de dólares a
una que prácticamente va a comenzar a facturar puede parecer (y posiblemente lo
sea) una auténtica locura, pero dicen que los locos abren los caminos que más
tarde recorren los sabios. Y que aquellos que bailamos somos llamados locos por
aquellos que no pueden oír la música. Yo cada vez la oigo más fuerte, así que
no pararé de bailar.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> Y
por último, el cambio. Un tema sobre el que ya he hablado en otras ocasiones. No
hay nada que perdure, por lo que resistirnos al cambio es algo inútil. Tendemos
a no aceptar los cambios por miedo a salir de nuestra zona de confort, de
modificar nuestra rutina. Si algo he hecho con mis últimas decisiones ha sido
cambiar… Cuando eres padre nunca dejas de ser un ejemplo para tus hijos. Perder
la oportunidad de trabajar en algo que me pudiese hacer feliz es algo que jamás
podría perdonarme. Como me dijo Pablo, “deberías
de dejar de negociar (el usó la palabra “traficar” aunque los que lo conocéis
ya sabéis cómo es) con botellas y dedicarte a tus niños”. Voy a hacerlo. Por
ti, por mí y por ellos.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> Lo
siento si a alguien no le he llegado a gustar. Gracias por todo y os quiero por
estar siempre ahí.</p>
<p><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">Y
como imagen un montaje de un espectacular cielo enmarcando el que ha sido mi
lugar de trabajo durante esta última década junto a la imagen de mi primer día
de trabajo y de uno de los últimos. Diez años no son nada. Como dice Melendi, queda
mucho por vivir, espero.</span></p><p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiB7QLTFFCw4tlXpTPpKouaeeXpbh5P0CHVtZKyPNoDeYpl1XjjzBLX11y0RpPdIt794dUIO262rT1kBRbnhXZGt_BAzNMObBV8X98RB8aXmUtjC3_sTOe-DXZghchuBtRE5v3ng3ccmL5ofRAKcHnfc-JDCTfotx_1wQLnpv3heVPOwGEX8RyMCwRr9v9W/s3543/20nosonnada.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2362" data-original-width="3543" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiB7QLTFFCw4tlXpTPpKouaeeXpbh5P0CHVtZKyPNoDeYpl1XjjzBLX11y0RpPdIt794dUIO262rT1kBRbnhXZGt_BAzNMObBV8X98RB8aXmUtjC3_sTOe-DXZghchuBtRE5v3ng3ccmL5ofRAKcHnfc-JDCTfotx_1wQLnpv3heVPOwGEX8RyMCwRr9v9W/w400-h266/20nosonnada.jpg" width="400" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><p></p>Cholejahttp://www.blogger.com/profile/09753939393474339943noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5945967608514831077.post-35868138485459107062023-11-29T23:23:00.000-08:002023-11-29T23:23:22.349-08:00ESTE ES TU MOMENTO. NOVIEMBRE DULCE.<p style="text-align: justify;"> <span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">Publicación
del mes de Noviembre rozando la caída de la hoja del calendario, como si de una
caprichosa metáfora otoñal se tratase. Este mes siempre es para mí un mes muy
especial. Celebramos el cumpleaños de mi mujer, nuestro aniversario como pareja
y entre otras cosas comienza el olor a Navidad. Me trae recuerdos de película,
con esa encantadora “Noviembre dulce” mágicamente protagonizada por Charlize
Theron y por Keanu Reeves. Un Noviembre dulce en la que el tema principal de su
banda sonora era el “Only time” de Enya. Esa canción que se preguntaba quién
podía decir dónde va la carretera, dónde fluye el día o si el amor puede crecer.
Efectivamente, sólo el tiempo puede hacerlo. Un tiempo que no es más que una
sucesión de momentos. Javier Iriondo, en su último libro “Este es tu momento”
lo define como un diminuto espacio de tiempo capaz de cambiarlo todo. Y eso es
lo que podría decir que ha pasado. En menos de un mes hemos pasado de hablar de
sombras y de salud mental a deslumbrarnos por las luces y a vivir momentos para
recordar.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El
libro de Javier, como la mayoría de sus libros, me ha inspirado y me ha
zarandeado desde lo más profundo de mi ser. Decía el genial Picasso que la
inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando. La inspiración me
llegó, y me pilló trabajando en el sentido profesional de la palabra pero
también en el personal. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Hace poco me
crucé con una frase de Séneca (ya he comentado en alguna que otra publicación
que últimamente me muevo por terrenos estoicos) que me dio que pensar: “No hay
nadie menos afortunado que el hombre a quien la adversidad olvida, pues no
tiene la oportunidad de ponerse a prueba”. Quizás acercarme al precipicio no
era más que la última acción que necesitaba antes de lanzarme a volar. Recordé
mi experiencia con el parapente del pasado mes de Agosto, y cuando fui
consciente de los cercanos monitores que minimizaban los riesgos del vuelo no
me lo pensé dos veces y salté. En un diminuto espacio de tiempo te puede
cambiar todo. Decisiones difíciles y vida fácil, o decisiones fáciles y vida
difícil. De nuevo el estoicismo rondando mi pensamiento. Esta idea me llevó a
dar una vuelta por mi propio blog, para dar un rápido vistazo a mis últimas publicaciones.
Entre los títulos que más me llamaron la atención, me quedo con “sé que puedo
volar”, “saliendo de la zona de confort, aunque se a empujones”, “la elección”,
“señales”, “tempus fugit: carpe diem”, “cualquier cosa es posible”, “la vida en
busca de sentido” y la que me llevaba a indagar en mi blog: “decisiones
difíciles y vida fácil, o decisiones fáciles y vida difícil”. Todas estas
reflexiones no pueden llevarme a otra conclusión distinta de que el momento
había llegado. Como escribe Javier en ese título dirigido directamente a nuestra
línea de flotación: “Este es tu momento” (“este es mi momento”). Como dice
Paulo Coelho: “Un día despertarás y ya no habrá más tiempo para hacer las cosas
que has querido hacer. Hazlas ahora…”</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Un
momento que si todo va según lo previsto deberá concretarse el mes que viene. Un
momento que me ha llegado, como no podía ser de otra forma, gracias a las
buenas personas que me rodean. Porque al final te das cuenta que la diferencia
está en las personas, como escribía en Junio de 2022. Cuando estás en la
compañía adecuada todo encaja. Mi amigo Miguel López, una de esas personas en
las que pienso cuando escribo estas líneas, subía el otro día un vídeo a redes
con un mensaje brutal. Un conferenciante, con pinta de profesor universitario
(de hecho el logo de la Universidad de Granada se adivina en la pared del fondo
de la sala) traslada al auditorio una pregunta muy práctica: “Si dirigieseis un
casting de aspirantes para acompañaros a una expedición al Polo Norte y tuvieseis
la restricción de que sólo pudieseis exigir una única cualidad para los
candidatos, ¿cuál escogeríais? Después de escuchar múltiples y lógicas
respuestas de los asistentes, como la fortaleza, la resiliencia, el liderazgo,
y otras muchas cualidades que indudablemente serían de mucha ayuda en una
aventura de estas características, da un giro radical (quiebro en términos
carnavaleros) y sentencia que él se preocuparía de que fuesen buenas personas.
Para huir de la demagogia y no caer en tópicos, da tres argumentos sobre las
buenas personas que me parecieron espectaculares, y que decidí compartir con
todos. No por obvios me queda claro que los tengamos en cuenta en nuestro día a
día.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"></p><ul><li><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Las buenas personas reconocen los errores que
cometen y no buscan culpables.</li><li><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Las buenas personas son capaces de perdonar los
errores que cometen los demás y no guardan rencor.</li><li><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Las buenas personas, cuando se juntan con buenas
personas, cambian el mundo.</li></ul><!--[if !supportLists]--><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">Añado una de
mi cosecha. Las buenas personas te hacen ver que el momento ha llegado. Te
ayudan a darte cuenta de que lo único imposible es aquello que no intentas. Y de
que todo lo que siempre has querido se encuentra justo al otro lado de la línea
del miedo. Mi buen amigo Alonso (otra buena persona) dice que el miedo no debe
ser nunca una excusa para no avanzar. Si tienes miedo, hazlo con miedo., pero
hazlo. </p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">Así que
aprovecharemos el momento. Este mes la publicación es más corta de lo habitual.
Amenazo con hacer doblete el mes que viene, así que tampoco quiero aburriros
mucho. Gracias como siempre por vuestro tiempo, que ya sabéis la importancia
que tiene al tratarse de una sucesión de momentos, y teniendo en cuenta que cualquier
momento puede cambiaros la vida.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmlDCKYjcCsBs_BgMerW_21c-ywfGtYnrqVl8w_IWPUQM6VOxU5a7gLNADNhL9ZaqYVjdxBZ7lQ99l0SAhJfwAOuSbcnQdSFK4fOJIeGTE_qHApsY4wuxp8tG2TJdpW11zLcrztiKFsI5ylnDD3-dcMY29ru1aCEKxlZywKvK83H0x6FptC1MQeEai4Ab8/s2878/20231130_075554.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1883" data-original-width="2878" height="209" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmlDCKYjcCsBs_BgMerW_21c-ywfGtYnrqVl8w_IWPUQM6VOxU5a7gLNADNhL9ZaqYVjdxBZ7lQ99l0SAhJfwAOuSbcnQdSFK4fOJIeGTE_qHApsY4wuxp8tG2TJdpW11zLcrztiKFsI5ylnDD3-dcMY29ru1aCEKxlZywKvK83H0x6FptC1MQeEai4Ab8/s320/20231130_075554.jpg" width="320" /></a></div><br /><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;"><br /></p>Cholejahttp://www.blogger.com/profile/09753939393474339943noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5945967608514831077.post-69980550025047073162023-10-22T11:33:00.000-07:002023-10-22T11:33:03.865-07:00OCTUBRE, MES DE LA SALUD MENTAL. TORMENTAS Y SOLES<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> Octubre
es el mes en el que se celebra el día Mundial de la Salud Mental, concretamente
el día 10. Según la OMS, la salud mental es un estado de bienestar mental que
permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida,
desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y
contribuir a la mejora de su comunidad. </p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Esta
definición va mucho más allá de la ausencia de trastornos mentales. Estar bien
es mucho más que no estar mal. Y lo escribo precisamente en un momento de mi
vida en que mentalmente no estoy mal, pero tampoco estoy tan bien como suelo
estarlo. ¿Por qué? Ciertamente no lo sé, y creo que aquí radica uno de los
misterios de la salud mental. No es tan obvia y explícita como la salud
corporal. Si te duele una rodilla, el hombro o la cabeza rápidamente la señal
de dolor te pone en alerta y te permite enfocarte en el punto del dolor,
buscando una solución. Sin embargo, y al menos bajo mi punto de vista creo que
la salud mental es muy distinta. Un día te levantas con ganas de comerte el mundo
con un sol que te ciega de tanto como brilla, y por arte de magia, unos negros
nubarrones te hunden en la miseria sin que se sepa muy bien por qué.
Aparentemente es más fácil averiguar la causa del dolor de rodilla, de hombro o
de cabeza, y al menos tener la oportunidad de evitar repetir el comportamiento
que lo provoca. Pero cuando algo se desmonta en el interior de la cabeza todo
parece un poco más complicado. Esa relación causa-efecto no parece tan clara. Y
por si fuese poco, todo lo que ocurre dentro parece tener su consecuencia
directa en lo que ocurre fuera. </p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Decía antes
que aparentemente no estoy tan bien como suelo estarlo. Y el termómetro que me
ha llevado a verbalizarlo ha sido como casi siempre el del deporte. Este año,
después de casi diez años y por primera vez en todo este tiempo parece que no
voy. Pensé que era el resultado del calor de este verano, al que no he sido
capaz de adaptarme este año como otros, pero no. Este año ha sido el primero en
la última década en la que no he completado un triatlón distancia Ironman. Esta
prueba es un excelente remedio para ordenar todo lo que pasa por ahí arriba.
Casi doce horas nadando, pedaleando o corriendo es un ejercicio muy útil para
encajarlo todo. Creo que la verdadera causa es que mi cabeza no está en las condiciones
en las que ha estado otras veces. Admitirlo y verbalizarlo ha sido el primer
paso. Ahora sólo queda aceptarlo, ser consciente e intentar cambiarlo. </p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">La primera
señal de alarma explícita saltó en Junio, con una rotura de fibras que no había
sufrido en los últimos años. Pensé que era producto del cansancio acumulado, un
cansancio que nunca había aparecido antes en años con mayor carga de
entrenamiento. Me recuperé a tiempo de participar en alguna que otra prueba
corta pero muy importante para mí (otra prueba más de que hablamos de un tema
mental) y llegué muy justo a ese verano en el que nunca recuperé sensaciones de
otros años. A principios de septiembre participaba en la “FanPin Race”,
experiencia que inspiró mi publicación del mes pasado. Como os decía, por primera
vez en mi “vida deportiva” pensé en abandonar, y la causa fue claramente el
estado de mi mente. </p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Tengo una
teoría particular y es que la salud mental suele ser más causa que efecto.
Cuando estás bien, no importan las circunstancias externas (trabajo, pareja,
familia, salud…) porque puedes con todo. Pero cuando estás mal, un imprevisto
en cualquiera de estos aspectos te puede acabar de hundir en la miseria.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Antxo Pérez,
es sus “88 peldaños para la gente feliz” utilizaba una metáfora bastante
significativa usando el ejemplo de un agricultor. Antxo dice que en los
períodos de adversidad (y yo lo interpreto especialmente como adversidad
mental) debes hacerte agricultor, o al menos adoptar su mentalidad. Para el
agricultor solo hay dos estaciones, la de tormenta y la de buen tiempo, y su
función es sacar el máximo provecho de cada una de ellas. Cuando el clima es
soleado es tiempo de cosecha, de hacer todo lo posible por elevar su
productividad y maximizar la bonanza. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Cuando el
clima es adverso y tormentoso y producir no es viable, es tiempo de proteger el
grano y conservar la energía para cuando el clima mejore. Lo más práctico de su
manera de afrontar la tormenta es que no le frustra. Lo ve cada año y sabe que
igual que un día las lluvias llegan, otro día se van. Lo ha vivido suficientes
veces como para no darle más importancia de la que tiene. Su felicidad es
constante porque no se permite ligarla a los altibajos climáticos.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Después de
releer estas palabras de Antxo por enésima vez, me quedo con que igual que las
lluvias llegan, otro día se van. Hoy llueve, pero volverá a salir el sol y
volveré a cosechar. De momento toca proteger el grano.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Y para pasar
este tiempo de tormenta, hoy el deporte ha vuelto a facilitarme una lección
magistral. Una nueva carrera con nuestros Capitanes de la Asociación Carros de
Fuego, llevando a Cristian una vez más. Un equipo de guepardos, como lo definían
algunos, sería el encargado de impulsarlo. Mi cabeza me decía que ese no era mi
sitio hoy y que no tenía sentido sufrir. Pero mis amigos (los tres Migueles,
Javi y Marcos) se han encargado de llevarme casi en volandas y de hacerme ver
que la tormenta estaba en mi cabeza. Al final mucho mejor de lo previsto, como
siempre. La lección es que la tormenta siempre se pasa mejor en compañía. Pedir
ayuda es fundamental.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Me vienen las
palabras de Haruki Murakami que tanto usamos en la pasada pandemia: "Y una
vez que la tormenta termine, no recordarás como lo lograste, como sobreviviste.
Ni siquiera estarás seguro si la tormenta ha terminado realmente. Aunque una
cosa si es segura, cuando salgas de esa tormenta, no serás la misma persona que
entró en ella".</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Este mes ha
tocado algo distinto. Como siempre digo, si compartir esto le sirve al menos a
una persona, me doy por satisfecho. A mí me ha venido muy bien. Aunque en mi
parcela aparentemente siempre brille el sol, hay veces que también llueve. Y no
pasa nada. La lluvia es imprescindible para el crecimiento. </p>
<p><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span> </span><span> </span><span> </span>Hasta el mes
que viene. Gracias por vuestro tiempo como siempre. Como imagen de esta
publicación, una imagen mía de cuando el sol brillaba tanto que quemaba.
Volverá a hacerlo. Lo sé. Muchas gracias.</span> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdvgJ1CXrzI083cp8GcIGd-ZGWwGky10ujiWstTRYdYHupuurOfmDhq2u_DC360kfFm7q6-wCdW3Vautu6GJVu-cJrIOORj4ywzKGtiGCVT-I8Wqd28zgjXtepTvLwo5EBRiX89RYOEk7cR-SF0N3Pp18S_dkwckqWc9W4ESZE4X8rxKL87kw-LxCzFE_W/s1772/sonrisa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1181" data-original-width="1772" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdvgJ1CXrzI083cp8GcIGd-ZGWwGky10ujiWstTRYdYHupuurOfmDhq2u_DC360kfFm7q6-wCdW3Vautu6GJVu-cJrIOORj4ywzKGtiGCVT-I8Wqd28zgjXtepTvLwo5EBRiX89RYOEk7cR-SF0N3Pp18S_dkwckqWc9W4ESZE4X8rxKL87kw-LxCzFE_W/w400-h266/sonrisa.jpg" width="400" /></a></div><br /><p><br /></p>Cholejahttp://www.blogger.com/profile/09753939393474339943noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5945967608514831077.post-79687771044296436082023-09-21T23:48:00.002-07:002023-10-22T11:34:45.210-07:00MINDFULNESS DE ANDAR POR CASA, ENTERRADO EN EL BARRO...<p> <span> </span><span> </span><span> </span><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">¡Hola, hola! Reflexión filosófica del mes de septiembre sobre la necesidad de vivir el presente, sin preocuparnos lo más mínimo por el pasado que se fue, ni por el futuro que aún no ha llegado. En cuanto al futuro, lo único que podemos hacer para incidir en él tenemos que hacerlo hoy: aquí y ahora.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Dentro de mi constante aprendizaje de lecciones por métodos poco tradicionales, decidí apuntarme a una prueba extrema denominada “Fan-Pin”. Organizada por el Tercio de la Armada (TEAR), se lleva a cabo en los terrenos de La Clica y el entorno de la isla del Pino (San Fernando, Cádiz) y se basa en el adiestramiento que los infantes de marina de la Brigada del Tercio de la Armada usan para mejorar su resistencia y capacidad. Su mayor particularidad reside en el terreno fangoso que hay que sortear a lo largo del recorrido para solventar con éxito la carrera: ocho kilómetros a realizar en un tiempo máximo de tres horas, de los que más de dos -sobre todo el tramo final- discurren por fango, siendo fango un término quizás excesivamente suave y poco descriptivo.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">A continuación un detalle del circuito de la prueba:</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">•<span style="white-space: pre;"> </span>Recorrido desde la salida hasta el primer cruce del Caño 18: 3.300 metros de asfalto y tierra: La vida es bella, como la película.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">•<span style="white-space: pre;"> </span>Primer cruce del Caño 18: 150 metros de agua y fango: Comienzan las dificultades. Si he sufrido esto en 150 metros, ¿cómo voy a resistirlo multiplicado por doce?</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">•<span style="white-space: pre;"> </span>Isla del Pino: 400 metros de tierra y fango: Un paseo por las nubes (con la cabeza en las nubes, pensando en abandonar).</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">•<span style="white-space: pre;"> </span>Segundo cruce del Caño 18: 150 metros de agua y fango: La veteranía es un grado. Si ya sé que es esto, no sé qué hago repitiendo…</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">•<span style="white-space: pre;"> </span>Zona de obstáculos: 700 metros: Algo que en circunstancias normales podría ser hasta divertido… </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">•<span style="white-space: pre;"> </span>Recorrido en La Clica: 1.000 metros de tierra. “The walking dead”, o como caminar un kilómetro estilo “zombie”.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">•<span style="white-space: pre;"> </span>Zona de fango: 1.800 metros de fango: Sin comentarios. La inspiración de esta publicación.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">•<span style="white-space: pre;"> </span>Salida de Fango y meta: 400 metros de tierra: Sinceramente, ni lo recuerdo…</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Para no alargar en exceso la introducción, comenzaré ya a enumerar la lista de lecciones aprendidas, que espero no olvidar después del precio que he tenido que pagar.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">•<span style="white-space: pre;"> </span>La información es poder. Nunca debemos subestimar nada sólo teniendo una ligera apreciación, sin informarnos en detalle. Aunque la experiencia de cada uno es única e irrepetible, y normalmente la gente te pinta la vida de un color muy distinto al que realmente tiene, toda la información que podamos obtener sobre algo nunca está de más. En mi caso, se podría resumir en que lees un cartel de inscripción de una carrera de 8 kilómetros y piensas que no será muy complicado. Y esos 8 kilómetros pueden hacerse infinitamente más largos que los 454 de un Ultraman. </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">•<span style="white-space: pre;"> </span>Nunca des nada por supuesto, muy en la línea del punto anterior. Que tu cuñado, tu amigo o tu primo hayan finalizado la carrera en un tiempo determinado no te otorga el infinito poder de estimar tu tiempo usando una sencilla regla de tres. Todos somos singularmente distintos, especialmente en lo que a nuestro cerebro se refiere, que es el músculo más determinante en este tipo de pruebas. Y además de nuestras mentes y nuestros cuerpos (que alguna influencia tienen) hay un sinfín de circunstancias de la propia prueba, como la meteorología, el estado del terreno, las personas que lo hayan pisado por delante de ti, … que la hacen absolutamente incomparable. Quizás aquí radique una de las bellezas de la prueba.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">•<span style="white-space: pre;"> </span>La vida es caprichosa. Tres días antes de la prueba mi amigo Miguel López me invitaba a dar una charla de motivación a un equipo de fútbol de chavales de catorce años. No tuve otro mejor tema del que hablar que hacerlo sobre la importancia de no rendirse nunca en la consecución de nuestros sueños. Tres días después, enterrado en fango, sólo en dos horas había pensado en retirarme más veces que en los últimos diez años haciendo deporte. Cada vez que me decía a mí mismo que lo iba a dejar, me acordaba de mucha gente que no se rinde nunca: mi capitán Cristian y el resto de capitanes de Carros de Fuego, mi “hermanamiga” Maru, mis niños de la Fundación Olivares y ese grupo de cadetes a quienes tuve la osadía de hablar sobre la vida. Lo de los cien pasos que les comentaba me quedaba excesivamente lejos. Cien milímetros como mucho era lo máximo que podía arrastrarme en esa maldita (por la dureza) y a la vez bendita (por las lecciones) ciénaga.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">•<span style="white-space: pre;"> </span>En la vida sólo tienes verdadero control sobre lo que está pasando en este justo momento, como mucho a un metro de ti. En el fango ocurre exactamente lo mismo. Incluso de forma más acentuada. Mi amigo Edu León me dio al principio de la carrera un par de consejos muy útiles. Miento, fueron tres. Al primero prácticamente no le presté atención, aunque coincidía con el mismo que me había dado mi amiga Elena, a quien tengo que agradecer mi inscripción a la prueba y todo lo aprendido. Era tan fácil como no escuchar lo que puedan decirte los demás. Los famosos “ya te lo dije yo” o “yo lo sabía ya” nos acompañan durante todos los días de nuestra vida. No podemos evitarlos. Pero sí podemos decidir que salgan por el oído opuesto a por el que entran sin dejar el más mínimo rastro en nuestro interior. Los otros dos consejos eran más técnicos. El primero, que me concentrase sólo en lo que estaba a un metro de mi alcance. No más. Y lo curioso es que las veces que lo hacía era capaz de avanzar sin parar. Veía un cangrejo a un metro y lo alcanzaba sin mucho problema. Fijaba la vista en un matojo de hierba a otro metro y mi mano llegaba allí como por arte de magia. Pero no era capaz de mantener por mucho tiempo estas instrucciones tan sencillas. Levantaba la cabeza para darme cuenta de que el enorme globo amarillo situado junto a la meta ni siquiera se distinguía en el horizonte y me hundía no sólo en el barro, también en la más absoluta de las miserias… El segundo consejo era que avanzase de la forma que fuese, sin pararme. Arrastrándome, de rodillas, de espaldas… Me recordó a la frase de Martin Luther King: “Si no puedes volar, corre, si no puedes correr, camina, si no puedes caminar, gatea. Sin importar lo que hagas, sigue avanzando hacia adelante.” Tan sencillo y a la vez tan difícil como esto. Ojalá gatear hubiese sido la última opción…</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">•<span style="white-space: pre;"> </span>El penúltimo punto de resumen también parte de una frase: “Nunca sabes lo fuerte que eres hasta que ser fuerte es tu única opción.” El circuito de fango está tan genialmente diseñado que abandonar es casi más duro que seguir adelante. Las pocas banderas rojas con la señal de “Exit” se encontraban a tal distancia que desaconsejaban rendirse y dejar la carrera. Porque rendirse en esta prueba significa algo muy parecido a lo que nos ocurre en la vida. Si nos rendimos no nos queda otra que permanecer enterrado en el fango a la espera de que todo termine y alguien pueda venir a rescatarte. </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">•<span style="white-space: pre;"> </span>Y acabamos con el título de la publicación. Mindfulness, conciencia plena, que es a lo que me refería. Y mi reflexión de esta publicación apunta en esta dirección. Cuando estamos centrados y conscientes del momento que estamos viviendo todo fluye y parece suceder por arte de magia. Cuando centraba mi atención en el cangrejo un par de metros por delante de mí, algo interior empujaba mis músculos y los hacía trabajar de forma coordinada para salvar las dificultades en forma de barro. Pero cuando se me iba la cabeza, cuando pensaba en el tiempo que me quedaba por llegar, en los dolores que azotaban cada centímetro cuadrado de mi piel, en el sol que me achicharraba, en los pulmones que me ardían… me desconectaba y entraba en bucle, a la espera de que la inspiración me devolviese a mi estado de conciencia. Esta reflexión final me recuerda a una de las cosas que comentaba a los chavales el otro día. Saber está muy bien, pero saber sin hacer es como no saber. Si sabemos lo que tenemos que hacer, pero no lo hacemos es incluso más doloroso que si no lo supiésemos. Doy fe de ello. </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"> <span style="white-space: pre;"> </span>Para los que podáis tener curiosidad. He investigado y el término Fan-Pin hace referencia a los nombres “fango” y “Pino”. El segundo como indicábamos al principio alude a la isla donde tiene lugar la prueba. El primero no creo que necesite más explicación. </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Y una anécdota más antes de despedirme. Tras finalizar el antiguo C.O.U., ante la incertidumbre que alumbraba mi vida, estuve a punto de hacerme militar. Os puedo asegurar que Infante de Marina no hubiese sido. </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Y como dicen que una imagen vale más que mil palabras, aquí os dejo una imagen del estado en el que crucé la línea de meta (por cierto, a treinta segundos del tiempo de corte…) Por primera vez en mucho tiempo mi cara no reflejaba una sonrisa de felicidad. Mérito de mi amigo Edu León que fue capaz de inmortalizar la única sonrisa forzada que dibujaron mis labios desde que pisé el barro.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Gracias a todo por vuestro tiempo, a la organización de la carrera por haberme facilitado lecciones tan valiosas condensadas en un máster de sólo tres horas y a todos los que me animasteis a participar en esta prueba. Nos vemos el mes que viene. </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="white-space: pre;"> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="white-space: pre;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibybBTr8pbm1bfXSQI-OrZJboKhjq4T79lPyOtfCAes0TwpAUm3Vt_ejLnVFWwTjIUKN213LT0W2Z-2C_vxCnZJhflJ4QP1RKDL2hCALolcEOEoZabyXSgJobdCsiibIftfZbBbCa7OS7VtZuarRn4GVh_PRPCVnk3qwpW9bVlhiDQ_-CY3QRoq8zoSHLx/s2048/fanpin.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1153" data-original-width="2048" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibybBTr8pbm1bfXSQI-OrZJboKhjq4T79lPyOtfCAes0TwpAUm3Vt_ejLnVFWwTjIUKN213LT0W2Z-2C_vxCnZJhflJ4QP1RKDL2hCALolcEOEoZabyXSgJobdCsiibIftfZbBbCa7OS7VtZuarRn4GVh_PRPCVnk3qwpW9bVlhiDQ_-CY3QRoq8zoSHLx/w400-h225/fanpin.jpg" width="400" /></a></span></div><span style="white-space: pre;"><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /></p>Cholejahttp://www.blogger.com/profile/09753939393474339943noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5945967608514831077.post-18192328487511189582023-08-16T12:06:00.008-07:002023-10-22T11:35:31.741-07:00SÉ QUE PUEDO VOLAR ("I BELIEVE I CAN FLY")<p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; color: #222222; font-size: small;"><span style="font-family: inherit;"> </span><span style="font-family: inherit;">Publicación del veraniego mes de Agosto, vacacional para algunos, y laborable para otros (para los que las hemos disfrutado ya y para los que lo harán a partir de septiembre).</span></span></p><div style="background-color: white; color: #222222; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"> Como en la mayoría de mis publicaciones, aprovecho una experiencia reciente para compartirla con el fin de que pueda serle útil a alguien. En este caso voy a escribir sobre lo que he aprendido tras volar en parapente el pasado mes de Julio. Tengo que comenzar diciendo que en este caso no soy totalmente autodidacta. La lección, como casi siempre, viene de manos de alguien. En este caso, como en muchas otras ocasiones, ha sido mi ahijado, capitán, amigo y muchas cosas más Cristian quién me la ha enseñado. El año pasado, mi amigo Miguel Ángel y yo decidimos regalar a Cristian por su 18 cumpleaños la experiencia de volar en parapente. Previamente confirmamos con los instructores que no había ningún problema y posteriormente sus padres nos dieron como siempre el visto bueno a una locura más. Cristian también lo aceptó pletórico de ilusión y entusiasmo, como es habitual en él.</span></div><div style="background-color: white; color: #222222; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div style="background-color: white; color: #222222; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><span> </span>Por circunstancias su vuelo se aplazó hasta el pasado mes de Julio y por circunstancias también me fue imposible acompañarlo. Aunque estuve en contacto con él y rápidamente me puso al día con vídeos y audios sobre la increíble experiencia, lamenté profundamente no haber podido estar allí. Así que me prometí a mí mismo que volaría en la primera oportunidad que tuviese. La oportunidad llegó muy pronto, justo el día después de volver de vacaciones. Paco, gerente de Vuelo Libre School, de Vejer, me avisaba que el día 1 de Agosto era propicio para surcar los cielos. Así que como tenía un regalo de cumpleaños pendiente de mi familia, después de almorzar salimos en dirección Vejer para disfrutarlo. Mayor regalo que el poder volar fue poder compartirlo con los míos.</span></div><div style="background-color: white; color: #222222; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div style="background-color: white; color: #222222; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><span> </span>Como título de la publicación he tomado prestado el de la canción de Robert Kelly "I believe I can fly", que he traducido libremente como sé en lugar de como creo. Esta maravillosa canción formó parte de la banda sonora de Space Jam. Es una auténtica oda a la posibilidad (e incluso a la necesidad) que tenemos de hacer realidad nuestros propios sueños. De hecho, casi parafrasea al genial Walt Disney, cuando dice que si puedo verlo (soñarlo decía Walt), puedo hacerlo.</span></div><div style="background-color: white; color: #222222; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div style="background-color: white; color: #222222; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><span> </span>Comencemos el vuelo. Empecemos diciendo que no soy muy amigo de las alturas ni de las emociones fuertes. Aunque no padezco vértigo (de momento) soy un acompañante ideal en cualquier parque de atracciones porque no disfruto mucho de las atracciones. Mientras más adrenalina me hacen soltar, menos las disfruto. Para que os hagáis una idea, soy de los que en la noria voy agarrado a cualquier elemento que me pueda servir como asidero. De todas formas en este caso contaba con la valiosa experiencia previa de mi amigo Cristian, que aunque tengo que admitir que es bastante más valiente que yo, ya me había tranquilizado diciendo que la experiencia no era nada traumática. </span></div><div style="background-color: white; color: #222222; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div style="background-color: white; color: #222222; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><span> </span>Llegué a Vejer con los nervios propios de la experiencia. Sin llegar a sentir miedo, pero con esa extraña sensación en el estómago que precede a todas mis competiciones deportivas. El mero hecho de ponerte un dorsal siempre desencadena esa reacción, que suele guardar relación directa con los kilómetros a recorrer. Muy ligera por ejemplo en el caso de una carrera de 5 kilómetros, un poco más intensa en el caso de un Ironman. Resistí estoicamente las bromas de los míos, sobre todo los de mi hijo Pablo. No tuve que esperar mucho, lo que evitó que los nervios pudieran aflorar. Pude comprobar como mis predecesores disfrutaban de la experiencia y antes de que me diese cuenta ya estaba colocándome el equipamiento necesario para volar. Aquí me llegó una de las primeras lecciones del día. Las preocupaciones no surgen por el tamaño del problema, sino por el número de vueltas que le damos en la cabeza. Con la mente ocupada en otros temas, no hay preocupación grande.</span></div><div style="background-color: white; color: #222222; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div style="background-color: white; color: #222222; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><span> </span>Pasemos al punto siguiente: la confianza. Paco (el monitor) tuvo la suficiente habilidad como para explicarme todo con tal lujo de detalles, calma y sencillez que confié en él hasta el punto de convencerme a mí mismo que nada malo podría pasar. Incluso me pidió que le ayudase en la maniobra previa al despegue intentando en la medida de lo posible mantener mis pies pegados a la tierra. Aunque con el tirón que da la vela del parapente al llenarse de aire es casi imposible hacerlo, me mantuvo concentrado, motivado y comprometido con esa tarea. El sentimiento de la confianza suele ser recíproco. Mientras más das, más recibes a cambio.</span></div><div style="background-color: white; color: #222222; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div style="background-color: white; color: #222222; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><span> </span>Y llegamos al momento justo de volar, donde aprendí mi lección más importante de ese día. Para poder disfrutar del vuelo, no te queda otra que separarte del suelo... Para tomar y sobre todo para poner en práctica decisiones importantes (difíciles, pero que nos facilitarán una vida fácil, como escribí una vez), no tenemos más remedio que dar el salto al vacío. Continuamos aferrados a la falsa seguridad que nos ofrece el suelo bajo nuestros pies, para una vez decidimos dejarlo atrás, lamentarnos por no haberlo hecho antes. Una de las personas a las que más quiero en esta vida me dijo una vez que si no te arriesgas nunca pierdes, pero tampoco ganas nunca. Saltar para volar es tan necesario como tener alas para hacerlo.</span></div><div style="background-color: white; color: #222222; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div style="background-color: white; color: #222222; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><span> </span>Y una vez que remontas el vuelo, que surcas los aires con esa indescriptible sensación de libertad, sólo te tienes que centrar en disfrutar. Si te obcecas en lamentarte por todo el tiempo que has perdido en tierra no serás capaz de disfrutarlo como sin duda mereces. Elevarte y sentir la brisa en tu cara te hará darte cuenta de que esta vida es tan corta que lo mejor es pasarla volando todo el tiempo que puedas. Y para volar no nos queda otra que saltar. Leí una vez que cuando te sientes al borde del precipicio posiblemente es que la vida te esté poniendo en el lugar propicio para que por fin puedas volar...</span></div><div style="background-color: white; color: #222222; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div style="background-color: white; color: #222222; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><span> </span>Antes de terminar esta publicación quiero poner en relación esta capacidad de creer en nosotros mismos y de hacer realidad nuestros sueños con un asunto tan escabroso como el del ego. La verdadera lección no es que yo pueda volar, sino que todos podemos hacerlo. Ya me lo demostró Cristian, pero me lo demostraron también todas las personas que estaban a punto de saltar al vacío aquel día y que eran tan especiales como yo.</span></div><div style="background-color: white; color: #222222; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div style="background-color: white; color: #222222; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><span> </span>Gracias a todos por vuestro tiempo. Dejad el suelo atrás y volad libres. No os arrepentiréis.</span></div><div style="background-color: white;"><div style="text-align: justify;"><span style="color: #222222; font-family: inherit;"><br /></span></div><span style="color: #222222; font-family: inherit;"><div style="text-align: justify;"><span> </span><span>Hasta septiembre, el mes de la vuelta al cole, y a casi todo...</span></div></span></div><div style="background-color: white; color: #222222;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div style="background-color: white; color: #222222;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiGKiS47P_3p-qkD0DgC7-pEKVo98WIIB62XVBxPjUcWyKAyR3k6Gi87r8xqWYFbFgL650o5xAwg9EyEOP1vlQ79Ybn8qlmRDmPosNSOOAlnej4MUiN70ZHahVyeOHf3-pYkZiyVM-EWxslD0RC4AYl2SElAfGrJKe-MvLyDBn0w47Y7ySqIoxzbbdSSusO" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: inherit;"><img alt="" data-original-height="1080" data-original-width="1899" height="228" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiGKiS47P_3p-qkD0DgC7-pEKVo98WIIB62XVBxPjUcWyKAyR3k6Gi87r8xqWYFbFgL650o5xAwg9EyEOP1vlQ79Ybn8qlmRDmPosNSOOAlnej4MUiN70ZHahVyeOHf3-pYkZiyVM-EWxslD0RC4AYl2SElAfGrJKe-MvLyDBn0w47Y7ySqIoxzbbdSSusO=w400-h228" width="400" /></span></a></div><span style="font-family: inherit;"><br /></span><br /></div>Cholejahttp://www.blogger.com/profile/09753939393474339943noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5945967608514831077.post-63033242926817413642023-07-21T00:44:00.000-07:002023-07-21T00:44:18.982-07:00DISCURSO DE AGRADECIMIENTO A LA FUNDACIÓN OLIVARES POR SU INSIGNIA DE ORO<p> <b style="text-align: center;"><u><o:p><span style="text-decoration-line: none;"> </span></o:p></u></b></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">Málaga, 7 de Julio de 2023.<o:p></o:p></span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Querido y
estimado Señor presidente de la Fundación Olivares, Don Andrés Olivares Díaz. Estimados
señoras, estimados señores... gracias, muchísimas gracias.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Para todos
aquellos que ya me conocéis soy Antonio Jurado. Para los que aún no me conocéis,
como ha comentado nuestro querido presidente Andrés, soy Antonio Jurado
también. Esto, que puede parecer una tontería, es una de las mejores
lecciones que me regaló mi padre. Él siempre me decía que fuese dónde fuese,
estuviese con quién estuviese, me conociesen o no, fuese siempre yo mismo.
Gracias, Papá. Espero que desde tu privilegiada situación desde un lugar al que
de momento no puedo acceder, estés disfrutando de este momento como lo estoy
haciendo yo. Seguro que sí. Va por ti. Gracias.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">He tenido la
oportunidad de subirme a un escenario en más de una ocasión para presentar a
nuestro presidente Andrés Olivares. Cuando lo hago, siempre digo, con la
seriedad más absoluta, que hablar delante de Andrés es como salir con una raqueta
a pelotear antes de que Rafa Nadal salte a la pista a jugar un partido. Dicen
que las comparaciones son odiosas, y en momentos como estos aún más. Hoy voy a
tener la osadía de hacerlo después de él, y con los roles cambiados. Hoy es
como si tuviese la poca vergüenza de salir con la raqueta después de que Rafa gane
uno de sus incontables trofeos en Roland Garros. Si además tenemos en cuenta la
lista de ilustres merecedores de esta insignia que me preceden en el tiempo:
Pablo Alborán, Basti, Juan Barroso, Nena Paine… queda confirmado que mi
vergüenza finalizó en el mismo lugar en el que lo hizo mi cabello. Ni rastro.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Si tuviese que
resumir todo mi discurso en una sola palabra no tendría ninguna duda:
“Gracias”. Si tuviese que hacerlo en dos, también lo tendría muy claro: “Muchísimas
gracias”. Podría decir que siempre había soñado con este momento, pero os
estaría engañando. Esto es tan bonito que ni siquiera había alcanzado a
soñarlo… Hoy vuelvo a vivir el verdadero significado de las palabras “Alma,
Magia y Corazón”. Esas palabras que aprendí lo que realmente querían decir
cuando os conocí.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Conocí a la
Fundación Olivares hace ya una década. Por aquel entonces unos jóvenes chavales
(bueno, sólo diez años más jóvenes) de un club de triatlón de Dos Hermanas decidimos
hacer un calendario solidario y donar nuestra modesta aportación a una
Fundación. Causalmente, porque Dios no juega a los dados, como decía Einstein, la
Fundación se cruzó en nuestro camino. Causalmente también, tuve la oportunidad
de hablar por teléfono con su presidente, y tirando de poca vergüenza (una vez
más) le pedí que viniese a Dos Hermanas para asistir a la presentación del
calendario. Me lo confirmó sobre la marcha, y ahí comenzó esta bella historia
de amor. El día de la presentación, además de tener la ocasión de compartir
escenario con él por primera vez, recibí una increíble lección de boca de una
de las voluntarias de la Fundación que cambió mi vida. Miento, cambié yo,
especialmente la forma en que vivía la vida. Me dijo que “cuando ayudas a los
demás, recibes muchísimo más de lo que das”. Esta irrefutable ley, que sólo
tenemos que poner en práctica para confirmar su validez, me zarandeó desde lo
más profundo de mi ser. El juego de la vida va sobre dar, no sobre recibir. También
de la Fundación aprendí la maravillosa frase de la Madre Teresa de Calcuta que
dice que “a veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar,
pero el mar sería menos si le faltara una gota”. Durante estos años he puesto pequeñas
gotas, muy pequeñas, y quizás menos de las deseables, para intentar colaborar
dentro de mis posibilidades en hacer realidad el sueño de Luis: que los niños
enfermos de cáncer y sus familias tuviesen la oportunidad de vivir una vida
mejor. Posiblemente esté hoy aquí porque suelo hacer bastante ruido con las
gotas que aporto, un comportamiento que tiene su explicación.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">El día que
conocí a Andrés, tras uno de sus inigualables abrazos, me dijo que la
aportación económica era fundamental para la Fundación, porque gracias a estos
recursos se materializan las medidas que mejoran la vida de los niños. Pero
casi tan importante como el dinero es la difusión. Que todo el mundo sepa quién
es Fundación Olivares, que todos conozcan su mensaje puede llevar (y de hecho
lleva) a que alguien con más recursos y más posibilidades que cualquiera de
nosotros pueda decidir mañana ayudar a la Fundación. Me lo tomé tan al pie de
la letra que he hecho mucho ruido, hago mucho ruido y espero seguir haciéndolo
en un futuro. Casi todos mis conocidos saben quién es Fundación Olivares y me
siguen en todo lo que difundo.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Esa palabra “gracias”
que indicaba al principio como resumen de esta charla, es un agradecimiento no
sólo a la Fundación, a sus niños, a sus familias, a sus voluntarios, a sus
trabajadores, a su patronato que ha decidido ponerme hoy aquí. A ellos no
tendré nunca la posibilidad de devolver ni una pequeña parte de todo lo que me
han dado. También es un agradecimiento a todos los que día a día vais poniendo
vuestra gotita para que este océano no deje de crecer. A todos mis familiares,
mis amigos, que están siempre dispuestos a colaborar con pulseras, con
corazones, con calendarios, aquí además tengo que mencionar expresamente a los
artistas Diego Escobedo y Paco Aznar, los magos de las cámaras y el Photoshop,
a gente como los Pitos Locos que nos regalaron los excepcionales momentos
vividos el pasado año… Tantas y tantas gotitas destinadas a que los niños
enfermos de cáncer sigan siendo niños. Muchísimas gracias a todos, de todo
corazón, un corazón verde y rojo con un inmenso abrazo, como la imagen de la
Fundación Olivares. Hablando de imagen, ahora que puedo ver y tocar esta
preciosa insignia de oro, como dicen también mis amigos de la Fundación, “lo
mejor de esta vida no puede verse ni tocarse, debe sentirse con el corazón”. Os
prometo que lo siento.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Y ahora quiero
finalizar volviendo al lugar a donde empecé. Quiero dar las gracias especiales
a Luis, porque gracias a él estamos aquí hoy y muchos hemos podido encontrar un
sentido a nuestras vidas. Y no puedo terminar sin dar las gracias a mi mujer
María, y a mis hijos Pablo y Daniela, que hoy me acompañan a este emotivo acto
que no olvidaré nunca. Ellos son los últimos culpables de que hoy esté aquí,
porque sin ellos no sería el Antonio que soy. Y por último, no podía olvidarme. Fuerza a mi "hermanamiga" Maru.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Muchísimas gracias
de nuevo. Os quiero. Tela.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiD7-FrX0EuXy8XAc4EBKjk4fEiGPE6SkIBRidopfuoG0Gc0EPhwl_pMkDgB5jqP4rxpAWeTJHXY-yf-C1E6UeR2lzdhhh0ZNyQXoq7rJtf3-UUeivjvsxNqcWcMA_YMCO4oO9RygL3m6ZXqcGbJ8mD-6LmjemcwCCaqTCVUy607xj9G6pWU7hjav1ISxWZ/s1600/IMG-20230708-WA0049.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1066" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiD7-FrX0EuXy8XAc4EBKjk4fEiGPE6SkIBRidopfuoG0Gc0EPhwl_pMkDgB5jqP4rxpAWeTJHXY-yf-C1E6UeR2lzdhhh0ZNyQXoq7rJtf3-UUeivjvsxNqcWcMA_YMCO4oO9RygL3m6ZXqcGbJ8mD-6LmjemcwCCaqTCVUy607xj9G6pWU7hjav1ISxWZ/w400-h266/IMG-20230708-WA0049.jpg" width="400" /></a></div><br /><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><o:p> </o:p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6QRRFtAqRzxhX9hbajYPQlfUGIwghTLckOa9nzPpYG3iwpdnRW4I8uYiwVBXqi2fP42AHgGO0rOiju28DBYHclsrVLHvkAxRBopu-LFA5hffqXM279MmYjcsyumGv5XPRx9XJGqGYQkUM7uBzpVoSShBVMig-LNvQdK7ZK0diElyZaxrCOgW7TSoTWifQ/s543/fundacion-olivares.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="246" data-original-width="543" height="181" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6QRRFtAqRzxhX9hbajYPQlfUGIwghTLckOa9nzPpYG3iwpdnRW4I8uYiwVBXqi2fP42AHgGO0rOiju28DBYHclsrVLHvkAxRBopu-LFA5hffqXM279MmYjcsyumGv5XPRx9XJGqGYQkUM7uBzpVoSShBVMig-LNvQdK7ZK0diElyZaxrCOgW7TSoTWifQ/w400-h181/fundacion-olivares.jpg" width="400" /></a></div><br /><p></p>Cholejahttp://www.blogger.com/profile/09753939393474339943noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5945967608514831077.post-6694691438288093332023-06-18T11:34:00.000-07:002023-06-18T11:34:13.489-07:00¡¡¡FELICIDADES, MAMÁ!!!<p> <span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Hoy vuelvo a
utilizar mi blog como altavoz para felicitar a alguien muy especial. Lo hice en
su día conmigo cuando superé el medio siglo de vida, después con mi hijo Pablo
cuando alcanzó su mayoría de edad, y hoy voy a hacerlo con mi madre, que acaba
de cumplir ochenta primaveras.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ochenta es un número especial,
huelga decirlo. Para los que nacimos en la década de los setenta, hablar de
esos años es hablar de una época inolvidable. Como canta Melendi en su tema
autobiográfico “Yo me veo contigo”, fueron años de inocencia y mercromina, de
hombreras, pendientes y rejillas. Superman, Rocky, Indiana Jones, los Goonies,
E.T. y Freddy Krueger ocupaban las pantallas del cine, porque por aquel
entonces los estrenos de las pelis no se podían ver pirateadas en el móvil (que
ni siquiera existía). Y entre tanto héroe de ficción arrasaba una heroína y la
moda juvenil era mezclar Coca Cola y aspirina…Se nos fue Lennon, y llegó un tal
Ronald Reagan, Maradona miró al cielo y Dios le tendió la mano, y los que tenían
la suerte de tener un Atari se dedicaban a matar marcianos… Pero estos fueron
mis ochenta, y no los de mi madre. Y a diferencia del gran Paco Umbral, no he
publicado este blog para hablar de mi libro, sino del libro de mi madre.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Mi madre ha sido, es y seguirá
siendo (espero que por muchos años) básicamente una mujer buena. Creo que es la
mejor forma de definirla. Alguien prudente, alejada de conflictos y totalmente
entregada a los suyos. Para que os hagáis una idea, comparto con vosotros la
curiosa historia de la elección de mi nombre “Antonio Manuel”. Mi padre se
llamaba Manuel, al igual que lo hacía mi abuelo materno. La intención de mi
madre era tener otro Manolo en casa (imagino que para economizar a la hora de
llamarnos y poder avisarnos a los dos de una sola vez).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Haberme llamado sólo Manolo hubiese implicado
honrar a su padre y no a mi abuelo paterno, que se llamaba Antonio. Así que
tema resuelto llamando al niño Antonio Manuel. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Esta es la verdadera historia, y no la que me
inventé y cuento muchas veces de que mi madre veía una novela venezolana
mientras estaba embarazada. Soy tan viejo que en esa época no había ni novelas.
UHF y VHF, y además en blanco y negro. Lo del amago de ser bautizado como Carmelo
lo contaré en otra ocasión.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Hablando del embarazo, mi madre
siempre me cuenta que pasó los casi diez meses (por sus cuentas, lo que os da
una idea de que di ruido incluso antes de salir) cosiendo hasta el último
momento. Era costurera y cosía los mejores pantalones que se podían hacer para
una tienda ubicada en pleno centro de Sevilla llamada Izquierdo Benito, a la
que la acompañé muchas veces de niño a recoger telas y patrones y entregar
pantalones. Siempre pensó que sería sastre y aunque se equivocó en ello, posiblemente
mi buen estilo tradicional a la hora de vestir venga de esa época. O no, los
genes pudieron dar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un salto esperando a
que naciese mi hermano.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Cuando asomé la cabeza tuve la
genial idea de pasarme dieciocho meses llorando. Año y medio en el que ella
intentaba calmarme pacientemente sin saber muy bien qué me pasaba (ni yo soy
capaz de recordarlo hoy en día…) Año y medio en el que mi padre incluso llegó a
adscribirse al turno de noche en la fábrica en la que trabajaba o a desplazarse
a Antequera para intentar dormir algo.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Después de dejar de llorar me dio
por ser un niño enfermizo. Y ella siempre estuvo ahí, preocupada como ninguna e
intentando evitarme cualquier signo de sufrimiento. En mi pueblo había un
pediatra muy famoso al que siempre digo medio en broma medio en serio que le
financiamos con mis consultas la espectacular vivienda que tiene en pleno
centro de Dos Hermanas. Vegetaciones, amígdalas (las famosas “bolas” que nos
extirparon a casi toda una generación”, reuma, roturas de huesos… Nada grave al
fin pero siempre estaba con algún achaque.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Después me dio por pedir un
hermano. Como me encontraba un poco solo en comparación con todos mis amigos de
esa época decidí no ser hijo único. Y aunque no tengo pruebas, imagino que
tuviste que convencer a Papá de que otro llorón podía entrar por las puertas,
ahora que ya comenzaba a dejaros un poco de libertad. Afortunadamente lo
hiciste y llegó tu Alejandro Jesús, el que fue la alegría de la casa con sus
bromas y su poca vergüenza, mientras yo me convertí en un niño tímido y serio
que sacaba buenas notas. Cosas de la edad, que cantan los “Modestia aparte”.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Igual que Papá siempre estuviste
muy orgullosa de nosotros, sobre todo en lo que se refería a nuestros estudios.
Todavía recuerdo cómo te enfadaste conmigo (a tu modo, claro, nada grave…) el
día que te enteraste de mis notas de selectividad (sí, en mi época se llamaba
así) por otra madre. Para mí era sólo una nota, y estaba más preocupado esos
días por los kilos que movía en el gimnasio que por las notas que pudiese
sacar.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Fui
cumpliendo años con la velocidad inexorable del tiempo, que es la misma durante
toda nuestra vida aunque dependiendo de la edad que tengamos la sintamos de
forma diferente. Mantuve una relación distante con vosotros, y me di cuenta
tarde de lo que significa una madre. Dicen que no aprendemos a ser hijos hasta
que no somos padres. Creo que es totalmente cierto. De forma bastante curiosa
el Universo se encarga de que el Karma se manifieste haciéndote ver en tus
hijos comportamientos que reconoces como tuyos. Y así puedes vivir en primera
persona lo que tus padres vivieron hace ya muchos años. Afortunadamente, hay
esperanza para el cambio…</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Y para
complementar y terminar la publicación no puedo usar otra foto que la que
escogió mi hermano Ale para felicitarle su cumpleaños en redes. Salimos los dos
con ella, que es lo que le gusta. Y es que ella siempre nos ha querido a los
dos por igual, a pesar de ser tan diferentes. “Tanto monta, monta tanto” o “qué
dedo me corto que no me duela” como tantas y tantas veces nos ha dicho.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Gracias Mamá por ser cómo eres y
por haberme aguantado y haberme ayudado a ser la personita que hoy soy, que me
consta que no ha sido fácil. Y aprovecho para pedirte perdón por todas las
veces que te hice daño, que han sido más de las deseadas. A ver si ahora la
gente se va<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pensar que soy un hijo
modelo, nada más lejos de la realidad.</p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ahora
que sé que tendrás tus ojos llenos de lágrimas cuando leas esto, acuérdate de
todas esas veces que te he hecho reír con alguna de mis ocurrencias. Espero que
sigan siendo muchas más.</p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Felicidades y te quiero una “jartá”. Como cantaba Carlos Vives, nuestro
amor es tan profundo, que tú eres mi consentida y que lo sepa todo el mundo.</p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Gracias
a todos como siempre por vuestro tiempo y volvemos en pleno verano.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEje8fnelxTN0KGXUE7ZQSbs4b-6l8Xzq7EPFfxgHRoZX8YbCEdPy1OWuFC9F71NK9NuC80etMFt77vYnEK9IpjmhW_luUg8Hkho4rlswdm72JGCoEzF9jZcPAf8wLgssQD6puBtM7qdeWnFpHRVy_fvqHJsKCKz1Eot-SyIth3uoeg9goUtAsCbo06dbQ/s960/FB_IMG_1687112964388.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="960" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEje8fnelxTN0KGXUE7ZQSbs4b-6l8Xzq7EPFfxgHRoZX8YbCEdPy1OWuFC9F71NK9NuC80etMFt77vYnEK9IpjmhW_luUg8Hkho4rlswdm72JGCoEzF9jZcPAf8wLgssQD6puBtM7qdeWnFpHRVy_fvqHJsKCKz1Eot-SyIth3uoeg9goUtAsCbo06dbQ/w400-h300/FB_IMG_1687112964388.jpg" width="400" /></a></div><br /><p class="MsoNormal"><br /></p>Cholejahttp://www.blogger.com/profile/09753939393474339943noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5945967608514831077.post-10604025464949652102023-05-19T08:11:00.012-07:002023-05-19T08:15:09.621-07:00GAFAS DE ABEJA O DE MOSCA, TÚ DECIDES…<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> Vuelvo a escribir este mes de Mayo aprovechando una experiencia reciente, como suelo hacer de forma habitual.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> En una interesante conversación con alguien a quien quiero con locura se me vino a la mente el excepcional ejemplo que en su día tuve ocasión de oír de boca de mis amigas Carmen y Manuela Ortega. Hablando sobre las circunstancias de la vida, que nos desesperan en más de una ocasión, recordé esa charla sobre las gafas de abeja y las de mosca. Básicamente, venían a decir que todos tenemos en nuestros bolsillos unas gafas de mosca y otras de abeja. La decisión acerca de qué gafas nos ponemos es exclusivamente nuestra. Con las gafas de abeja, obviamente estamos más predispuestos a ver flores, que es de donde obtienen su alimento habitual. Con las de mosca, no creo que haga falta decir lo que veremos con mayor asiduidad. Las flores y las heces (que raro me siento escribiendo esto para no herir la sensibilidad de nadie) están ahí, en la naturaleza, y nuestra capacidad de actuación sobre ellas es nula. No tenemos forma de convertir una “m…” (que difícil se me va a hacer llegar hasta el final de la publicación sin que se me escape) en una flor. Lo que sí podemos es decidir qué gafas llevamos. Llevar las gafas de abeja no nos liberará de la desagradable visión del alimento de las moscas, pero al estar enfocados en las flores, seguro que les prestamos menos atención y continuamos nuestra búsqueda de flores que nos alegren la vista. A sensu contrario, ocurre exactamente lo mismo. Llevar puestas gafas de mosca aumentará las posibilidades de que veamos lo que no queremos ver, y cuando veamos algún capullo (en el sentido vegetal de la palabra) no lo apreciaremos como se merece y seguiremos buscando marrones que ratifiquen nuestra teoría de que la vida no es precisamente bella.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Melendi, un cantautor a quien podemos ver también con gafas de mosca o de abeja, escribía y cantaba en su canción “Existen los ángeles” la siguiente estrofa:</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: center;">“Me enseñaste que el color</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">del traje que visten los días</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">lo elige siempre la pena</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">si no buscas la alegría”</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> Esta genialidad va un paso más allá de la teoría inicial. No sólo las gafas condicionan nuestra visión del mundo a nuestro alrededor. También parece que venimos programados de fábrica para usar las gafas de mosca, porque deben ser más cómodas o más fácil de encontrar en el bolsillo. Ponernos las gafas de abeja es una decisión consciente, que implica cierto esfuerzo, pero que son compensados con creces por los resultados.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> Hablar de gafas es hablar de actitud, un tema tan usado por grandes Maestros como Küppers. Para Víctor, es el multiplicador que es capaz de elevar hasta el infinito nuestro valor actuando como una poderosa palanca sobre la suma de nuestros conocimientos y habilidades. Para otro fenómeno como Lluis Soldevilla, es la letra con la que se escribe la palabra “Éxito” aunque todos pensábamos que comenzaba con “E”. “Actitú” es también el nombre de la ropa de deporte de Valentí San Juan, un verdadero referente a nivel motivacional para todos los que nos gustan las experiencias extremas y el deporte. Nos encontramos con tres claros ejemplos de personas que visten sus gafas de abeja, utilizando cualquier oportunidad en forma de flor que se les cruce y dejando el abono para que cumpla su labor de hacer crecer a las flores, sin maldecir nuestra mala suerte si alguna vez pisamos en el lugar equivocado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> En el ajetreado modo de vida actual, en el que las flores y los excrementos (vaya cantidad de sinónimos voy a tener que buscar) se encuentran en esos extensos campos de las redes sociales, nuestra necesidad de adiestramiento en el cambio de gafas se ha hecho aún más importante si cabe. Hablando de redes y del universo de Internet, a continuación comparto algunos consejos sobre cómo mejorar nuestra actitud (como usar la mayor parte del tiempo gafas de abeja):</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">1. Ser agradecido. Expresar gratitud por lo que tenemos es la mejor forma de prepararnos para todo lo bueno que nos falta por llegar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">2. Rodearnos de personas positivas. "Dime con quién andas y te diré quién eres", que dice nuestro sabio refranero.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">3. Plantearnos metas y propósitos. Yo añadiría por pequeños que sean. Mantener viva la llama de la ilusión en el camino de hacer un sueño realidad es una de las mejores medicinas contra el mal olor.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">4. Identificar todo lo bueno que tenemos en la vida. Muy en relación con el punto uno. Gafas de abeja a tope y gracias por las bellas flores que tenemos la dicha de contemplar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">5. Realizar actividad física. Los que me conocéis sabéis que poco más necesito añadir. “Mens sana in corpore sano”, si acaso. El latín parece que le da más solemnidad. En su justa medida, como todo en la vida, aunque para algunos nunca nos sea suficiente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">6. Leer libros o escuchar música que nos aporten experiencias positivas. O publicaciones como estas. Puestos a escoger…</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">7. Buscar apoyo cuando lo necesitemos. "Si caminas solo llegarás rápido, si caminas acompañado llegarás más lejos". Esta sabia enseñanza de Confucio cobra más sentido si entendemos que la vida va sobre llegar lejos, no sobre terminarla antes…</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> Espero que estas líneas de este mes os ayuden a que os coloquéis las gafas adecuadas y sobre todo a que os quitéis las erróneas. Cierro también con Melendi, con su canción “Quítate las gafas”. Gracias como siempre por vuestro tiempo y seguimos hacia el ecuador de 2023.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">“Hoy el cielo, en mi lucha, es quitarme para siempre</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">esas gafas que se usan, para convertir en gente a</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">cada persona que ves, si decido llamar raro al diferente</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">es porque no me quiero ver…”</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhnzXcjmCtRfvJSOo6lFDchU1_58PKNTcIMzJlhe41NhTRNwiEl9dwo_iPO6h3JzAKMBqQ34h_RPinBsc8lHVrdGRJzTwjGLBuJYhZzQxK4oo-N2aLlZMG7mKFfDzt9ivdqSych6W_hqAulTZQsPUeFek7FskGtbI8gQuVf826U6ytl1vc3QANp2vdCtA"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhnzXcjmCtRfvJSOo6lFDchU1_58PKNTcIMzJlhe41NhTRNwiEl9dwo_iPO6h3JzAKMBqQ34h_RPinBsc8lHVrdGRJzTwjGLBuJYhZzQxK4oo-N2aLlZMG7mKFfDzt9ivdqSych6W_hqAulTZQsPUeFek7FskGtbI8gQuVf826U6ytl1vc3QANp2vdCtA=w400-h353" /></a></div><div class="adL" style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"><div class="im"><p></p></div></div>Cholejahttp://www.blogger.com/profile/09753939393474339943noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5945967608514831077.post-53593310694659915012023-04-19T12:16:00.000-07:002023-04-19T12:16:46.864-07:00LA VIDA EN BUSCA DE SENTIDO<p> <span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">Andaba
buscando publicación para el mes de abril, sin mucho éxito. Estaba preocupado
por si me lo hubiesen robado del calendario como le ocurrió a Sabina, </span><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">cuando comenzaron a llegarme señales apuntando
en la misma dirección.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Lo
primero fue recibir en una aplicación del móvil de resúmenes de libros una
reseña del magistral “El hombre en busca de sentido”, del también genial Víctor
Frankl. Acceder al esquema de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>esta obra
que ya había leído en un par de ocasiones me permitió disfrutarla de nuevo
desde una óptica distinta. Volveremos después sobre este punto.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Aún
no lo tenía muy claro, cuando mi amiga Ana Rubio me envió el enlace a su
publicación mensual, que este mes trata sobre “Ikigai” y la cosa cambió. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ana fue compañera de la formación de Search Inside
Yourself de la que ya he hablado en otras ocasiones. Sus contribuciones son
siempre muy inspiradoras y agradecidas. Dos señales tan seguidas sobre el “sentido”
tenían que significar algo. Aunque no existe una traducción literal para
“Ikigai”, esta palabra de origen japonés viene a significar algo así como el
propósito, el sentido, el motivo, la razón de ser. Corrijo el pronombre:
nuestro propósito, nuestro sentido, nuestro motivo, nuestra razón de ser. Algo
que bajo mi punto de vista debería ser lo primero (si no sabemos para lo que
estamos aquí ¿tiene sentido lo demás?) se convierte habitualmente en lo último.
Muchas veces es algo que no llegamos a descubrir hasta el final de nuestros
días. Y es algo tan importante que puede incluso suponer nuestra supervivencia
en situaciones extremas. Decía Frankl que “los que tienen un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">por qué</i> para vivir pueden soportar casi
cualquier <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cómo</i>”. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Tener
claridad sobre el “por qué” estamos aquí es una ayuda infalible para una vida
mejor. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Además de la motivación primaria
que parece controlarlo todo, supera el aspecto puramente racional, alcanzando
una convicción más profunda de que uno puede vivir o morir por sus ideales. La
frustración que genera el vivir sin sentido actúa como un auténtico impulsor
del cambio en algún momento de nuestras vidas, y nos lleva a crecer más allá de
lo que habíamos soñado. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Volvemos
a parafrasear al eminente neurólogo austriaco, padre de la logoterapia: “cuando
ya no somos capaces de cambiar una situación, nos enfrentamos al reto de
cambiarnos a nosotros mismos”. El cambio es también crítico en nuestra
supervivencia. Fue Darwin el que dijo que no sobrevivían las especies más
fuertes, sino las que mejores se adaptaban. Y en esa adaptación el cambio juega
un papel fundamental. Un cambio que suele transitar por un camino complicado y
oscuro, donde el sentido puede convertirse en la luz que guíe nuestros pasos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Rematamos
la parte tradicional de la publicación de este mes con otra genial frase de
Víctor: “al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa, la última de las
libertades humanas: la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>elección de la
actitud personal ante un conjunto de circunstancias para decidir su propio
camino”. Tener clara esta libertad es fundamental para poder tener claro
nuestro sentido.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Y
hasta aquí llega lo que es una publicación habitual de mi blog. Un escrito más
breve de lo habitual en el que reconozco que se me puede haber ido un poco la
“pinza” en el fondo y en las formas. Pero como decía antes, todo tiene un por
qué. En los últimos tiempos han llegado a mi vida varias noticias sobre
inteligencia artificial. Concretamente sobre “ChatGPT”, una de sus más
sencillas y llamativas manifestaciones. No he podido resistirme a la curiosidad
y le he pedido un “artículo de 500 palabras hablando sobre la vida en busca de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sentido que incluya frases de Víctor Frankl”.
Y me ha devuelto esto:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“La búsqueda de sentido en la vida es una de
las mayores preocupaciones del ser humano. En la búsqueda de una respuesta, nos
encontramos con las palabras de Víctor Frankl, psiquiatra y superviviente del
Holocausto, quien afirmaba que "el hombre no está en busca de placeres,
sino de un sentido para su vida".<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Frankl creía que el sentido de la vida no es
algo que pueda ser encontrado de forma externa, sino que es algo que cada
persona debe descubrir dentro de sí misma. En su libro "El hombre en busca
de sentido", Frankl narra su experiencia como prisionero en un campo de
concentración nazi y cómo fue capaz de encontrar sentido y propósito incluso en
las condiciones más extremas.<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Uno de los principales mensajes que Frankl
transmitía es que la vida no es solo una búsqueda de felicidad, sino una
búsqueda de sentido. La felicidad, según él, es un subproducto de encontrar un
propósito y una razón para vivir. La vida puede ser difícil, pero si
encontramos un significado, podremos enfrentar cualquier adversidad.<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Frankl también
destacaba la importancia de encontrar un propósito que vaya más allá de uno
mismo. En lugar de centrarse únicamente en la propia felicidad, debemos buscar
un propósito que nos permita contribuir a la sociedad y hacer del mundo un
lugar mejor. En palabras de Frankl, "lo que importa no es lo que esperamos
de la vida, sino lo que la vida espera de nosotros".<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Otro de los conceptos clave de Frankl es la
idea de que la vida tiene sentido incluso en los momentos más difíciles. En su
experiencia en el campo de concentración, Frankl vio a muchas personas perder
la esperanza y rendirse ante las circunstancias adversas. Sin embargo, él descubrió
que incluso en los peores momentos, aún había cosas por las que valía la pena
luchar. En sus propias palabras, "la vida siempre tiene sentido, incluso
en las situaciones más terribles".<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Por último, Frankl nos recuerda que cada
persona tiene la capacidad de encontrar su propio sentido en la vida. No hay
una respuesta universal a la pregunta de qué da sentido a la vida, sino que
cada uno debe descubrirlo por sí mismo. Como dijo Frankl, "el hombre no
debería preguntar qué es el sentido de la vida, sino que es él quien está
siendo cuestionado por la vida".<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">En conclusión, la vida en busca de sentido
es una búsqueda constante en la que cada persona debe encontrar su propio
propósito y razón para vivir. Las enseñanzas de Víctor Frankl nos recuerdan que
el sentido de la vida no se encuentra en la felicidad o el éxito externo, sino
en el descubrimiento de un propósito que vaya más allá de uno mismo y en la
capacidad de encontrar significado incluso en los momentos más difíciles. En
última instancia, es responsabilidad de cada uno de nosotros encontrar nuestro
propio camino y darle un significado a nuestra vida”.<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">De locos. Me
lo tomaré como un reto y seguiré intentando mejorar para no ser superado por la
máquina… Creo que esto es lo que nos espera. Habrá que adaptarse a los cambios
para sobrevivir. No queda otra.<o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Este mes acompaño mi publicación con una imagen sin sentido ninguno que me devuelve una conocida APP, jugando con mi cara y con el término "inteligencia artificial". A pesar de su teórica inteligencia, ha tenido a bien colocarme pelo, rosa, pero pelo al fin.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Gracias por
vuestro tiempo como todos los meses, de mi parte y de parte de “ChatGPT”. Nos
“vemos” en Mayo, aunque a estas alturas no tengo nada claro quién escribirá la
publicación…<o:p></o:p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJ4WibsUPG57vPcisSFGbhQM5g8I1XY_24SbVnKc3u9MD0JbTXXpOJU_gWJ7hd9yvXLNRqQrcNf5p_-Rd7ObplczBRsohHkSe0JJRZ9XHgi7cc16ahDvLcl_spCgquYNeW7KJemFT11P0kRoapOkyqAVcWEHo1slfPnOI_m8UThW3WiKiiDg0SRCeZZQ/s720/WhatsApp%20Image%202023-04-19%20at%2013.22.53.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="720" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJ4WibsUPG57vPcisSFGbhQM5g8I1XY_24SbVnKc3u9MD0JbTXXpOJU_gWJ7hd9yvXLNRqQrcNf5p_-Rd7ObplczBRsohHkSe0JJRZ9XHgi7cc16ahDvLcl_spCgquYNeW7KJemFT11P0kRoapOkyqAVcWEHo1slfPnOI_m8UThW3WiKiiDg0SRCeZZQ/w400-h400/WhatsApp%20Image%202023-04-19%20at%2013.22.53.jpeg" width="400" /></a></div><br /><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /></p>Cholejahttp://www.blogger.com/profile/09753939393474339943noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5945967608514831077.post-89650841307247167132023-03-14T02:20:00.000-07:002023-03-15T06:38:30.251-07:00ENSAYO Y ERROR. MI ÚNICA FORMA DE APRENDER<p> <span style="text-align: justify;">Publicación del mes de Marzo en
la que comparto una de las constantes en mi vida, la del error. Si hay algo en
lo que soy un auténtico especialista es en equivocarme. Como me gusta decir,
porque suelo hacer muchas cosas, me equivoco en muchas de ellas. Si no hiciese
nada, me equivocaría menos, aunque pienso que no hacer nada es una de las
formas más peligrosas de errar, porque te priva del beneficio del aprendizaje. Aprovecho
para decir que no tengo ningún problema en pedir perdón cuando lo hago, por si
juega a mi favor.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> Seguro
que otros pueden aprender con el mero uso de la lógica, el razonamiento y la
deducción, pero yo soy de los que necesita el duro golpe del error para
aprender la lección. No me da vergüenza reconocer que, dependiendo de la
lección, a veces necesito que el golpe sea lo suficientemente considerable o
incluso repetitivo. Como decía mi abuelo hay gente “pa tó”.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> Escojo
tema para este mes porque me vuelve a llegar de forma causal la frase de
Michael Jordan que tantas veces he escuchado: “He fallado más de 900 tiros en
mi carrera, he perdido casi 300 partidos, 26 veces han confiado en mí para el
tiro ganador y lo he fallado, he fracasado una y otra vez en mi vida y por esto
tengo éxito”. Nada que objetar a las palabras de una de las mayores estrellas
que ha dado el deporte a lo largo de su historia. Si acaso al traductor, que
creo que de forma errónea utiliza el verbo “fracasar” cuando en la versión
original en inglés se habla de “fail” (fallar). He leído en más de una ocasión,
aunque no consigo localizarlo ahora, que no existe una traducción literal para “fracasar”
en inglés, porque los anglosajones no reconocen ese matiz tan negativo en el
error. La Rae define en su segunda acepción el fracaso como un “suceso
lastimoso, inopinado y funesto”, algo donde es difícil encontrar algún atisbo
de positividad. El fallo, sin embargo, se define como “falta, deficiencia o
error”, algo con aparentemente menos
carga negativa.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> Yo
he fallado muchísimo más que Jordan. Tanto que he perdido la cuenta. Aunque
reconozco que he evolucionado bastante menos que él siempre he intentado
aprender de mis innumerables fallos. En uno de los aspectos en los que más me
equivoqué sin duda fue en la relación con mi padre, y creo que gracias a ello
he intentado dar lo máximo en mi relación ahora con mis hijos. Me sigo
equivocando, y diariamente, pero con el firme objetivo de seguir aprendiendo y
mejorar, aunque sea poco.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> En
el aspecto profesional, desde muy joven tuve la oportunidad de tener gente a mi
cargo, lo que me dio la oportunidad también de compartir con ellos mi particular
visión acerca del error. Posiblemente porque siempre fui consciente de mi
propensión al fallo, intenté buscar un lado positivo al mismo y compartirlo con
mi equipo. Siempre digo a los que tengo a mi alrededor que se equivoquen, que
traten de aprender de los errores y de no repetirlos, al menos en demasiadas
ocasiones. Contamos con que el “hombre es el único animal que tropieza dos
veces en la misma piedra”, con lo que doy por hecho que la mayoría de las veces
un solo error no es suficiente para aprender. A aquellos que presumen acerca de
que sus equipos no se equivocan nunca, o que lo hacen muy poco, siempre les
argumento usando la teoría de la relatividad. El error no debería considerarse
de forma absoluta. Una persona que hace cien cosas al día y se equivoca en diez
no debería ser minusvalorada en relación con otra que sólo lleva a cabo dos
tareas, y se equivoca en una de ellas. Si perdemos de vista el alcance total,
caeríamos en el error de decir que nuestro primer sujeto se equivoca diez veces
más que el segundo, cuando está haciendo cincuenta veces más (“falla” en un
diez por ciento, en contra de la segunda que lo hace en un cincuenta por
ciento). Y además de esta realidad numérica (o cuantitativa) también existe
otra relatividad cualitativa. Nada es tan grave como parece y si el error tiene
una función didáctica nuestra única preocupación debería ser no repetirlo en el
futuro (a menos que no hayamos sido capaces de aprender la lección).<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> También
leí en cierta ocasión que la forma más fácil de convertir a un niño en un ser
extraordinario es motivarle cada vez que se equivoque, en lugar de reprenderle.
Si fomentamos el error como fuente de aprendizaje, a esas edades su desarrollo
sería infinito. Desgraciadamente, nadie quiere que su hijo sufra las duras
consecuencias del error, y tratamos de evitárselas a toda costa. También
escuché en cierta ocasión al gran Emilio Duró que una forma bastante fiable de
vaticinar el nivel de éxito en la vida de un niño es ver si sus padres dejan
que se levante solo cada vez que se cae cuando está comenzando a andar. Si
reconoce los fallos como posibilidades para mejorar, y sobre todo si asimila
que no depende de nadie para hacerlo su trayectoria se presume importante.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> Decía
mi recordado Maestro de Tai Chi Chuan Juan Lu “que las piedras con las que
tropieces sean tus apoyos para levantarte”. Una
bonita metáfora sobre la importancia y la función del error. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> A
modo práctico, os muestro algunos consejos que he podido recopilar y que nos
pueden ser útiles a la hora de aprender de nuestros propios errores. Si los
veis interesantes en próximas publicaciones podré profundizar en este novedoso método de investigación.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"></p><ul><li><span style="font-family: Wingdings; mso-bidi-font-family: Wingdings; mso-fareast-font-family: Wingdings;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variation-settings: normal; line-height: normal;"> </span></span>Reconoce
el error: Aceptar que se cometió un error es el primer paso para aprender de
él. A veces puede ser difícil aceptar un error, pero es importante ser honesto
contigo mismo para poder seguir adelante.</li><li>Analiza
lo que salió mal: Identifica qué salió mal y cómo sucedió. Trata de ser
objetivo y ver la situación desde diferentes perspectivas. También es
importante no culpar a los demás, asume la responsabilidad de tus acciones.</li><li>Busca
una solución: Una vez que identifiques lo que salió mal, piensa en soluciones
que puedas implementar para evitar que suceda de nuevo. Si no estás seguro de
cómo resolver el problema, busca ayuda de alguien de confianza.</li><li>Aprende
de la experiencia: Toma nota de lo que aprendiste del error y cómo puedes
aplicar ese aprendizaje en el futuro. Trata de ser más consciente en el futuro
para evitar cometer el mismo error.</li><li>Sé
amable contigo mismo: Aprender de los errores puede ser doloroso, pero es
importante ser amable contigo mismo durante el proceso. Recuerda que todos
cometemos errores y que lo importante es aprender de ellos.</li><li>Sé
persistente: Aprender de los errores es un proceso continuo. No te rindas si
vuelves a cometer un error, sigue trabajando en mejorar y aprendiendo de tus
errores.</li></ul><!--[if !supportLists]--><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><o:p></o:p></p>
<span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"> </span>Abrevio también este mes. Lo bueno, si breve y sin errores (o con pocos) doblemente bueno. Espero que os haya gustado y no haberme equivocado mucho. Si lo he hecho, espero al menos haber aprendido la lección para no repetirlo en el futuro.<div><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSiHpazKViuiexk7rgZEXi957j8TmHky9xtrAwxuL1rtM1owTJO5kxY8dpN7BUM-Ipeds_2Lgmwnbr8gT3KWMnqzQGrUWYw_B7g7RlUoi6z-_fhy3_KpkH78I2PTYqDI492weuwqQ1cdUzu11V7LHf7RkAoozUuaNsep7Xk04awHKwo4Lkj1NXk6zqog/s635/image.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="422" data-original-width="635" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSiHpazKViuiexk7rgZEXi957j8TmHky9xtrAwxuL1rtM1owTJO5kxY8dpN7BUM-Ipeds_2Lgmwnbr8gT3KWMnqzQGrUWYw_B7g7RlUoi6z-_fhy3_KpkH78I2PTYqDI492weuwqQ1cdUzu11V7LHf7RkAoozUuaNsep7Xk04awHKwo4Lkj1NXk6zqog/w400-h266/image.png" width="400" /></a></div><br /><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>Cholejahttp://www.blogger.com/profile/09753939393474339943noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5945967608514831077.post-76902573040147959182023-02-23T05:25:00.000-08:002023-02-23T05:25:21.978-08:00EL IMPERIO DE LOS SENTIDOS<p style="text-align: justify;"> <span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span style="text-align: justify;">Continuamos con las publicaciones
no tradicionales en este 2023. El mes más corto del almanaque nos deja como sugerente
título esta película de Nagisa Osima estrenada en España en los mágicos ochenta.
Seguro que a todos los de mi generación les trae muy buenos recuerdos. Momentos
inolvidables. De todas formas, haciendo uso del “quiebro”, ese recurso tan
propio de las letras de muchas agrupaciones carnavaleras que tienen en este mes
su época favorita del año, no voy a hablar sobre la película anterior ni sobre
el género al que pertenece.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Este
mes quiero reflexionar sobre los sentidos. Y no hablo de los sentidos que la
RAE define como la recepción y el reconocimiento de sensaciones y estímulos que
nos llegan a través de la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto. No. Quiero
usar un significado más amplio, que recoge acepciones como el sentido común, el
del humor, el del ridículo… en concreto me gustaría centrarme en el del humor y
en el del ridículo, que muchas veces parecen fluir en sentidos (entendido ahora
como orientaciones) opuestos dentro de la misma dirección.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Mi
genial profesor Antonio Garrido, al que suelo mencionar habitualmente, nos dijo
una vez que los dos elementos motivadores más potentes para las personas eran
el humor y el dolor. Si queremos que alguien haga algo no hay nada mejor que
hacer que se divierta y lo pase bien o infringirle dolor (de cualquier tipo)
como consecuencia no deseada y directa de que no acceda a nuestros deseos. Una
auténtica paradoja de la naturaleza humana, que teniendo la posibilidad de
hacer pasar un buen rato al prójimo, en muchas ocasiones (demasiadas quizás) opte
por el plan B. Quizás por ello decidimos llamar al sentido común de esa forma,
aunque en muchas ocasiones se trate del menos común de los sentidos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Hablando
del sentido del humor, no puedo dejar de mencionar a otro de mis Maestros. El
no menos genial Alonso Pulido, que ha desarrollado y puesto en práctica el
concepto de “ahumor” (amor+humor) como forma de vida. Retomando el sentido del
ridículo, del que ya avanzábamos que se movía en sentido contrario al del
humor, Alonso muestra como permanente indumentaria un chalequillo de llamativos
rombos multicolores. Cuando algunas personas con un sentido del ridículo
bastante más desarrollado que el del humor se asombran, critican o incluso
rechazan el uso del chalequillo, Alonso siempre argumenta, con un exquisito
sentido del humor (y también con una educación innegable) que la principal
diferencia con ellos es que él es capaz de llevar esa prenda, mientras que la
gran mayoría de estos interlocutores no tienen la posibilidad ni la libertad
para hacerlo. Yo me siento muy orgulloso de haberme colocado el chalequillo en
alguna de las mágicas sesiones de formación que organiza.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En
mi caso concreto el paso de los años arrastró las grandes dosis de timidez y
sentido del ridículo que rebosaba en mis años más mozos. Se llevaron
enganchados la mayor parte de mis cabellos, pero es un efecto colateral que he
pagado encantadísimo, y que volvería a pagar sin dudarlo lo más mínimo. En
cuanto al sentido del ridículo siempre digo que mientras que lo que haga no
atente contra los derechos de los demás y no haga daño a nadie, si encima soy
capaz de arrancar aunque sea una simple sonrisa bienvenido sea. Deberíamos
aprender a <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>relativizar más y ser menos
“serios”. Total, en cien años, todos calvos (algunos antes…)<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La
risa es el principal efecto directo del sentido del humor. Tiene un indudable y
contrastado efecto positivo en nuestras vidas. Decía el insigne Freud, padre
del psicoanálisis entre otras cosas, que la risa elimina la energía negativa
del organismo. El córtex cerebral libera unos impulsos eléctricos que hacen que
en menos de un segundo de liberar la risa, los pensamientos negativos queden
bloqueados. Hablando de frases, un curioso proverbio escocés dice que la
sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz. Más que acertado además
en los momentos que vivimos. Rebuscando por la web, he encontrado este decálogo
de efectos beneficiosos de la risa, que no he podido dejar de compartir:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><span style="font-family: Symbol; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span></span><span style="text-indent: -18pt;">Mejora la tolerancia al dolor, debido a la
generación de endorfinas. Estudios confirman hasta un 10% de mayor resistencia
al dolor en personas que ríen habitualmente.</span><br /><span style="font-family: Symbol; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Combate el estrés. Además de endorfinas, también
se generan dopaminas y se reducen los niveles de cortisol.</span><br /><span style="font-family: Symbol; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Mejora el sistema inmunológico y previene
enfermedades, también porque al reducir el cortisol se liberan unos anticuerpos
llamados citoquinas.</span><br /><span style="font-family: Symbol; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Mejora el funcionamiento del sistema vascular.
Estudios científicos revelan que las personas que han sufrido infartos suelen
reír en promedio un 40% menos.</span><br /><span style="font-family: Symbol; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Genera un efecto antidepresivo, al reducir el
estrés, la tensión y la irritabilidad.</span><br /><span style="font-family: Symbol; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Mejora la respiración, al vaciar los pulmones,
como ocurre con las respiraciones profundas.</span><br /><span style="font-family: Symbol; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Mejora las relaciones sociales. Al ser
contagiosa, ayuda a los demás a relajarse y a alinearse con nuestro estado de
ánimo.</span><br /><span style="font-family: Symbol; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Favorece la quema de calorías, elevando hasta un
10% el gasto calórico y la frecuencia cardiaca.</span><br /><span style="font-family: Symbol; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span><span style="text-indent: -18pt;">Mejora la memoria, mediante un efecto de mejora
del aprendizaje y el recuerdo retardado.</span><br /><span style="font-family: Symbol; text-indent: -18pt;">·<span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span></span><span style="text-indent: -18pt;">Fomenta una buena salud mental. Al reírnos de
nosotros mismos (en relación con el sentido del ridículo que hablábamos antes)
nos aceptamos tal como somos, ayudándonos a relativizarlo todo.</span><!--[if !supportLists]--><o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Y como cosecha
propia, creo que reír nos hace más bellos, aunque sea interiormente. Las
neuronas espejo, que controlan el mecanismo cerebral de la empatía, son
decisivas a la hora de dar significado a la expresión risa contagiosa. De
hecho, esta evidencia científica es utilizada por algunos cómicos, que se ríen
para provocar el mismo efecto en su público. Si mi teoría sobre la belleza es
cierta (que todavía no he encontrado prueba en contra) y todos nos contagiamos
de nuestras risas haremos sin duda de este mundo un lugar más bello para vivir.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Hablar de
risas en mi vida es hablar ineludiblemente de mi hijo Pablo. Suya es la foto
que acompaña a esta publicación. En un momento y un lugar donde las risas son
claras protagonistas, como es el Carnaval de Cádiz. Como ya publicaba hace un
año, además de ser la chirigota el ejemplo prefecto de organización de alto
rendimiento, las risas que provoca generan todos los efectos positivos
descritos antes (y alguno más). Yo este año he tenido la oportunidad de vivirlo
en primera persona, y doy buena fe de ello. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Gracias por su
tiempo. Rían hasta que se os desencajen las mandíbulas y hasta que los
abdominales se bloqueen por el dolor. Nos vemos en Marzo. Gracias.<o:p></o:p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjEmEyBmHDVriZqOj6XbBmpgY5HSJX1MPriNLrbe1IQ5QrrUL14Vi-uWiBaNLrjW9JJYoP2K72PpLso_tmJCOWuU3OAQKwCF7Ko958BPJaRqTIZMlMtEO5tNiHzMWDULe8-OSmH6JQ1ZLS6DAC9m9m5kUP9sdhvqd9DbJ-OhUbb7UMUi1y7njvPbDu8w/s4000/20230212_185415.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3000" data-original-width="4000" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjEmEyBmHDVriZqOj6XbBmpgY5HSJX1MPriNLrbe1IQ5QrrUL14Vi-uWiBaNLrjW9JJYoP2K72PpLso_tmJCOWuU3OAQKwCF7Ko958BPJaRqTIZMlMtEO5tNiHzMWDULe8-OSmH6JQ1ZLS6DAC9m9m5kUP9sdhvqd9DbJ-OhUbb7UMUi1y7njvPbDu8w/w400-h300/20230212_185415.jpg" width="400" /></a></div><br /><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /></p>Cholejahttp://www.blogger.com/profile/09753939393474339943noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5945967608514831077.post-8220402889660642722023-01-31T09:06:00.000-08:002023-01-31T09:06:55.141-08:00LA ELECCIÓN<p style="text-align: justify;"> </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">El tema de la
primera publicación de 2023 se resistía más de lo habitual. Con más de ochenta
publicaciones en el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>blog cada vez me
resulta más complicado encontrar un tema original sobre el que escribir. De
hecho este mes la publicación ha nacido justamente sobre la campana…<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Este
mes de Enero hablaré de elección. No preocupaos que aunque el año es el que es,
no es una elección municipal, ni autonómica, ni siquiera general. Mis
reflexiones van por otros derroteros. Y el tema surgió porque en menos de cinco
días escuché hablar a dos fenómenos a los que tengo en muy alta estima, como
son Alonso Pulido y Emilio Duró, sobre el mismo tema. Además tuve la inmensa
fortuna de hacerlo en riguroso directo, en ambas sesiones con un público
bastante reducido y en una cercanía total, como si de un concierto privado se
tratase. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Alonso
y Emilio afirmaban que son los hijos los que eligen a los padres, en una
especie de metáfora o teoría no científica que posiblemente proceda de la
teoría ancestral Kundalini. Esta idea fue recuperada por el Mestro Yogui
Bhajan, y según ella los bebés eligen a sus padres antes de nacer.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Aunque
aparentemente muy alejada de la realidad (o no, porque muchas veces me planteo
cuál es la verdadera realidad, si es que realmente existe, y si no son nuestras
interpretaciones las que conforman lo que realmente aceptamos como tal), esta
teoría defiende que cuando un alma decide reencarnarse lo hace eligiendo el
tipo de vida que desea tener, en función de las lecciones de vida que necesita
aprender. Así, en este imaginario supermercado infinito de padres cada alma
escoge aquellos que mejor podrían servir a su propósito de vida. Tras un primer
viaje espiritual y justo antes de volver a la tierra, el alma decide qué quiere
aprender y cuál será su camino de aprendizaje. Tras esta decisión buscan padres
que sean compatibles con este plan. Por si fuese poca la responsabilidad que
supone ser padre, con esta teoría nos convertimos además en verdaderos Maestros
de estas lecciones de vida para ese alma en proceso de aprendizaje. Esta sería
una interpretación más de la teoría de la causalidad y de que Dios no juega a
los dados, como manifestó el genial Einstein. O como dice mi amigo Alonso
Pulido, una evidencia más de que toda la vida está inimaginablemente bien
organizada. Algo así como la teoría de unir los puntos hacia delante y
entenderlos hacia atrás, que promulgaba Steve Jobs.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Reflexionando
sobre el tema recordé también a mi amigo Andrés Olivares, fundador de la
Fundación Olivares y firme defensor de esta teoría. De hecho, posiblemente fue
a él a quién escuché hablar por primera vez sobre el tema. Andrés perdió a su
hijo de forma prematura y decidió hacer de esta pérdida el impulso que zarandeó
su vida para hacer de la ayuda a los niños enfermos de cáncer y a sus
familiares su propósito vital. Andrés tiene tan claro que fue su hijo quien lo
escogió a él para tan noble motivo, y que esto que conocemos como vida física
no es más que un porcentaje mínimo sobre la vida real, que cuando te lo cuenta
no te permites albergar el más mínimo resquicio de duda. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Todas
estas teorías guardan bastante relación con el aspecto energético del universo
en el que vivimos. Según la física cuántica, un paquete individual de energía
(llamado cuanto) bajo ciertas circunstancias se comporta como una partícula de
materia. Y esto no es teoría. Se evidencia que más allá de todo lo tangible y
material lo que existe realmente es energía. Como dice mi amigo Alonso (otra
vez) en realidad estamos todos huecos. Y si somos ondas de energía, lo de las
vibraciones es obvio que tiene su importancia.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Tenía
ya la publicación medio orientada, pensando permanentemente en el motivo que
podría haber llevado a las almas de mis hijos a escogernos a nosotros como
padres (especialmente a mí, porque a la madre puedo entenderlo) cuando de
momento un pensamiento zarandeó mi mente. ¿Qué fue lo que me llevó a mí a
escoger a mis padres como progenitores? ¿Qué lecciones necesitaba aprender
durante mi tránsito por este mundo material? Esta reflexión me hizo ver muchas
cosas de mi relación con mis padres de otra forma. Porque no todos tenemos la
fortuna de ser padres (en mi caso particular, lo considero como una auténtica
lotería, de lo mejor que lo ha pasado), pero todos sin excepción somos hijos de
alguien (en el buen sentido del término, entiéndase). Como en el caso de los
súper héroes, todo gran poder conlleva una gran responsabilidad, y ser Maestro
de alguien tan amado como los hijos es lo máximo. Además en mi caso particular,
no tengo muy claro que la elección del alma de mis hijos respecto a su padre
haya sido la correcta. Estoy totalmente seguro de que ellos me enseñan a mí
muchísimo más que yo a ellos. Ellos son mis verdaderos Maestros que no se
cansan de darme lecciones diarias de cómo hay que vivir la vida, aunque el
torpe de su padre necesita que le repitan la clase una y otra vez y siga sin
enterarse…<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>No
he encontrado mejor foto para acompañar a esta publicación que ésta de mis
hijos contemplando una maravillosa puesta de sol en el Palmar, en la costa de
Cádiz. Tras escribir estas líneas creo adivinar que estaban comentando sobre la
elección del padre que habían hecho…<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Perdonad
si este mes se me fue un poco la pinza, pero también me hacía ilusión hacer
algo distinto y creo que lo he conseguido. No me he querido extender en exceso
por si a alguien le interesa y quiere destinar su tiempo mejor a reflexionar
que a leer. Como este mes me he retrasado tanto, la de Febrero en breve,
espero.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Gracias
por vuestro tiempo como siempre, en el invertido en leerlo y en el que hayáis
podido usar para dejar volar vuestra imaginación.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCfohTGMKs0Gc8olxOrBvDpdbZh4eZv_p4qVTnUqwPblcc15KvfU0cOnt_-NCzfBtcr9qhyMXwd8lHJzmVpXPh_XzQKuCCab0yidLSbX9qHmH3KoSzWoGXTIn0pEUGq1VnGpX6zXSy3_ytCSgPTsjBOUkEtP7eop8DZuIE6ZpZV4muPJ5xqDk2e4Id2A/s2048/WhatsApp%20Image%202023-01-31%20at%2010.12.49.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1529" data-original-width="2048" height="299" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCfohTGMKs0Gc8olxOrBvDpdbZh4eZv_p4qVTnUqwPblcc15KvfU0cOnt_-NCzfBtcr9qhyMXwd8lHJzmVpXPh_XzQKuCCab0yidLSbX9qHmH3KoSzWoGXTIn0pEUGq1VnGpX6zXSy3_ytCSgPTsjBOUkEtP7eop8DZuIE6ZpZV4muPJ5xqDk2e4Id2A/w400-h299/WhatsApp%20Image%202023-01-31%20at%2010.12.49.jpeg" width="400" /></a></div><br /><span style="mso-tab-count: 1;"><br /></span><p></p>Cholejahttp://www.blogger.com/profile/09753939393474339943noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5945967608514831077.post-32623587720756722212022-12-20T11:50:00.000-08:002022-12-20T11:50:20.814-08:00FELIZ NAVIDAD, FELIZ 2023. SEGUIMOS BUSCANDO...<p> <span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">Llega
la publicación del mes de diciembre, como una prueba más de que el tiempo vuela
(tempus fugit). Ya lo comentaba en el post de Julio de 2021 cuando llegó el
momento de cumplir los 51 años. Año y medio más tarde, no sólo sigue volando,
sino que lo hace cada vez de forma más rápida (movimiento uniformemente acelerado,
creo que se llamaba en Física cuando estudiaba).</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Esta
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tradicional publicación de diciembre
suele ser de despedida del año en curso, de agradecimiento por todo lo vivido y
de preparación para el nuevo año a punto de comenzar. Este mes usaré como hilo
argumental el cuento de “El Buscador” del genial Bucay, sobre el que ya he
escrito también en alguna que otra ocasión. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Es
un cuento sobre una persona que andaba por la vida en constante búsqueda, sin
saber muy bien de qué (un poco como me pasa a mí, y como creo que en cierta
medida nos ocurre a muchos). Este buscador decidió salir en un viaje sin ningún
destino planeado para buscar eso que no tenía nada claro lo que era. En cierta
ocasión llegó a un camposanto. Allí el viajero contempló aterrorizado las
inscripciones de las lápidas en lo que parecía ser un cementerio de niños.
Ninguna de ellas marcaba edades superiores a los once años. Desolado, rompió a
llorar pensando en la terrible maldición que pesaba sobre aquel lugar. Un
anciano al verlo le preguntó si tenía algún familiar allí enterrado. Le
contestó que no, pero que estaba desolado al ver aquel cementerio repleto de
niños… El anciano sonrió y le contestó algo así:</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0px;"><span style="text-indent: 35.4pt;"> </span><i style="text-indent: 35.4pt;">“Tranquilo amigo, no hay ninguna maldición.
Le explicaré… Cuando un joven cumple quince años, sus padres le regalan una
libreta, como ésta que tengo aquí, colgando del cuello, y la costumbre es que
cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abra la libreta y anote en
ella: a la izquierda, qué fue lo disfrutado, a la derecha, cuánto tiempo duró
el disfrute ¿Conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿Cuánto tiempo duró esa
pasión enorme y el placer de conocerla? ¿Una semana, dos? ¿Y después?, la
emoción del primer beso, ¿cuánto duró? ¿El minuto y medio del beso? ¿Dos días?
¿Una semana? ¿Y el embarazo o el nacimiento del primer hijo? ¿Y el casamiento
de los amigos? ¿Y el viaje más deseado? ¿Y el encuentro con el hermano que
vuelve de un país lejano? ¿Cuánto duró el disfrutar de estas situaciones?,
¿horas?, ¿días?</i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0px;"><i style="text-indent: 35.4pt;"> Así vamos anotando en la libreta cada
momento, cada gozo, cada sentimiento pleno e intenso… Y cuando alguien se
muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo
disfrutado, para escribirlo sobre su tumba. Porque ése es, para nosotros, el
único y verdadero tiempo vivido”</i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0px;"><span style="text-indent: 35.4pt;"><i> </i>Esa debería
ser para nosotros la verdadera medida del tiempo. Y el objetivo de nuestras
vidas, que el tiempo disfrutado se acercase en la mayor medida posible a
nuestra edad biológica. Y afortunadamente ésta es la sensación que me queda
mirando atrás hacia los últimos doce meses del calendario. Ha sido un año
espectacular, posiblemente de los mejores de mi vida, aunque eso lo acabo
diciendo casi todos los años. Imagino que mi decadente memoria selectiva me
hace recordar con mayor intensidad los últimos buenos momentos vividos en
detrimento de los menos buenos.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>2022
será un año que recordaré mientras viva. Ha sido un año muy especial a todos
los niveles. En el profesional me ha permitido seguir aprendiendo y conociendo
a gente espectacular a un ritmo de vértigo. Muchas de las horas vividas en el
trabajo, especialmente las experiencias vividas junto a compañeros se han
quedado anotadas en mi imaginaria libreta colgada del cuello.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En
lo personal ha sido aún más espectacular. Los años me van dando la experiencia
que no se puede adquirir de otra forma y todo se contempla desde otro punto de
vista. Estoy en el camino de buscar qué es lo realmente importante en mi vida,
y priorizarla en torno a ello. Para ello tengo que hacer mención especial a mi
familia, que son los que realmente me iluminan en los momentos de oscuridad y
le dan sentido muchas veces a esta aventura llamada vida. Muchos de los
momentos que he anotado en mi libreta las he vivido junto a ellos. Unas
vacaciones inolvidables, y unos momentos vividos cada vez más intensamente. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Quizás aprovechando que uno de los miembros de
la familia ha comenzado a vivir su vida de forma independiente, cerca en
distancia kilométrica de nosotros pero lejos en distancia emocional, porque lo
echamos bastante de menos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En esta línea,
las vacaciones de este año han sido de las mejores que hemos vivido. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>También
mi vida social me ha regalado gran cantidad de horas de calidad que han sido
realmente vividas. Dicen que los amigos son la familia que se escoge, y aquí
también han jugado un papel fundamental en haber completado un año con
matrícula de honor.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>No
podría pasar por alto un agradecimiento a la vida por el espectacular estado de
salud que me ha regalado en este año que se va. No hay mejor lotería que ésta,
y que conste que escribo estas líneas antes del día 22, el día mundial de la
Salud.. Como consecuencia directa me ha hecho vivir uno de los años más intensos
de mi vida deportiva, por llamarla de alguna forma. Maratón de Sevilla, medio
Ironman de Marbella, Desafío Doñana, Ultramaratón de la Vida no oficial y el
culmen de la temporada en la Maratón de Atenas, con un viaje inolvidable que
hizo realidad el sueño de Cristian, y sobre el que ya escribí el mes pasado.
Todas estas pruebas y muchas más que he llevado a cabo, la mayoría de ellas
junto a los Capitanes de Carros de Fuego, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>han ido a engrosar directamente mi cuenta de
momentos realmente vividos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>No
quiero alargar esta publicación mucho más allá del agradecimiento a todos los
que me habéis hecho vivir estos momentos, que sois muchos y muy buenos. A los que
tenéis el detalle de leerme mensualmente, gracias especiales por vuestro
tiempo, como os digo siempre. No creo que estas líneas tengan la calidad
suficiente como para que podáis considerar el tiempo invertido en su lectura
como tiempo realmente vivido, por lo que os lo agradezco especialmente.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Para
finalizar, y como no puede ser de otra forma en la época en la que estamos os
quiero desear una muy Feliz Navidad y todo lo mejor para este inminente 2023,
en el que espero que vuestro contador de momentos vividos alcance la cifra más
cercana posible a los 31.536.000 segundos que esperamos vivir a partir del
próximo 1 de Enero. Y como imagen que acompaña a la publicación, una simpática
(espero) felicitación navideña que me recuerda las casi cuatro horas
intensamente vividas hace poco más de un mes. Feliz Navidad y gracias. <o:p></o:p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0V_t7mgLNzhjXncHG2ouXlZDfx0r3E0vq4nFDRWJfr10dbKOMn5GF8ZFWGcfp53G4C19m3OJgC6s0zoerE5LCI8CSHFGrjCx1XQuwnCYgQHD9Qwl0sdIuZNGQrFiwx2GBR3a2QqUKZ3qVAzgfrw1n68SPkNe46Dyr7D2NuTS3mglNcF5JIT6pRNrXog/s850/XMAS2022DEF.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="478" data-original-width="850" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0V_t7mgLNzhjXncHG2ouXlZDfx0r3E0vq4nFDRWJfr10dbKOMn5GF8ZFWGcfp53G4C19m3OJgC6s0zoerE5LCI8CSHFGrjCx1XQuwnCYgQHD9Qwl0sdIuZNGQrFiwx2GBR3a2QqUKZ3qVAzgfrw1n68SPkNe46Dyr7D2NuTS3mglNcF5JIT6pRNrXog/w400-h225/XMAS2022DEF.jpg" width="400" /></a></div><br /><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p>Cholejahttp://www.blogger.com/profile/09753939393474339943noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5945967608514831077.post-71175480080610366622022-11-13T09:22:00.000-08:002022-11-13T09:22:16.170-08:00CUALQUIER COSA ES POSIBLE (“ANYTHING IS POSSIBLE”). GRACIAS (“THANKS”)<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /> <span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">Utilizo
otra experiencia deportiva para redactar la publicación de este mes. Como ya
adelantaba en Octubre, quería aprovecharla para compartir con vosotros una de
las mayores lecciones que sabía que me iba a regalar el deporte, incluso sin
haberla disfrutado aún. Como el objetivo final del post es hablar sobre sueños,
y </span><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">sobre las posibilidades de que se
conviertan en realidad, he tomado prestado el lema de la compañía para la que
trabajo actualmente. Berlin Packaging enarbola la bandera del “Anything is
posible” como evidencia de que “cualquier cosa es posible”. Este lema coincide
con el usado por la franquicia Ironman. Los que me conocéis sabéis que también
algo me une a ella.</span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Hace
escasamente unas horas que he cruzado la meta de la Maratón de Atenas junto a
nuestro Capitán Cristian y a mi amigo Quinta. Todos los que me conocéis sabéis
de sobra quién es Cristian. Para los que no tengáis el gusto de conocerlo, os
diré que Cristian es mi Amigo, mi Ahijado de Confirmación, el Capitán con el
que muchas veces corro y mucho más que todo eso. Lo conocí gracias a la
Asociación Carros de Fuego, con la que colaboro de vez en cuando y desde
entonces se ha convertido en una pieza más del puzzle de mi vida. En cuanto a
la aventura que nos ocupa, intentaré resumirla al máximo para no extenderme en
exceso.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0px;"><span style="text-indent: 35.4pt;"> Recuerdo que
el año anterior a la pandemia tuve noticia de que un chaval con diversidad
funcional como Cristian había corrido la maratón de Nueva York, y sin
pensármelo dos veces escribí a la organización para ver si había posibilidad de
correr allí con él. La respuesta fue tan automática como tajante: para correr
en NY hay que ser mayor de dieciocho años. Consciente de que el tiempo volaría,
guardé pacientemente el correo durante casi tres largos años y el día 1 de
Enero de 2022 volví a escribir a la organización, feliz porque Cristian cumplía
la mayoría de edad en Agosto y la Maratón era en Noviembre. Sin embargo, por
mucho que lo intenté no obtuve respuesta. Dice uno de los adagios del sabio
refranero español que no hay mal que por bien no venga, y eso explica bastante
bien lo que ocurrió. Mientras seguía enfrascado en localizar un contacto de la
organización que me diese un poco de luz sobre la posibilidad de viajar con
Cristian a la Gran Manzana tuve la oportunidad de acudir a la sede del Comité
Olímpico Español a recoger un premio que la Revista Corredor daba a la
Asociación Carros de Fuego. Otra evidencia más de que el “anything is possible”
se cumplía: un tío como yo recogiendo una distinción en el COE (aunque no fuese
para mí). Allí coincidimos entre otros con Abel Antón y Martín Fiz, que tenían
previsto rememorar su gesta del año 1997. Hace veinticinco años que fueron
campeón y subcampeón del mundo respectivamente en la maratón de Atenas, en una
carrera que recuerda el recorrido de la primera maratón de la historia
protagonizada por Filípides. Fruto de la emoción del momento y de mi poca
vergüenza me lancé al charco y propuse a Martín la genial idea de acudir con un
carro a</span><span style="text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="text-indent: 35.4pt;">Atenas. Y sorprendentemente,
Martín fue tan humano y cercano como lo había sido unos años antes cuando
coincidimos con él en la media maratón de Sevilla. Aceptó el reto y me pasó su
número de teléfono para ponerme en contacto con sus compañeras en Sportravel,
la agencia de viajes con la que colaboran habitualmente.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0px;"><span style="text-indent: 35.4pt;"> Sin entrar en
excesivos detalles para no hacerlo eterno, las semanas y los meses pasaban sin
que apareciese ningún patrocinador dispuesto a colaborar con el viaje al menos
de Cristian y su familia a Atenas. Las puertas no se abrían, pero siempre había
alguna a la que llamar. Mi amigo Alonso Pulido dice que si el plan A no
funciona, debemos ir a por el B, a por el C, a por el D… y así hasta agotar
todas las letras del abecedario. Yo añado de mi cosecha particular que cuando
no funcione el plan Z podemos empezar a combinar letras, como ocurre con las
matrículas de los coches. Lo importante no son las veces que te caes, sino las
que te levantas. Ahí cuento con la ventaja de haber compartido muchos momentos
con Cristian, un auténtico maestro de la superación y la resiliencia.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0px;"><span style="text-indent: 35.4pt;"> Y cuando las
fuerzas comenzaban a flaquear, como si me encontrase en el kilómetro treinta de
la maratón, apareció ante mí un ángel de la guarda disfrazado de mi amigo Justo
para ofrecerme la respuesta a mis preguntas. Apareció cuando menos lo esperaba,
en el momento adecuado para ponerme en contacto con la persona adecuada que
hiciese realidad el sueño de Cristian. Mejor imposible, como la película. Todo
fluyó (sin que realmente yo fuese consciente del tema) hasta que el pasado 14
de Septiembre un mensaje en el buzón de voz de mi móvil dejaba constancia de
que todo estaba resuelto y que Cristian y su familia podrían viajar a Atenas el
fin de semana del 13 de Noviembre, gracias al Banco Santander, empresa también colaboradora
del evento y de estos dos grandes atletas. Todo es posible, si no se deja de
intentar. Una emotiva videollamada a esa familia tan especial que ya forma
parte de mi vida dejó momentos inolvidables. Justo, no viviré lo suficiente
como para darte las gracias.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0px;"><span style="text-indent: 35.4pt;"> Y así, entre
entrenamientos, nervios y otras pequeñas aventuras dentro de esta gran aventura
los días fueron pasando hasta que en la madrugada del 11 de noviembre nos
montamos en el coche de Cristian, cargados de ilusiones y de maletas, y nos fuimos
para Madrid. Los días vividos en Atenas han sido la mejor evidencia imaginable
de que cualquier cosa es posible. Compartir vuelo, comidas, alojamiento y
carrera con dos leyendas vivas de la historia del deporte español como son Abel
Antón y Martín Fiz puede parecer una utopía más que un sueño, pero si crees que
todo es posible, y si no dejas de intentarlo, al final todo sale bien.
Aprovecho para recordar otra frase que me enseñó mi amigo Alonso que dice que
al final todo sale bien, y si no sale bien es que todavía no es el final.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0px;"><span style="text-indent: 35.4pt;"> No quiero
aburrir a lectores “no deportivos” con detalles sobre la carrera. El verdadero
sentido de esta publicación es compartir mi lección sobre la posibilidad real
de materializar los sueños. El “Anything is posible” que muchos detractores de
“Mr. Wonderful” atacan por su interpretación literal debe entenderse en un
sentido amplio y sobre todo debe ser usado para ser puesto en comparación con
su opuesto: El “Impossible is nothing” que popularizó Muhammad Ali y que
posteriormente Adidas tomó como slogan. Curioso, ¿no?</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0px;"><span style="text-indent: 35.4pt;"> Además del
sentido “didáctico y motivador”, la publicación de este mes tiene una función
claramente de gratitud. No puedo dejar pasar la oportunidad de dar las gracias
a todos y cada uno de los que habéis puesto vuestro granito de arena para
construir esta inmensa montaña. Decía la madre Teresa de Calcuta, en otra frase
que me encanta, que “a veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota
en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota”. Aún a riesgo de no
mencionar a muchas gotas de este inmenso océano, quiero dar las gracias
especialmente a Cristian por ser el protagonista de este sueño, y haberme
permitido formar parte de él. A su familia por ser un modelo inspirador para
todos y por haber hecho la experiencia aún más inolvidable si cabe. A mi amigo
Quinta, porque pudiendo ser un corredor de los buenos, ha preferido su carrera
como impulsor y me ha llevado en volandas por este histórico recorrido, como
hace siempre. A mi amigo Justo, porque como decía antes fue la pieza clave que
abrió la puerta que jamás pensaba que se abriría. A todo el equipo del
Santander, por habernos acogido de forma espectacular. A Abel y Martín y a todo
su equipo, por la misma razón. A todos los capitanes, familiares, impulsores y
miembros de la directiva de Carros de Fuego, por su apoyo constante e
incondicional. No hemos de olvidar que el fin último de este sueño es
visibilizar y normalizar la condición de estos chavales con diversidad
funcional, para demostrar todo lo que pueden hacer. A nivel particular quiero
agradecer a mi familia que son imprescindibles en todas estas locuras, porque
sé que siempre están ahí, aunque no las compartan. Tampoco puedo olvidar a mi
amigo Pako, que ha logrado sacar lo mejor de mí</span><span style="text-indent: 35.4pt;">
</span><span style="text-indent: 35.4pt;">para alcanzar en Atenas el mejor momento físico de mi vida, a pesar de
mi edad. Gracias infinitas a todos, y disculpas a todo al que mi frágil memoria
y el limitado tamaño de esta publicación hayan dejado fuera del agradecimiento
expreso.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 0px;"> No he encontrado mejor foto que esta representación de la alegría infinita tras cruzar la línea de meta. Y es que la maratón es una auténtica metáfora de la vida, dura pero bella.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Como
os dejaba caer antes, a pesar de la extensión de este mes, la aventura daría
para casi escribir un libro. Nunca se sabe. Ya sabéis: “Anything is posible”.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Muchísimas
gracias por vuestro tiempo como siempre y volveré el mes que viene para
despedir a este 2023 que ya se marcha…<o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLChPGg0NINJZFdOBBxEetojVdA-vJlzTdZhO_lmaN9BZa_hjPaJR-lIH_i6MNhnWqmp3MFDrcf4yRPTiGT6gOqqHUx7xbcgXrYEnMhexifKS_A9zdyLc8oldIU3VQoZ1zHU0kzjiF0Az8q5BiLGR7wbAP5Ntqn3-xwkLPb8AGAptj-pWzChVzeQ3lwA/s2771/20221113_192041.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2304" data-original-width="2771" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLChPGg0NINJZFdOBBxEetojVdA-vJlzTdZhO_lmaN9BZa_hjPaJR-lIH_i6MNhnWqmp3MFDrcf4yRPTiGT6gOqqHUx7xbcgXrYEnMhexifKS_A9zdyLc8oldIU3VQoZ1zHU0kzjiF0Az8q5BiLGR7wbAP5Ntqn3-xwkLPb8AGAptj-pWzChVzeQ3lwA/s320/20221113_192041.jpg" width="320" /></a></div><br /><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p>Cholejahttp://www.blogger.com/profile/09753939393474339943noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5945967608514831077.post-21684649958775100782022-10-11T22:56:00.002-07:002022-10-11T22:56:37.355-07:00SALIENDO DE LA ZONA DE CONFORT, AUNQUE SEA A EMPUJONES…<p> <span> </span><span> </span><span> </span><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Vuelvo a tirar
de metáfora deportiva en la publicación de octubre, aprovechando mi experiencia
del primer día del mes. Hoy, para cambiar un poco el paso, comenzaré por el cuento
que a veces suelo utilizar en mis narraciones.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Como esto va
sobre salir de la zona de confort, no he encontrado mejor historia para
ilustrarla que el suceso que ocurrió en la piscina repleta de cocodrilos de la
mansión de un millonario. Cuentan que un excéntrico adinerado, en una de las
típicas fiestas de la alta sociedad de la que era anfitrión, tuvo la feliz idea
de prometer un premio sin límites a aquel que tuviese la osadía de lanzarse a
la piscina y cruzarla luchando con los hambrientos reptiles. Aún no le había
dado tiempo de finalizar la frase cuando un estruendoso grito finalizó en una
zambullida. A partir de ahí, gritos, chapoteos, castañear de dientes de
cocodrilo y toda una sinfonía de desagradables ruidos que finalizaron con la
respiración entrecortada de un joven que salía arrastrándose por el otro
extremo de la piscina con la ropa (y parte de la piel) destrozada a jirones.
Con la cara desencajada por el esfuerzo y por el pánico, poco a poco fue
incorporándose, con la mirada perdida en el otro extremo de la piscina. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Cuando el
propietario de la piscina (y de los cocodrilos) llegó a su altura para
concretar con él la definición de su premio, tuvo lugar una conversación
similar a ésta:</p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: 2.25pt;">- Enhorabuena, jovenzuelo. Toda una demostración de valentía y
determinación que le ha llevado a pedir cualquier premio que pueda desear. ¿Una
mansión, un yate, un coche exclusivo, quizás…?<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">El joven
negaba con su cabeza, como clara muestra de rechazo a todo lo que le estaban ofreciendo.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>- ¿Dinero? ¿Una vuelta al mundo quizás? ¿Un
viaje al espacio?<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">El joven
continuaba negando, sin apartar la vista de la orilla de la piscina.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>- Entonces, ¿qué es lo que quieres? ¿A cambio
de qué has puesto en juego tu vida?<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">- Lo único que
quiero es saber quién ha sido el mal nacido (eufemismo) que me ha empujado a la
piscina…”<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">¿Por qué se
tiró el protagonista a la piscina? Resulta obvio. Porque lo empujaron.
Posiblemente ese joven nunca hubiese sido capaz de cruzar la piscina sin ese empujón.
Seguro que hubiese pensado que para él era algo imposible, y además ni siquiera
lo hubiese intentado. Se sentía más que cómodo en su posición de privilegiado
espectador, a la espera de que algún loco saltase y tuviese la oportunidad de
disfrutar del espectáculo. Sin embargo, el empujón le llevó a cambiar de forma
radical su status quo. Había llegado vivo al otro extremo de la piscina, y
ahora una maravillosa oportunidad se abría ante sus ojos: pedir un deseo al
excéntrico millonario, como Aladín con el genio de la lámpara.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Guardando las
distancias, algo parecido fue lo que me ocurrió a principios de mes con la
prueba deportiva en la que competí el día 1 de octubre, y en la que jamás
hubiese imaginado participar. El Desafío Doñana es una prueba combinada,
similar al triatlón, pero con algunas características que la hacen muy
singular. 80 kilómetros en bicicleta, con salida y meta en la bella localidad
gaditana de Sanlúcar de Barrameda, cruce del río Guadalquivir por su desembocadura
y 20 kilómetros de carrera a pie por el inigualable entorno natural del Coto de
Doñana. Destacan el cambio de orden de los segmentos (primero en bicicleta y
después natación), el cruce de la desembocadura de un río en el sector de la
natación, la carrera a pie por la arena de la playa en un escenario más que
privilegiado, y sobre todo un sector de bicicleta, que a pesar de la distancia,
se desarrolla en pelotón, y no de forma individual como es lo habitual en estas
distancias. Es precisamente en este segmento donde se encontraban los cocodrilos
que abarrotaban mi piscina mental. Acostumbrado a entrenar la bici siempre en
solitario, me aterraba la idea de verme inmerso en un pelotón junto a trescientas
personas (curioso, trescientos como el número de espartanos que liderados por Leónidas
desafiaron al numeroso ejército del rey Jerjes en la sangrienta y épica batalla
de las Termópilas, abandonando totalmente su zona de confort)<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Acomodado como
estaba en mi zona de confort deportivo, mi respuesta acerca de la carrera
siempre era la misma: “Ni me planteo participar en una prueba en la que se nada
después de recorrer 80 kilómetros en bicicleta a una velocidad de locos dentro
de un pelotón”. Incluso me atrevía a presagiar alguna tragedia algún día, en
base a las negativas experiencias que me llegaban de algunos acomodados también
en la zona de confort. Las caídas en el <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sector
de bicicleta, la traicionera corriente del río y los temidos calambres en las
piernas provocados por el orden de los dos primeros segmentos y por la
superficie de la carrera a pie eran mis particulares cocodrilos más hambrientos
y agresivos, destacando especialmente el de la bici, como comentaba
anteriormente.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Una vez
establecida la metáfora con los cocodrilos y la piscina, sólo queda ahora definir
al bien nacido que me empujó, y al que tendré que agradecer siempre mi participación
en esta prueba. Mi buen amigo y hermano de la vida Jesús Rey había disfrutado
el año pasado el <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Desafío Doñana 2021, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>habiendo vivido una experiencia muy positiva.
A lo largo de este pasado año, la vida se había encargado de golpearle fuerte,
muy fuerte. Ya decía Silvester Stallone que nada golpea más fuerte que la vida,
y Jesús puede dar fe de ello en sus últimos meses. Cuando me llamó pidiéndome
que lo acompañase este año, no le pude (ni realmente le quise) decir que no. Se
la debía, a él y sobre todo a la persona a la que él iba a rendir homenaje en
la prueba. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Así que no
tuvo que empujarme con fuerza. Bastó colocar su mano sobre mi hombro para lanzarme
al agua, avisando a todos los cocodrilos que iba a por ellos, dispuesto a salir
airoso por el otro lado de la piscina. Así que con menos horas de entrenamiento
de las deseadas (los deportistas, por muy malos que seamos, siempre ponemos
esta excusa por delante) me planté en Sanlúcar de Barrameda dispuesto a dejar
atrás mi zona de confort. Sabía que si lo superaba, algo muy positivo estaría
esperándome fuera. Una frase de George Addair que siempre me ha encantado,
fácilmente adaptable a estas circunstancias, se grababa en mi mente como claro
elemento motivador: “Todo lo que siempre has querido tener está al otro lado
del miedo (fuera de tu zona de confort)”<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Sin entrar en
muchos detalles de la crónica deportiva, sólo quiero decir que los cocodrilos
mordieron, y bien fuerte por cierto. Nada más comenzar a rodar (en un tramo por
cierto neutralizado) con la bici, verme rodeado de tanta gente, a tanta velocidad,
y sabiendo que las posibilidades de salir sano y salvo de allí estaban fuera de
mi capacidad de control (algo que realmente ocurre en todos los ámbitos de la
vida, pero que amplificamos y sentimos especialmente en condiciones
complicadas) se encendieron todas mis alarmas mentales. Tal fue el nivel de
ruido mental que estuve a punto de abandonar una prueba por primera vez <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en mi vida, e incluso antes de la salida
lanzada. Afortunadamente, mi “empujador” Jesús tuvo la habilidad suficiente para
calmarme y adaptarse a mis circunstancias. Tras la salida lanzada me dispuse a luchar
con todas mis fuerzas con mis cocodrilos mentales. La falsa seguridad que me
daba rodar a cola del grupo cabecero (cola de león mejor que cabeza de ratón)
con el arcén libre a mi derecha comenzó a regalarme confianza. Poco a poco mis
negras previsiones sobre una posible caída (como decía Séneca, sufrimos más con
lo que nos imaginamos que por lo que sucede en la realidad) que afortunadamente
no llegó se fueron convirtiendo en confianza, seguridad y en diversión, siendo
esto último lo que básicamente busco en el deporte. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">La verdadera
experiencia no radica en las casi cinco horas de prueba, sino en la enseñanza adquirida,
aplicable a todos los aspectos de la vida. Éste es uno de los principales
valores del deporte. Lo que aprendes practicándolo lo puedes aplicar en tu día
a día, y la intensidad de la experiencia hace que se quede grabados a fuego y
que no se olvide. La satisfacción y el bienestar experimentados al cruzar la
línea de meta justificaron con creces los mordiscos y arañones que me llevé al
dejar atrás la zona de confort. La lección ya la sabía a nivel de teoría, pero
tenía que vivirla para interiorizarla. Dentro de esta zona se está cómodo, como
su propio nombre indica, pero las cosas más maravillosas suceden cuando la
traspasamos. Y si nuestros miedos atenazan nuestros músculos y no nos permiten saltar
fuera, siempre es aconsejable una mano amiga que nos lance al vacío. Leí una
vez que cuando la vida te empuja al borde del precipicio, en realidad sólo te
está dando la oportunidad de que aprendas a volar.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Como foto que
ilustra la publicación de este mes, una instantánea de la prueba en la que se
me ve a años luz de mi zona de confort, disfrutando e incluso tirando del
pelotón como si llevase toda mi vida haciéndolo. Momentos antes, estaba con la
cabeza hundida en el manillar, y los brazos más tensos que los tirantes de un
puente. Jesús, mi "empujador" oficial parece sorprenderse y disfrutar
igual que yo por mi evolución en tan solo unos minutos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Gracias por
vuestro valioso tiempo como siempre. Como consejo final (aunque tengo muy claro
que no soy nadie para darlos) salten al vacío y dejen atrás la aburrida zona de
confort. Y si no pueden hacerlo por sí mismos, que alguien les empuje. Se lo
agradecerán eternamente, estoy seguro.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">El mes que
viene, si todo va bien, prometo volver con otra lección del deporte,
posiblemente de las mayores que me ha dado en todo el tiempo que llevo
practicándolo.<o:p></o:p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLuWljdOHiIw4uBKuBAjXXNdxe3U7Dom8vnnXhNeqo12qKjwrOL-5vOkZOSaV62s2pAwOophLCd2ibXx0fATtbMsWr73h94CBwAP9CcPY6hxCUVkP9QlGq2SsiYV7dsUz15xcOhVuRdP3XCrYMDv2koX2H8m9hY3AnCqIRLT9PtB4i-YoK8g1J3ZAHVA/s1100/IMG_20221004_193905_710.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="733" data-original-width="1100" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLuWljdOHiIw4uBKuBAjXXNdxe3U7Dom8vnnXhNeqo12qKjwrOL-5vOkZOSaV62s2pAwOophLCd2ibXx0fATtbMsWr73h94CBwAP9CcPY6hxCUVkP9QlGq2SsiYV7dsUz15xcOhVuRdP3XCrYMDv2koX2H8m9hY3AnCqIRLT9PtB4i-YoK8g1J3ZAHVA/w400-h266/IMG_20221004_193905_710.jpg" width="400" /></a></div><br /><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><br /></p>Cholejahttp://www.blogger.com/profile/09753939393474339943noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5945967608514831077.post-63429628988415636752022-09-15T05:27:00.003-07:002022-09-15T05:27:56.990-07:00DELEGANDO, QUE ES GERUNDIO...<p><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Llegó
el mes de Septiembre, el de la vuelta al cole, al trabajo a la odiada y a la
vez amada rutina. En una especie de Año Nuevo, volvemos con las pilas cargadas
para encarar esos cuatro últimos meses que nos quedan antes de finalizar el
año. Septiembre es para muchos el mes de los buenos propósitos (de hecho es,
junto con el mes de Enero<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el mes récord
de matriculaciones en la mayoría de los gimnasios, aunque no el de mayor
asistencia), el de comenzar el curso escolar que finalizará de nuevo a las
puertas de esas añoradas vacaciones que la mayoría ya hemos dejado atrás, el de
esas colecciones “incoleccionables” que empiezan con una entrega a precio casi
simbólico para posteriormente convertirse en un gasto poco menos que
inasumible. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En
mi caso particular Septiembre de 2022 será un mes muy especial. La vuelta al
cole (más bien la entrada en la Universidad) supone para mi hijo Pablo el
inicio del camino de su independencia. Aunque estará cerca y nos visitará con
bastante frecuencia (espero) seguro que su marcha será un importante cambio en
nuestras vidas. Y pensando en este adiós he estado reflexionando sobre una
frase de Johann Wolfgang von Goethe (según Wikipedia un escritor alemán
perteneciente al romanticismo, que leí una vez y que me encantó: «Solo hay dos
legados duraderos que podemos esperar dar a nuestros hijos. Uno de ellos es
raíces, el otro, alas». Esta frase, tan bonita de escuchar (al menos a mí me lo
parece) creo que resume a la perfección la difícil tarea de ser padre. Las
raíces le proporcionarán estabilidad, conexión con la tierra, tan necesaria
para saber quiénes son y de dónde vienen. Acerca de las raíces también creo que
he mencionado en alguna ocasión el relato del bambú japonés, que sirve como
metáfora perfectamente aplicable a la satisfactoria pero a la vez difícil tarea
de educar a nuestros hijos. A continuación os la dejo:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">"Hay algo muy interesante que sucede
con el bambú japonés y que nos enseña una importante lección. Cuando un
cultivador planta una semilla de este árbol, el bambú no crece inmediatamente
por más que se riegue y se abone regularmente.<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">De hecho, el bambú japonés no sale a la
superficie durante los primeros siete años. Un cultivador inexperto pensaría
que la semilla es infértil, pero sorprendentemente, luego de transcurridos estos
siete años, el bambú crece más de treinta metros en solamente seis semanas.<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿Cuánto podríamos decir que tardó realmente
en crecer el bambú? ¿Seis semanas? ¿O siete años y seis semanas? Sería más
correcto decir que tardó siete años y seis semanas. ¿Por qué?<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Porque durante los primeros siete años el
bambú se dedica a desarrollar y fortalecer las raíces, las cuales van a ser las
que luego de estos siete años pueda crecer tanto en solamente seis semanas.
Además, si en algún punto en esos primeros siete años dejamos de regarlo o
cuidarlo, el bambú muere".<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>¿Cuántas
veces durante la vida de nuestros descendientes nos desesperamos porque todas
nuestras lecciones (nuestros riegos, abonos y cuidados) parecen caer en saco
roto? Sin embargo, llega un día, en que casi sin advertir cómo el suelo se está
resquebrajando, esa semilla explota y la planta crece mucho más allá de lo que
nosotros hemos sido capaz de crecer.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Y
hablando de crecer aún más que nosotros vuelvo a la frase de Goethe. Porque no
sólo debemos dejar raíces en herencia, también alas. Y la función de las alas
es permitirles volar más alto de lo que jamás lo hicimos nosotros. En mi caso
en particular, no sé cómo han sido las raíces que haya podido dejar, pero tengo
claro que sus alas son mucho mejores que las mías. Recién cumplida su mayoría
de edad, Pablo ya ha llegado mucho más lejos que su padre en muchísimos
aspectos, y estoy seguro que lo mejor le está por llegar…<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>A
estas alturas de la publicación, muchos os preguntaréis que tiene que ver el
título de este mes (“Delegando que es gerundio…”) con los hijos, con el bambú y
con Goethe. En mi caso, creo que bastante. Dejar volar a los hijos cuando llega
su momento es lo más parecido a delegar, incluso teniendo en cuenta que se
trata de vivir la importante tarea que estamos delegando.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Esta
vez, en lugar de acudir a la RAE como hago habitualmente, voy a tomar la
definición del Oxford Language, que me gusta más: “Dar [una persona o un
organismo] un poder, una función o una responsabilidad a alguien para que los
ejerza en su lugar o para obrar en representación suya.” Reconozco que me
llamaron poderosamente la atención las palabras poder y responsabilidad juntas
en la misma frase. No pude evitar acordarme del principio de Peter Parker, en
el que Spiderman<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>confirma que “un gran poder
conlleva una gran responsabilidad”. Principio, que por cierto, proviene del
siglo I a.C. como parte integrante de la leyenda de la Espada de Damocles. Dejando
a un lado consideraciones históricas, éste quizás sea uno de los principios
esenciales de la delegación. Estamos dando poder a la otra persona para que
actúe de nuestra parte, pero también le estamos cediendo la responsabilidad y
la autonomía para llevar a cabo la tarea delegada. Esa cesión de
responsabilidad puede considerarse incluso como temporal, porque si la
delegación no sale bien, la responsabilidad volverá como un boomerang hacía
nosotros para responder por ello.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La
delegación tiene dos implicaciones principales:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->La posibilidad que los delegantes puedan
optimizar su rendimiento, dedicándose a tareas de mayor nivel al liberar su
tiempo con las tareas delegadas.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->La confianza que transmitimos a nuestros
delegados al ceder nuestras funciones para que actúen en nuestro lugar.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">Rendimiento y
confianza son dos pilares básicos de la<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>vida, no solo profesional, sino también de la personal, de ahí la
importancia del tema. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">Como puede
deducirse de la introducción, la publicación está más enfocada en la vida
personal que en la profesional. En mi caso particular, la independencia (relativa,
porque seguirá estando relativamente cerca) de mi hijo supone el culmen a este
proceso de delegación. Delegación de vida, porque al fin y al cabo, le estoy
dando el poder, la función y la responsabilidad de vivir por su cuenta. De
volar, de usar esas alas que son de las pocas cosas que se llevará como
herencia. Confío ciegamente en que lo hará muchísimo mejor de lo que lo ha
hecho su padre, mejorando así la especie. Como dice un amigo mío, no pretendo
dejar un mejor mundo a mis hijos, pero si intentaré dejar mejor hijos a este
mundo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">Delegar en
cierta medida duele, y creo que mucho más en lo personal que en lo profesional,
pero también gratifica. En mi caso particular, la balanza se inclina hacia el
lado positivo, y la gratitud y la satisfacción por verlo volar es mucho mayor
que el dolor que siento al no tenerlo a mi lado.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">Acompaño la
publicación con una imagen cargada de significado para mí. Por primera vez en
su vida, Pablo no pasaba las vacaciones con nosotros. Se iba de voluntario a
unas colonias para atender a niños en circunstancias especiales y ya comenzaba
a volar para hacernos el cuerpo a lo que vendría después. Junto a su equipaje,
su inseparable guitarra, con la que llenará de música y alegría a todos los que
tengan la fortuna de acercarse a él.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">Muchísimas
gracias a todos por vuestro tiempo en la lectura, espero que lo disfrutéis, y
que lo compartáis si hace falta, pero sin llegar a delegarlo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">Nos vemos en
Octubre, encarando ya este último trimestre del 2022 que empieza a languidecer.<o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhR32-XbW3CCJu_-sK5RgcpvBFOvmW7YtyurNZKZZltu08KVgMpfa2pi6-1EY5HlWxLwA31YtOFNjXP5VtRLOzDy1kuoK1tET4NOPm3ZtCP-WkIL-DKJG4HyEqTSHajvJhhdTaDQ4iqqMdq9ZKEnAShZo1TKgjB1ZSqXQg7VHQYyK9HrwM2bba6dDSiAg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="1028" data-original-width="1200" height="343" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhR32-XbW3CCJu_-sK5RgcpvBFOvmW7YtyurNZKZZltu08KVgMpfa2pi6-1EY5HlWxLwA31YtOFNjXP5VtRLOzDy1kuoK1tET4NOPm3ZtCP-WkIL-DKJG4HyEqTSHajvJhhdTaDQ4iqqMdq9ZKEnAShZo1TKgjB1ZSqXQg7VHQYyK9HrwM2bba6dDSiAg=w400-h343" width="400" /></a></div><br /><br /><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><o:p><span style="text-decoration: none;"> </span></o:p></u></b></p>Cholejahttp://www.blogger.com/profile/09753939393474339943noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5945967608514831077.post-4657353369824440272022-08-09T05:04:00.001-07:002022-08-12T14:11:22.896-07:00DESCANSAR, DESCONECTAR, DISFRUTAR … Y REFLEXIONAR<p> <span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">Repito
tema en la publicación del mes de Agosto, por las especiales características de
este mes. El tradicional mes de las vacaciones para casi todos (entre los que
no me</span><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">incluyo, porque mi filosofía vital
me lleva a no dejar para mañana lo que puedo hacer hoy y cuando llega este mes
ya casi siempre las he disfrutado).</span><span style="text-align: justify;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Buscando
un título para la publicación de este mes me llegó un correo de mi Maestra de
Mindfulness Cristina Jardón (me gusta mucho más el término “maestra” que el de
“profesora” porque me evoca emociones aún más positivas) Hablaba de
desconectar, descansar y disfrutar, verbos en los que había pensado como hilo
conductor del post de este mes, pero al que he querido unir la interesante
acción de reflexionar.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Comenzaremos
hablando de descanso. Para intentar ser lo más objetivo posible, me ayudaré de
la definición de la RAE para este término, como hago otras veces. En su
acepción segunda, el descanso se define como la “la causa de alivio en la fatiga
y en las dificultades físicas o morales”. Sólo con ser la medicina para reparar
nuestras dificultades físicas o morales ya está suficientemente justificado,
pero además creo que el descanso es una necesidad vital. Como seres
imperfectos, no estamos diseñados para un desempeño 24x7. Necesitamos descansar
para vivir, algunos más que otros. Y no sólo las horas de sueño diario, sino
algunas más. Aunque los que tengan la fortuna o necesidad de dormir ocho horas
al día pasen un tercio de su vida durmiendo, ese descanso no es suficiente.
Pero quedémonos con el sueño. Estudios médicos confirman que un efecto directo
de la falta de sueño es la disminución de nuestra atención y capacidad de
concentración. Otra vez la vida y sus paradojas: para rendir a tope, debemos
descansar lo necesario. Este axioma<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>vital se cumple estrictamente en el ámbito deportivo. El famoso menos es
más se aplica en todas las parcelas de la vida. Sobreentrenar física o
mentalmente implica un descenso del rendimiento inmediato, y lo que es más
grave, la posibilidad cierta de lesiones o enfermedades. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Los
que practicamos deportes, especialmente de resistencia, sabemos bien de lo que
hablamos. El descanso es fundamental para progresar. Y no sólo en pruebas en
las que pasamos varias horas desempeñando actividad física (y también mental). A
lo largo de todos los años de mi vida que pasé encerrado entre las cuatro
paredes de un gimnasio, de las cosas que más me acostó aprender fue que el
músculo crecía mientras descansábamos, no mientras entrenábamos. No sólo la
hormona del crecimiento se genera mientras dormimos, también las conexiones neuronales
se reponen y regeneran en las horas de descanso. Los que tengáis el mérito de
leerme habitualmente ya conoceréis las historias del leñador y del conductor de
fórmula uno. Para <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los que no las
conozcan las reproduzco a continuación, que tienen mucho que ver con el
descanso.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La
primera va sobre un leñador que comienza a trabajar en una empresa de tala de
árboles. Aunque era la primera vez que lo hacía, sus registros asombraban a
propios y extraños, estando su rendimiento muy por encima de los mejores
trabajadores con bastante más experiencia que él. Parecía haber nacido para
ello. Sin embargo, tras unos primeros días espectaculares, su rendimiento fue
cayendo en picado. Totalmente desmotivado, y sin encontrar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>una causa que explicase esta situación, fue a
hablar con su encargado para renunciar a su trabajo. Cuando le explicó lo que
le estaba sucediendo, éste le contestó con una pregunta reveladora: ¿Cuándo fue
la última vez que afilaste el hacha?<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La
segunda tiene menos prosa que la anterior y es más una pregunta para hacernos
reflexionar. ¿Qué pensaríamos de un conductor de fórmula uno que no se detiene
a repostar combustible para no perder tiempo y seguir dando vueltas al
circuito?<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Ambas
metáforas son perfectamente aplicables a nuestra vida personal y profesional, o
afilamos el hacha y paramos a repostar combustible, o el hacha dejará de cortar
y el vehículo dejará de funcionar. No queda otra.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Hablemos
ahora de desconexión, en íntima relación con el descanso. En nuestra avanzada
cultura occidental, no hacer nada ha sido considerado tradicionalmente como un
pecado. En una sociedad súper digitalizada y dependiente de la tecnología, no
hacer nada (lo que incluye no mirar el móvil, por ejemplo) es algo que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>aunque nos saca totalmente de nuestra zona de
confort, tiene efectos muy positivos sobre nuestro cuerpo y nuestra mente. En
otras culturas, como la china (concretamente en la filosofía taoísta) existe
incluso la llamada cultura de la inacción o “Wu wei”. Defiende no forzar
situaciones, optando por las acciones que requieren menos esfuerzo y se adaptan
mejor a las circunstancias. Siglos después, Sir Charles Darwin defendía que las
especies que sobreviven son las que mejor se adaptan. Algo tendrá que ver.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Con
este planteamiento no estoy defendiendo la vaguería en absoluto. Únicamente
estoy intentando balancear las dos radicales posturas de no hacer nunca nada
con la de estar haciendo algo siempre, puesto que las dos tienen consecuencias
negativas. Buscando información para esta publicación, he leído que el
aburrimiento (que suele surgir de la desconexión) es la semilla de la
creatividad. Un estudio realizado por dos psicólogas (Gasper y Middlewood) demostró
que la creatividad se alimenta en periodos de aburrimiento. Se enciende la
señal de que el entorno no es satisfactorio<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>y buscamos hacer algo interesante que nos ayude a salir de ahí. Esa búsqueda
favorece el encuentro de nuevas conexiones, algo básico en el proceso creativo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>De
las tres acciones que encabezan el título de la publicación es el verbo
disfrutar el que debería formar parte de cada segundo de nuestras vidas, y no
ser patrimonio exclusivo de los periodos de descanso. Vivir el momento, ser
fiel al Carpe Diem, debería ser de cumplimiento obligado. La vida es demasiado
corta como para no disfrutarla. Y si hay que escoger ¿hay mejor momento para
hacerlo que cuando estamos descansados?<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En
mi caso particular, descansar, desconectar y disfrutar me es de gran ayuda para
reflexionar. No sé si fruto de la creatividad que al parecer se potencia, pero
suelo aprovechar estos momentos para analizar mi vida con mayor claridad. De
dónde vengo, dónde estoy y dónde voy, básicamente. Es una de mis formas de
afilar el hacha, o de echar combustible. Y como decía en mi publicación
anterior, de reflexionar para tomar decisiones difíciles, en busca de una vida
más fácil.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Intento
abreviar un poco este mes, para dejaros más tiempo libre. Descansad,
desconectad, disfrutad y reflexionad si queréis. Nos vemos en Septiembre.<o:p></o:p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl5tXdBrJ0vY3aBtkZNfe6tHCx61sx2T5gZDaoAqXURdFX-00E9jlQwas7Y0cgHXYQhC0KqXw4i1h1nEbQ4IdPgmqTtz6HKyumO9a6g-20MHD9L88kn3WhmWibakB6y3Z7JLxbdRDOv8QARucwJxP7mOLPerkBZVE1_Tqp-GDAw2kJoS2qA3oBh8f3bQ/s4032/IMG-6996.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3024" data-original-width="4032" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl5tXdBrJ0vY3aBtkZNfe6tHCx61sx2T5gZDaoAqXURdFX-00E9jlQwas7Y0cgHXYQhC0KqXw4i1h1nEbQ4IdPgmqTtz6HKyumO9a6g-20MHD9L88kn3WhmWibakB6y3Z7JLxbdRDOv8QARucwJxP7mOLPerkBZVE1_Tqp-GDAw2kJoS2qA3oBh8f3bQ/w400-h300/IMG-6996.jpg" width="400" /></a></div><br /><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p>Cholejahttp://www.blogger.com/profile/09753939393474339943noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5945967608514831077.post-85246589262694919552022-07-21T23:21:00.004-07:002022-07-21T23:21:56.546-07:00 HARD CHOICES, EASY LIFE; EASY CHOICES HARD LIFE… (DECISIONES DIFÍCILES, VIDA FÁCIL; DECISIONES FÁCILES, VIDA DIFÍCIL…)<p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span> </span><span> </span>Título en inglés para la
publicación de este mes de Julio, un mes en el que algunos celebramos
aniversario de vueltas al sol, en el que otros disfrutan de sus vacaciones y en
el que la mayoría sufrimos de los efectos de las altas temperaturas.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Uso
el original en la lengua de Shakespeare para respetar la frase de Jerzy
Gregorek, campeón olímpico polaco que en 1986 llegó a Estados Unidos junto a su
mujer Aniela como refugiado político. Su vida es fiel ejemplo de la filosofía
estoica, una corriente sobre la que ya he escrito en alguna ocasión en este
diario (más bien “mensuario”) público de reflexiones. Como dijo una vez Yousuf
Karsh, fotógrafo armenio que también tuvo que vivir experiencias traumáticas en
el genocidio llevado a cabo en su país: “el carácter como una fotografía, se
desarrolla en la oscuridad”. O como dice nuestro sabio refranero: “Ningún mar
en calma hizo experto a un marinero…” <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Esta aceptación
de la realidad, esta capacidad de asumir decisiones difíciles con la
esperanza<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>puesta en una vida mejor nos
lleva a uno de los principios de la<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>filosofía estoica, el de aprender a distinguir lo que está bajo nuestro
control de lo que no lo está. Y una vez alcanzada esta distinción, enfocar
nuestras energías sólo en aquello que podemos controlar. Parece fácil, lleno de
sentido común y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>coherente, pero en la
práctica vaciamos nuestros limitados depósitos energéticos en intentar cambiar
cosas que quedan muy lejos de nuestra capacidad de control. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">La pregunta
previa sería ¿qué es lo que realmente podemos controlar? Parece claro que nada
de lo que ocurre fuera de nosotros. El clima, el tráfico, la paz mundial, el
comportamiento y las reacciones de los demás… Pero ¿y lo que ocurre dentro de
nosotros? ¿Podemos controlar totalmente nuestras emociones, nuestras
sensaciones, nuestros pensamientos, nuestra salud? Obviamente podemos influir
en ello, pero controlar, lo que se dice estrictamente controlar, me temo que
no. Si asumimos esta realidad tanto interna como externa, estrictamente
incontrolable, sólo nos queda el control sobre nuestra reacción a lo que nos
sucede y sobre las decisiones que tomamos al respecto. En otras palabras, no
podemos controlar lo que sucede (ni dentro ni fuera de nosotros) pero tenemos
la posibilidad (y casi la obligación diría yo) de reaccionar libremente a lo
que sucede y de decidir qué hacemos con elllo. En palabras de Víctor Frankl,
uno de los más grandes filósofos de todos los tiempos: “Entre estímulo y
respuesta hay un espacio. En ese espacio está nuestro poder de elegir nuestra
respuesta. En nuestra respuesta yace nuestro crecimiento y nuestra libertad”.
Casi “ná”… Epicteto, otro estoico que pasó de ser esclavo a uno de los
filósofos más influyentes de su tiempo decía que “No es lo que te ocurre, sino
como reaccionas, y lo que aprendas de ello lo que importa”.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Pero volvamos
a la vida de Gregorek y al tipo de decisiones que tuvo que tomar en su vida en
busca de una existencia mejor. Bombero de profesión, en la Polonia de los 80 se
vio obligado por el gobierno comunista a reprimir con dureza a sus compañeros
del movimiento Solidaridad, del que era simpatizante. Muchos continuaríamos con
nuestro trabajo apelando a la necesidad de mantenerlo y haciendo algo que va en
contra de nuestros principios. Gregorek no, renunció al trabajo y con ello a su
única fuente de ingresos. Podía haber renunciado a sus convicciones políticas
en un país en el que se les perseguía duramente, pero tampoco lo hizo. No sólo
tuvo que dejar su trabajo, también su país para comenzar totalmente de cero en
Estados Unidos. Decisiones muy difíciles, pero que finalmente le llevaron a una
vida de gloria deportiva con cuatro títulos olímpicos en levantamiento de pesas
y un reconocimiento que jamás hubiese alcanzado trabajando de bombero. La
historia de Gregorek nos pone de manifiesto la necesidad de tomar las riendas
de nuestras vidas, de tomar decisiones difíciles y muchas veces incomprensibles
para otros en aras de una vida mejor. Epicteto (otra vez) lo dejó claro con una
de sus profecías: “Ya no eres un adolescente, sino un adulto. Por lo tanto, si
continúas siendo negligente y perezoso, y siempre aplazas las cosas añadiendo
más excusas, posponiendo el día en que te dedicarás a ti mismo, se te pasará la
vida sin darte cuenta y haber progresado, y seguirás siendo del vulgo hasta el
día de tu muerte.”<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">El tema de las
decisiones da para mucho. En 2013 en Estados Unidos se llevó a cabo un estudio
con más de 20.000 participantes. Básicamente se trataba de “preguntar”<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a una página web sobre la decisión a tomar
(¿Cambio de trabajo?, ¿Continúo con mi pareja?, ¿Es el momento de tener un
hijo?...)<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Una moneda virtual, de forma
totalmente aleatoria, aconsejaba sobre el camino a tomar, quedando la decisión
final en manos del participante.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Según
este estudio, las decisiones más difíciles son las que implican mayores<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cambios, como algunas de las incluidas en el
paréntesis anterior. Pero el verdadero objetivo del estudio no era ése. Al
contactar con los “decisores” cierto tiempo después, los más felices resultaban
ser los que habían elegido el sí y habían afrontado cambios importantes en sus
vidas (decisiones difíciles, vida fácil… o feliz). El estudio sirvió para
cuestionar lo que en psicología se denomina <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“sesgo
del status quo”</i>, por el que las personas suelen rechazar decisiones que le
provoquen grandes cambios para evitar afrontar las consecuencias negativas que
puedan conllevar. Algo así como más vale lo malo conocido que lo bueno por
conocer. Como dice mi amigo Alonso Pulido, merece la “alegría” asumir el
riesgo, salir de nuestra zona de confort y tomar decisiones difíciles en la
búsqueda de una vida mejor. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Si asumimos
que tomar decisiones difíciles nos llevará a una vida mejor, a continuación
algunos consejos que nos pueden facilitar esa toma de decisiones, según apuntan
los psicólogos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="margin-left: 71.4pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Wingdings; mso-bidi-font-family: Wingdings; mso-fareast-font-family: Wingdings;"><span style="mso-list: Ignore;">ü<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Cambiar los pensamientos para cambiar las
emociones. En la medida que podamos cambiar nuestras percepciones sobre el
resultado del cambio, anticipando lo positivo, nos colocaremos en una actitud
mental más adecuada para tomar esa difícil decisión.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 71.4pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Wingdings; mso-bidi-font-family: Wingdings; mso-fareast-font-family: Wingdings;"><span style="mso-list: Ignore;">ü<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Persistir, y nunca abandonar hasta conseguir lo
que buscamos. Siendo resilientes, las posibles adversidades que nos genere la
nueva situación se convertirán en lecciones de vida que nos harán avanzar por
el camino del crecimiento personal.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 71.4pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Wingdings; mso-bidi-font-family: Wingdings; mso-fareast-font-family: Wingdings;"><span style="mso-list: Ignore;">ü<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Atención plena, aquí y ahora. Este omnipresente
consejo, válido no sólo para la toma de decisiones, nos proporcionará una mayor
calidad de vida. Seguro que mis amigos Cristina Jardón y Eloy Doncel lo
acreditan, como demuestra su programa “Search Inside Yourself”<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 71.4pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Wingdings; mso-bidi-font-family: Wingdings; mso-fareast-font-family: Wingdings;"><span style="mso-list: Ignore;">ü<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Gratitud y humildad. Ser humildes en nuestros
planteamientos nos llevará a imaginar objetivos alcanzables. Aunque hay que
pensar a lo grande, siempre es mejor mantener los pies en el suelo e ir
avanzando poco a poco. Ahora bien, cualquier logro conseguido, por pequeño que
sea, debería ser suficientemente agradecido. La gratitud es otro de los
ingredientes indispensables de una vida feliz, junto con las decisiones
difíciles.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 71.4pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Wingdings; mso-bidi-font-family: Wingdings; mso-fareast-font-family: Wingdings;"><span style="mso-list: Ignore;">ü<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Compartir. La felicidad es de las pocas cosas
que se multiplica cuando se reparte. Esta afirmación es un criterio fundamental
que debe guiar nuestras decisiones. Como me enseñaron mis amigos de la
Fundación Olivares, cuando ayudas a los demás, recibes muchísimo más de lo que
das.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Por si nos
sirve de refuerzo positivo de cara a la toma de decisiones importantes, no
debemos obviar que las personas somos básicamente “homos decisoris”. Hay
estudios que confirman que tomamos una media de 35.000 decisiones diarias, lo
que hace una media de unas 2.000 a la hora si estimamos un sueño medio de siete
horas. Todo en nuestra vida es una decisión, desde que damos el primer salto de
la cama, hasta que decidimos volver a ella. Entre medias, decidimos que ropa
ponernos, con qué nos alimentamos, qué camino tomamos hasta el trabajo, qué
ejercicio hacemos, e infinidad de decisiones más. Por tanto, la falta de
entrenamiento no debería ser una excusa de cara a la toma de decisiones
importantes. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Para complicar
un poco el tema, la teoría de los universos paralelos defiende, que en base al
carácter infinito del espacio, existen infinitos planetas habitados, donde
nuestros teóricos gemelos viven una vida complementaria a la nuestra en base a
las infinitos caminos que vamos descartando con las decisiones que vamos
tomando. En algún Universo Paralelo, hay un Antonio que no escribe mensualmente
ese blog posiblemente por el miedo al qué dirán. Me resulta difícil entenderlo
y expresarlo, imposible obviamente de explicarlo, pero no quería dejar pasar la
oportunidad de citarlo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Siempre me
gusta aportar parte de mi experiencia vital a estas publicaciones para hacerlas
más directas. En mi caso particular, en Diciembre de 2001 tomé una de las
decisiones más difíciles que he tomado en mi vida. Con mi mundo interior
zarandeado tras el reciente fallecimiento de mi padre, con una importante
crisis de identidad profesional porque no creía en lo que hacía, la oportunidad
de un cambio importante apareció en mi horizonte. Era cambiar mi estabilidad
como director de banco, con un futuro prometedor y con una esperanza de
jubilación anticipada por una vida llena de riesgos. Pocos de los que me
rodeaban entendieron esta difícil decisión. Era cambiar mi posición de director
de oficina de una de las Cajas de Ahorro líderes del mercado andaluz por un
puesto de director financiero en una constructora pequeñita, con una situación
relativamente complicada. Afortunadamente mi familia y mis jefes directos me
brindaron todo su apoyo y esta decisión difícil me regaló una de las etapas
profesionales (y personales) más brillantes de mi vida. Hoy, mirando hacia
atrás como decía Steve Jobs, puedo observar como los puntos se unen de forma
magistral para dar sentido a todo. Y es que parece que el Universo, al igual
que el abuelo, tiene un plan. Ahora puedo volver a ver la misma película
protagonizada por mi hijo. A sus recién cumplidos dieciocho años, le llega la
hora de tomar decisiones difíciles. Espero y deseo con todo mi corazón que le
lleven a una vida de plenitud.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Gracias como
siempre por vuestro tiempo. Este mes me he extendido un poco más. Consecuencias
de tener más tiempo libre. No obstante, vuestra es la decisión de leerlo hasta
el final. Que tengáis un gran mes de Agosto en el que toméis decisiones
difíciles que hagan vuestra vida más fácil. Gracias.<o:p></o:p></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><o:p><span style="text-decoration: none;"> </span></o:p></u></b></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="1240" data-original-width="1748" height="284" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLOpWhLMUqtOzx4FydYF9MCsblxRrfRKuVWFrULJcw-84xN4itWIfeDvp7NWk0MBu55fXVq_BFkFT-qHqn8lDel8nDWhRtbd1otOXEhJy_aFXGm5s8Y-_iKbUa5Fz8Qh4l1HVOwTIYBIj_1-doQZ-6XRjkm4lM8ZAQuGPZAjIgMOsG5L8zHNiXpTXnEw/w400-h284/1.png" width="400" /></div><br />Cholejahttp://www.blogger.com/profile/09753939393474339943noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5945967608514831077.post-71144674596258154562022-06-26T02:16:00.002-07:002022-06-26T02:16:23.333-07:00PEOPLE FIRST (LAS PERSONAS PRIMERO, POR FAVOR)<p> <span> </span><span> </span><span> </span><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Este mes me ha
costado más de lo habitual encontrar tema para reflexionar y escribir sobre él
en mi publicación mensual. Puede que el depósito mental de ideas se me esté
agotando y que la inminente llegada de las vacaciones esté haciendo de las
suyas en lo que a falta de creatividad se refiere.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Con el radar
desplegado por si detectaba algo que me pudiese parecer interesante me llegó
una interesante noticia sobre un ingeniero de Google que acababa de ser
despedido por difundir unas “conversaciones” con LaMDA.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Esta “herramienta” denominada “Modelo del
Lenguaje para Aplicaciones de Diálogo” es un software que intenta mejorar la
comprensión del lenguaje natural por parte de la Inteligencia Artificial.
Cuestiones legales y laborales al margen, esta noticia nos acerca a un mundo ya
existente que anteriormente era patrimonio casi exclusivo de las películas de
ciencia ficción. El temido ”Skynet” de la saga Terminator parece haber llegado
para quedarse.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">En el caso que
nos ocupa Blake Lemoine, que así se llama el ingeniero despedido, fue capaz de
encontrar “sentimientos” en conversaciones con los servidores donde se alojaba
LaMDA. Una vez más, la capacidad creativa del ser humano y sus inventos van muy
por delante de las cuestiones éticas <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y
legales que se plantean al respecto. Los algoritmos desarrollados (inicialmente
por personas) pretenden dotar a las máquinas de capacidades similares a las del
ser humano, imitando su comportamiento. Esto que nos parece casi ciencia
ficción ya está presente en muchos aspectos de nuestro día a día, como el
reconocimiento facial en los móviles, las súper famosas Siri y Alexa, y la
multitud de chatbots cada vez más presentes en los servicios de atención al
cliente de un número creciente de empresas. Esta explosión de inteligencia
artificial que alcanza a casi todos los sectores ha provocado la necesidad
urgente de legislar al respecto. En este sentido, la unión europea propone un
ámbito legal que debería regirse por estos seis principios:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="margin-left: 53.4pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Los robots deberán contar con un interruptor de
emergencia para evitar situaciones de peligro. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 53.4pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->No podrán hacer daño a seres humanos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 53.4pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->No podrán generarse relaciones emocionales.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 53.4pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Será obligatoria la contratación de un seguro
para dar cobertura a daños que se pudiesen generar, que deberán ser asumidos
por los dueños de los robots.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 53.4pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Se clasificarán legalmente sus obligaciones y
derechos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 53.4pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><!--[endif]-->Las máquinas tributarán a la Seguridad Social.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Cada
uno de los principios da juego para una publicación de lo más interesante. En
este caso, parece que el tercero ha sido la causa que ha dado origen al controvertido
despido. Parece que en la película de Terminator se olvidaron lo del
interruptor, y en cuanto a lo de no hacer daño a seres humanos mejor no
comentarlo…<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Toda esta extensa introducción no tiene otro objetivo
que abonar el terreno para <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>presentar mi
teoría sobre la importancia creciente de las personas en este futuro inmediato
de máquinas que ya está aquí. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Recientemente
he tenido la oportunidad de disfrutar de un intenso viaje de trabajo a unos
lejanos países que en principio quedaban fuera de mis pretensiones turísticas.
A pesar de que soy de los que piensan que cualquier destino es bueno porque los
lugares desconocidos y sobre todo la gente siempre pueden sorprenderte
favorablemente, reconozco que jamás me hubiese imaginado paseando por allí. Y
han sido sus gentes las que me han cautivado realmente. En un mundo cada vez
más digitalizado, donde la reciente pandemia ha supuesto un importante impulso
a todos esos verbos acompañados del <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>prefijo “tele” la relación entre las personas
me parece cada vez más decisiva. Aunque cualquier cosa es posible, como reza el
lema de nuestra compañía, tengo mis dudas de si un robot, incluso teniendo la
posibilidad de mostrar algo parecido a lo que entendemos como emociones, podrá alguna
vez emular una sonrisa sincera, una lágrima de emoción o un abrazo “apretao”. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Estos
casi dos años de excedencia obligada del contacto físico habitual nos han
servido entre otras cosas para echar de menos las reuniones físicas, las
visitas presenciales, las asistencias a ferias… todas esas cosas a las que
estábamos tan acostumbrados (y cansados a veces) que pensábamos que nunca las
llegaríamos a añorar. Por eso creo firmemente que en un mundo donde la
inteligencia artificial se introducirá en la práctica totalidad de los campos,
en el que los robots ocuparán multitud de puestos de trabajo, y en el que la
vida diaria será lo más parecido a una película de ciencia ficción, las
personas seremos cada vez más importantes, porque nos podremos dedicar a
actividades más elevadas y crecer en nuestro desarrollo. De hecho, uno de los
puntos que busca la unión europea es que las máquinas tributen a la Seguridad
Social, lo que podría favorecer nuestra jubilación anticipada y nuestra
dedicación a tareas más contemplativas (modo ironía on)<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Espero
que esta publicación (más corta de lo habitual, puesto que es fruto de mi
limitada inteligencia natural y no de la artificial) haya despertado vuestro
interés y os haga al menos reflexionar. Muchísimas gracias a todos por vuestro
tiempo y como diría el protagonista de la peli ya nombrada en anteriores
ocasiones (como habréis tenido ocasión de comprobar el gran Arnold ejerció una
poderosa influencia en mis años mozos): “Volveré…” (para Julio, espero).<o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzAUGWH05N-DGmovvsHK893N6Yx7V51uNJAI3vTBT1pwLAag1SNiHwwr-tLHROBEJWiNGWFspoXjwvlL6IsENYJse1yXyZ1FiR4Ze0tbWh4JUnkxBguBO50v8ZXpjUNQjxw0DUV5Qao6Y4VNmqg2JCtNjBxP7j7yw35RVBGVxMAYTOdtpRZ2F2hCcqvw/s1320/PEOPLEFIRSTblogJunio.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="743" data-original-width="1320" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzAUGWH05N-DGmovvsHK893N6Yx7V51uNJAI3vTBT1pwLAag1SNiHwwr-tLHROBEJWiNGWFspoXjwvlL6IsENYJse1yXyZ1FiR4Ze0tbWh4JUnkxBguBO50v8ZXpjUNQjxw0DUV5Qao6Y4VNmqg2JCtNjBxP7j7yw35RVBGVxMAYTOdtpRZ2F2hCcqvw/w400-h225/PEOPLEFIRSTblogJunio.jpg" width="400" /></a></div><br /><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p>Cholejahttp://www.blogger.com/profile/09753939393474339943noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5945967608514831077.post-81696297440387099972022-05-16T03:29:00.023-07:002022-05-27T00:30:42.707-07:00LA CHIRIGOTA: ORGANIZACIÓN MODELO DE ALTO RENDIMIENTO<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Corría el mes
de Marzo de 2018, cuando gracias a la insistencia del equipo comercial de APD,
decidí inscribirme a una de las sesiones de formación más impactantes que he
podido disfrutar en mi vida. </p><p> El programa de
entrenamiento en “Desarrollo de cultura de alto rendimiento en la dirección de
personas”, impartido magistralmente por Antonio Garrido como director supuso un
verdadero “zarandeo” mental que me hizo replantearme muchas cosas a nivel
profesional y también personal. </p><p> Una de las
cosas que más me sorprendió en la primera sesión es que Antonio definía a la
“chirigota” como una organización modelo de alto rendimiento, aunque de
rentabilidad mínima, porque como bien dice, el mercado no lo paga.
</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">Antonio daba las
siguientes claves en la identificación de una entidad de alto rendimiento,
todas ellas (y alguna más) presentes en la agrupación chirigotera:</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> Disciplina con los
ensayos.</span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">Creatividad e
innovación.</span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> Divertirse
trabajando.</span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> Coordinación
perfecta.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">Mi relación
con el Carnaval gracias a mi hijo Pablo, como bien sabéis los que me conocéis, ayudó
a que se despertase en mí una curiosidad especial al respecto. Maya Angelou, conocida
escritora y activista estadounidense, decía que “la gente olvidará lo que
dijiste, olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo la hiciste sentir”.
Así que puestos a recordar, me propuse como objetivo vivirlo y sentirlo desde
dentro, para hacer también sentir “cositas” a los demás.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">Hay un tema
que aparece en la cúspide de esta organización y que también está en relación
directa con un concepto que también pude aprender en esta formación de Antonio:
el círculo de oro de Simon Sinek. Estas organizaciones, que colocan el interés
por las personas en su punto álgido, destacan porque más importante aún de lo
que hacen, que en el caso de una chirigota es teóricamente cantar y actuar; ni
el cómo lo hacen, en algunos casos con un arte espectacular y a gran nivel, en
el mío particular mejor lo obviamos, lo verdaderamente importante es por qué lo
hacen. El fin básico de una chirigota es hacer reír. Y con este noble
propósito, las chirigotas se lanzan a la calle. Decía Vivien Leigh, la
doblemente oscarizada actriz británica que “la comedia era mucho más difícil
que la tragedia, y requería de un entrenamiento mucho mejor. Es mucho más fácil
hacer llorar a la gente que hacerla reír”. </p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">El gran
Antonio decía también (siento por hacerle spoiler del programa, pero sólo
espero que sirva para que más gente entre a formar parte del selecto club de
antiguos alumnos del mismo) que el sentido del humor es uno de los más fuertes
motivadores de la conducta humana. Concretamente, se coloca en segundo lugar,
por detrás del dolor y todos sus derivados (miedo, culpa…)</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">También dicen
que olvidamos lo que leemos, lo que oímos, pero nunca olvidamos cómo nos hacen
sentir pensé que la mejor forma de comprobar esta teoría de mi Maestro Antonio
era practicando una inmersión real en el mundo de la chirigota. Aunque la
palabra “cantar” queda fuera del alcance de mi diccionario particular de
habilidades, el hecho de que este año mi hijo Pablo por circunstancias
excepcionales fuese a formar parte como guitarra de la chirigota de adultos del
Centro Carnavalesco Ibarburu de Dos Hermanas me hizo ver que el momento era
ahora o nunca. Mi primera vez (posiblemente la última en vista del desempeño
particular, porque que una organización sea de alto rendimiento no implica que
todos sus integrantes lo sean) tenía que ser junto a Pablo, en una experiencia
que jamás olvidaría.</p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">Pero pasemos a
incorporar mi experiencia personal al respecto, comentando y ampliando los
puntos que Antonio nos anticipaba en su formación.</p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";">
</span></span></span><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">Disciplina con los
ensayos. En nuestra agrupación, los ensayos tenían lugar los martes a las diez
de la noche. Bueno, ésa era la hora de inicio, porque si hay algo que no
conseguimos alcanzar fue el principio de la puntualidad preventiva que también
caracteriza al alto rendimiento. De todas formas, y creo que puedo hablar por
la mayoría de mis compañeros, salvo caso de fuerza mayor, la asistencia era
masiva, y no suponía ninguna obligación en absoluto. Nuestra particular terapia
psicológica tenía lugar los martes a esa hora. Por muy dura que estuviese
resultando la jornada, los problemas se quedaban enganchados a la puerta de la Peña
y todos salíamos de esa sala de ensayo con una sonrisa de oreja a oreja.</span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"> <span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> <span style="font-size: small;">
</span></span></span></span><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">Creatividad e
innovación. Éste es uno de los puntos fuertes de este tipo de organizaciones.
Sólo con el desarrollo de músicas y letras, actividad de la que todos (o la
mayoría) se hacen partícipes la fuente de nuevas ideas que se generan es
inagotable. Con una originalidad infinita, cualquier suceso puede tomar forma
de pasodoble, cuplé o cuarteta de popurrí. Un compañero que trabajó en tiempos
en la SGAE, me confirmaba que la creatividad que emana del carnaval gaditano no
tiene parangón. Algún que otro estudio se puede encontrar por Internet al
respecto. Hay ejemplos prácticos de letras creadas prácticamente de un día para
otro, para replicar a otra agrupación o para tratar algún tema de ultimísima
hora. Los tipos (algo más que simples disfraces, auténticos iconos de distintas
personalidades que reflejan aspectos tan cotidianos como la vida misma), las
músicas, las letras, la cabalgata, las callejeras… todo rebosa creatividad,
innovación y arte por los cuatro costados. </span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">Divertirse
trabajando. Esta nueva corriente de well-being, inteligencia emocional, soft
skills y ambientes de trabajo amigables pudo inspirarse perfectamente en el
mundo chirigotero. Todos tenemos la imagen de esas oficinas de Google con
futbolines, máquinas de vending y otros accesorios que intentan ayudar al
disfrute de la jornada laboral. Con el propósito de hacer reír del que
hablábamos antes, es imposible no divertirse trabajando (ensayando o actuando)
en una chirigota. </span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> Coordinación
perfecta. Tengo que confesar que tirando de apuntes de la formación citada,
ésta era la característica que más me costó en un principio identificar.
Reflexionando me he dado cuenta que estaba enfocando mal el tema, porque me
estaba centrando demasiado en mi persona. Coordinación (vocal, musical o de
movimiento) y Antonio Jurado no “riman” en la misma frase. Pero cuando dejé de
pensar en mí y lo hice en mi chirigota, dejando a un lado la coordinación
estrictamente vocal y musical (el pasodoble de presentación dice literalmente “mi
chirigota, mala con dos “cojones” esa es la verdad, pero donde te ríes, la risa
explota”) entendí que todos remábamos hacia un mismo objetivo: hacer reír. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Decía un gurú de la dirección deportiva que en
cualquier organización la competencia interna es mucho más perjudicial que la
externa. Que “compañeros” luchen entre ellos con objetivos distintos es una
apuesta casi segura para alejarnos del éxito. En una chirigota, al menos en la
que yo he tenido la oportunidad de disfrutar, no existe esta competencia
interna. Hay diferencia de opiniones, luchas de poder, jerarquía con distintos
niveles en función de la antigüedad, la calidad musical y otros criterios, pero
al final todos remamos en la misma dirección. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;"><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">Hasta aquí el texto original de esta publicación, que tuve que ampliar
sobre la marcha debido a las nuevas circunstancias sobrevenidas. Justo a tres
semanas de nuestro debut el director de nuestra chirigota nos comunicaba su
decisión de finalmente no salir este año. A pesar de la lógica desilusión, que
fue tremendamente considerable porque el listón de la ilusión lo había colocado
bastante alto, una vez relativizada y asimilada la situación creo que este
cambio de planes me enseñó una de las lecciones más importantes de toda la
historia. Decíamos antes que uno de los aspectos de la organización de alto
rendimiento era la coordinación perfecta, y ello implica entre otras cosas la
necesidad de asumir las decisiones del grupo, aunque puedan no gustarnos. Lo
mismo en otra organización se hubiese generado un cisma interno repleto de
conflictos, pero nuestra chirigota entre otras muchas cosas, es de alto rendimiento
y ahí no hay lugar para estas historias. Además, uno de los motivos que provocó
la decisión (por cierto también perfectamente comunicada al grupo) fue la necesidad
de priorizar. En la misma Peña Carnavalesca de la que formamos parte, las agrupaciones
infantiles y juveniles disfrutaban esos días de sus visitas al gran Teatro Falla
en Cádiz, y lógicamente los recursos debían destinarse a ellos. Sus tercer y segundo
puesto evidencian que la decisión fue más que correcta. No haber podido dedicar
el tiempo suficiente a los ensayos hubiese generado que el desempeño no hubiese
sido el adecuado, algo que iría totalmente en contra de los principios que
definen a estas organizaciones.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;"><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">Sería injusto terminar esta publicación sin dar las gracias a todos los integrantes de esa chirigota de adultos de Ibarburu que tantos buenos momentos me he hecho pasar desde el pasado mes de Septiembre. Le experiencia no ha podido ser más positiva, y volvería a vivirla con los ojos cerrados. Espero que nuetros caminos vuelvan a cruzarse pronto. <br /></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;"><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">Y como foto para ilustrar la publicación de este mes, no he podido
encontrar otra mejor que esta imagen junto a mi hijo Pablo, un verdadero
artista del Carnaval (y de otras muchas cosas) con quien he tenido el inmenso
honor y fortuna de compartir entre otras muchas cosas horas de ensayo (aunque
lo de la actuación se haya quedado pendiente) Un segundo puesto en el concurso
de juveniles (que considerando que son una agrupación no gaditana tiene un mérito
elogiable) ya forma parte también de su currículum.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">Espero que la
publicación de este mes haya supuesto un “bastinazo” (en sentido positivo por
supuesto) para más de uno y lo hayáis disfrutado. Si he podido arrancar alguna
sonrisa mi objetivo se habrá cumplido. Nos “vemos” en Junio, donde alcanzaremos
el ecuador de este 2022 que parece haber nacido ayer.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQJe8PbeO7ALfA-qDEpf_iqSZ5IDSFAHe9NWqoXYwvWeH8_Jwl5OXIAR-nMJJymAT_JSR6OvIv0uWqGiIZvBd_IOqCG_y9U4VZTGr2Mbqt4rBPM9REhoJE1I2hzURSNgoy_rXsxc0W1pYYOe6MIruCS916Pbwr-maRgxeYLriK7DXRoVFKtzaQ6cw4eQ/s2048/blogmayo.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1538" data-original-width="2048" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQJe8PbeO7ALfA-qDEpf_iqSZ5IDSFAHe9NWqoXYwvWeH8_Jwl5OXIAR-nMJJymAT_JSR6OvIv0uWqGiIZvBd_IOqCG_y9U4VZTGr2Mbqt4rBPM9REhoJE1I2hzURSNgoy_rXsxc0W1pYYOe6MIruCS916Pbwr-maRgxeYLriK7DXRoVFKtzaQ6cw4eQ/w400-h300/blogmayo.jpg" width="400" /></a></div><br /> <p></p>
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