domingo, 23 de abril de 2017

Gracias, Cristian


Gracias Cristian

Los que me conocéis sabéis lo pesado que me pongo con dar las gracias cada vez que finalizo algún reto. Como es lo que siento, no tengo ninguna intención de cambiarlo. Hoy, aunque el reto en principio parecía light, creo que las gracias están más justificadas que nunca. Esta mañana he tenido el honor de participar como impulsor junto a la Asociación Carros de Fuego en la carrera del Parque de María Luisa, correspondiente al circuito 10 K del IMD de Sevilla. Aunque no suelo ponerme muy nervioso antes de las carreras (revoloteo de mariposas en el estómago, visitas a Mr. Roca y poco más) la sensación de hoy superaba a lo que vivo antes de una Maratón o incluso de un Ironman. Era mi primera participación junto a ellos y creo que el desconocimiento, el miedo o la responsabilidad se empeñaban en jugármela. Afortunadamente, cuando fueron llegando los miembros de esta maravillosa familia, todo mi sentimiento se convirtió en emoción, ilusión, alegría, felicidad… Había tanto amor en esa glorieta del parque junto a la salida que era imposible no sentirse así. Desde el primer momento me sentí como uno más. Conocí a Cristian, el chico que capitaneaba nuestro equipo y uno de los tíos más grandes que he conocido en mi vida. También a sus padres, Félix y Ana, para quien simplemente no tengo palabras. Nos organizamos los relevos junto a Miguel, Juan y José Luis, mis compañeros de equipo. No tengo intención de realizar una crónica de la carrera, porque esta publicación pretende ser sólo una prueba de agradecimiento. Sí quiero destacar las muestras de respeto y cariño de los corredores a los que adelantábamos, que no han sido pocos, a los que advertíamos de la llegada del carro para evitar cualquier percance. Tras 45 minutos, espectacular llegada a la Plaza de España con los cuatro agarrados al carro y con un Cristian rebosante de felicidad. Escuchar su voz mientras lo entrevistaban y ver su cara cuando le colgaban la medalla ha sido el mejor regalo posible para sus impulsores. Gracias, Cristian, por haberme enseñado hoy la cara más bella del deporte, una cara que a pesar de mis años de practicante no había tenido oportunidad ni de imaginar. Gracias por habernos regalado tu sonrisa, y tu sirena, esa sirena de policía que me acompañará en todas las carreras y que estoy seguro que me dará alas cuando las cosas se compliquen. Gracias por tu ejemplo, por hacerme ver que no hay excusas para no seguir siempre adelante. Gracias por haberte fotografiado junto a mí, para guardar esa foto como un recuerdo inolvidable del día de hoy. Gracias a tus padres, Félix  y Ana, por ser una familia fantástica y por haberme enseñado hoy otro significado de las palabras Papá y Mamá. Gracias a tus compañeros de la asociación: Daniela, Casilda, Juan Carlos, David, Ismael, Manu, Luis Fernando,… y a todos los demás. Gracias a los que habéis participado hoy en la carrera de andadores por la lección que me habéis dado. Espero que me sirva para borrar definitivamente las quejas y excusas de mi diccionario. Gracias a sus padres y familiares, por haber creado esta Familia tan bonita. Gracias a Vicky, por haberme dado la oportunidad de conoceros en la pasada Feria de la Maratón de Sevilla, y por ser la más viva prueba junto a vosotros de que los ángeles existen… Gracias a todos los impulsores que hacéis posible este bello sueño, especialmente a mis compañeros Miguel, Juan y José Luis, que me han hecho apretar hoy como en mis mejores tiempos. Gracias también al IMD, por permitir esta categoría en sus carreras y haber introducido hoy la carrera de andadores, una experiencia que como he dicho antes jamás olvidaré. Gracias a esos corredores que nos han facilitado la carrera, y al público que nos ha  animado sin parar. Gracias a Alejandra, por el increíble reportaje fotográfico que ha realizado y del que he obtenido las  fotos que acompañan a esta publicación. Para terminar como empecé, gracias, Cristian. Muchas gracias. Espero volver a verte pronto.