Es curioso como la vida va uniendo puntos para llevarte a vivir situaciones inesperadas. Aunque soy un tipo a quien le encanta planificar, es muy cierto lo que decía John Lennon: "la vida es aquello que te pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes". Ni en mis mejores predicciones sobre el futuro hubiese imaginado vivir algo así. La vida sólo nos pide que la vivamos, mientras nosotros nos empeñamos en complicarla.
La vida me ha regalado un Máster intensivo en los cinco días que he convivido con mi Capitán (así es como llamamos en Carros de Fuego a los niños que nos llevan en volandas a los impulsores desde sus carros) Cristian y su familia. Las cuestas que dejamos atrás el sábado en la carrera no son nada comparadas con las que superan estos campeones en su día a día, y en todos estos días jamás escuché ni una queja ni un lamento. Sonrisas, risas y amor, mucho amor hacen que el camino se allane de forma inexplicable.
En esta carrera tan especial magistralmente organizada por gente como Marcos (una delicia comprobar que aún existen buenas personas en el mundo) he tenido la oportunidad de sentir cosas que hasta ahora eran desconocidas para mí. Ha sido un verdadero regalo coincidir con gente tan grande como Anthony, su madre Zohila, Fernando, David, Lioneel, Miguel Ángel, Gilberto, Domingo y su mujer, Rafa, Dory, Ángel, Muller, Antonio Lima...una lista casi interminable de la que seguro mi frágil memoria ha dejado a alguien atrás y a cuyos integrantes sólo les puedo decir "Gracias" en mayúsculas desde lo más profundo de mi corazón. He aprendido lecciones inolvidables en el entrenamiento de la carrera, en la visita guiada, en la convivencia en el Sabor Canario, en la recepción en el Ayuntamiento de la Orotava (por cierto un diez para esta Administración y en particular para su Concejal de Deportes Antonio Lima, que nos ha enseñado lo que significa realmente la política), en ese almuerzo inolvidable y sobre todo en la carrera. Nos marchamos de la bella villa de la Orotava con el sentimiento de que aquí tenemos nuevos amigos a los que no olvidaremos nunca.
Aunque es muy difícil, y puede que incluso injusto, si me tengo que quedar con un momento de entre todos los vividos en La Orotava, en el Teide, en el Puerto de la Cruz, en Icod, en Garachico, en el Loro Parque (gracias infinitas y eternas, Pablo) me quedaría sin duda con la subida a la Iglesia de la Concepción en la primera vuelta de la carrera, que completamos solos Cristian y yo. Cuando más se complicaba la subida e incluso sostener el carro para que no se fuese hacia atrás era una odisea, mi Capitán comenzó a gritar con todas sus fuerzas animándome a continuar subiendo: ¡Vamos Antonio, tú puedes solo, que eres un crack! Las lágrimas de emoción que rodaron por mis mejillas se mezclaron con el sudor que bañaba mi cuerpo fruto del esfuerzo y de la temperatura. Mis piernas empujaron con todas sus fuerzas y coronamos con unas sonrisas de felicidad infinita dibujadas en nuestros rostros ante la atenta mirada de su madre Ana que segundos antes sufría como nosotros, o incluso más.
Tampoco puedo pasar por alto el pie de foto que Luis, uno de los padres de esta Asociación me ha dedicado en uno de los videos que ha montado con fotos del viaje: Antonio ya es uno más de la familia. Nada más cierto. Encantadísimo y súper agradecido.
Soy consciente de que no hay forma de resumir en palabras todo lo vivido, sentido y disfrutado estos días. Espero que estas líneas ayuden al menos a hacerse una idea y que sirvan también como homenaje y agradecimiento a todos los que han hecho realidad este sueño. Como dijo el gran Jesús Vidal tras recoger su estatuilla de Los Goya como reconocimiento a su interpretación en Campeones, son sólo tres palabras: inclusión, diversidad y visibilidad. Estos días he sido premiado con la posibilidad de conocer su verdadero significado.
Para los que no tengáis la fortuna de conocer la Asociación Carros de Fuego os dejo el enlace de su web, para que podáis comprobar en directo que hay otra forma de vivir, sentir y disfrutar la vida. Deberíamos de aprender de ellos. Yo intento hacerlo todos los días.
Gracias por vuestro tiempo y disculpad por la extensión de la entrada, pero este mes tenía tanto que decir, y aún siento que se me quedan muchísimas cosas en el tintero. Esto daría para un libro
Cristian, como sé que esto es demasiado largo, todo se puede resumir en "muchísimas gracias, mi Capitán"
www.carrosdefuego.org