Septiembre es tradicionalmente el mes de la vuelta a la rutina. Vuelta al trabajo tras la desconexión de la que hablábamos el mes anterior, vuelta al cole tras las vacaciones, vuelta a las competiciones deportivas y casi vuelta a empezar en este inicio de curso que muchos consideramos como una especie de nuevo año. Este 2020 la vuelta a la rutina adquiere tintes especiales. Ojalá este año hubiésemos vuelto a la rutina habitual de todos los años. Este Septiembre tan especial nos ha tocado seguir disfrutando de esta nueva normalidad, que de nueva tiene mucho pero que de normalidad tengo mis dudas.
Desde una perspectiva estoica, poco más podemos hacer que aceptarla y adaptarnos lo mejor posible. Para algunos se les hará bastante más cuesta arriba, por lo que he pensado escribir este mes de este concepto tan de moda llamado resiliencia. En un primer momento la palabra hacía alusión a una propiedad física que designa la capacidad de cualquier material para recuperar su forma inicial a después de que se ejerce una fuerza que lo deforma. Con el tiempo su significado se trasladó al campo de la psicología, para definir como hace la RAE la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas, incorporándose además la característica de salir reforzado de esta situación.
Además de la llegada de Septiembre, mi inspiración ha surgido gracias a unas notas que causalmente han vuelto a mis manos de una conferencia de la gran Patricia Ramírez a la que asistí justo hace ahora seis años. El título no podía ser más inspirador: “Tu actitud decide. Caerse está permitido, rendirse no”. Siendo fiel a sus consejos, ahora que hay mucha gente por los suelos, nuestra actitud nos debe llevar a seguir adelante, sin opción a rendirnos. Como dice también mi amigo Ramón Arroyo (en cuya historia real está basada la película “Cien metros”) rendirse no es una opción. Por si no fuese suficiente, hace pocos días tuve la ocasión de ver en televisión el documental “Samanta y la vida de Irene Villa” de Samanta Villar. No me quedaba la menor duda de que tocaba hablar de resiliencia.
Patricia definía la resiliencia de forma más gráfica, diciendo que ser resiliente es ser feliz a pesar de las circunstancias. Nos dejaba también una frase de Victor Frankl para no olvidar: “el hombre que se levanta es aún más fuerte que el que no ha caído”.
Algunos de los consejos para incrementar nuestra resiliencia, muchos de ellos inspirados y extraídos de aquella conferencia de Patricia son los siguientes:
1) Acepta la parte injusta de la vida. La vida por definición es una sucesión de cosas buenas y malas. No es cuestión de merecerlas o no. Pasan y punto. Esto implica poner nuestro foco y nuestras energías en aquello que podemos controlar. Para todo aquello que escapa a nuestro control, la única opción saludable es la aceptación. Por ello debemos también aceptar el fracaso como parte inevitable de la vida y como inmejorable forma de aprendizaje. En el enlace siguiente os dejo un vídeo con algunos “fracasados” conocidos por todos. Su título es “If you never failed, you never live…” Así que ya sabemos, si queremos vivir no nos queda otra que fracasar.https://www.youtube.com/watch?v=q6CaHJwsSE4
2) Reconoce tus puntos fuertes. Tenemos que ser especialmente honestos con nosotros mismos, valorando nuestros recursos internos. Tenemos que buscar la aprobación en nuestro interior, sin esperarla del exterior. Somos nuestros jueces más crueles, y sin reconocimiento de nuestras fortalezas se nos hará complicado seguir adelante. En este “mandamiento” nos regaló un espectacular video de un genial trabajador de un parking, especialista en validaciones.https://www.youtube.com/watch?v=Aks0bco7IQQ
3) Obsérvate con potencial. No es lo que eres ahora, sino lo que puedes llegar a ser. El cerebro tiene plasticidad hasta el último momento, por lo que debería ser una obligación para nosotros explotar nuestro talento, buscando aquello que nos apasiona.
4) Los problemas son misterios a resolver, no obstáculos para paralizarnos. Rumiar y darle vuelta a las cosas es el problema, no la solución. Tenemos que ser creativos, nos cuesta encontrar soluciones porque estamos acostumbrados a pensar siempre en la misma dirección. Tenemos que empujarnos constantemente al exterior de nuestra zona de confort. Podríamos decir que la incertidumbre, algo muy habitual en estos días y que ha venido para quedarse, es el paso necesario para creer y alcanzar nuestros objetivos.5) Pon un ritmo diferente a tu vida. Busca el estado de “Flow”. Para fluir hay que hacer las cosas por el propio motivo de hacerlas. Todo esto se resume en dos sencillas palabras, aquí y ahora, las bases del “mindfulness”, una corriente que debería ser de obligado aprendizaje en las escuelas. Es pasar del “nowhere” al “now & here”. “El guerrero pacífico”, una película de la que ha he hablado en ocasiones anteriores, es la mejor muestra de esto. A continuación el trailer.
https://www.youtube.com/watch?v=FY-zRvBnnjk
6) Observa la vida de forma positiva. Todo lo que hacemos, decimos o pensamos tiene un efecto boomerang. Es la teoría del karma, según los budistas. O como dice nuestro sabio refranero, quien siembra vientos, recoge tempestades. En palabras de mi amigo Alonso Pulido, si siembras pepinos, recolectarás pepinos. Si quieres tomates, tienes que sembrar tomates. De cara a tener una visión positiva es importante conocer que el cerebro no conoce el significado de la palabra no. Si le decimos que no queremos algo (enfermedad, pérdida de trabajo, problemas en la relación…) el cerebro obviará el “no” y se quedará con lo que estamos intentando evitar. Basta que no queramos pensar en algo, para que se potencie (el típico ejemplo del elefante rosa). La estrategia para cambiar el pensamiento no es intentar controlar el pensamiento, sino cambiar el foco. Por si no ha quedado claro, el video de esta preciosidad que nos da un máster en optimismo sólo en cuarenta y siete segundoshttps://www.youtube.com/watch?v=z6Rs9zUM13Q
7) Cree en la buena suerte. Hay que estar permanentemente alerta a las nuevas oportunidades, generándolas incluso si hiciese falta. La diferencia entre un suertudo y un gafe está en el foco, que se orienta hacia el éxito en los primeros. Todos tenemos una capacidad ilimitada para recibir estímulos, pero selectiva para enfocarnos. En nuestra decisión del enfoque está el truco. Como nuestro cerebro sólo puede mantener la atención en una cosa a la vez, si nos enfocamos en cosas positivas encontraremos más resultados positivos. Como evidencia de esta particularidad de nuestro cerebro el característico el vídeo sobre contar los pases de la pelota de baloncesto que dan los jugadores con camiseta blanca, y que casi todos habréis visto. Por si es nuevo para alguien, o por si no lo recordáis, ahí va.https://www.youtube.com/watch?v=PbVYH8FCLvo
8) Sé flexible ante los cambios. Como decía un buen amigo mío, si hay algo que nunca cambia, es que todo cambia siempre. Y para los que tuviesen dudas, la situación actual se ha encargado de recordárnoslo con mayúsculas. Para ser resiliente no queda otra que adaptarnos al cambio. Si nos anclamos en nuestro inmovilismo y poca apertura de mente, el cambio (y con él la adversidad que muchas veces suele acompañarlo) nos pasará por encima como una apisonadora.9) Utiliza el sentido del humor. Decían en el Guerrero Pacífico (la película de la que hablaba antes) que la vida se podía definir como paradoja, humor y cambio. De las constantes paradojas de la vida hablaremos otro día, del cambio ya hemos dicho algo en el punto anterior. En cuanto al humor, el consejo que le da el Maestro al protagonista es el siguiente: “No pierdas el sentido del humor. Te dará una fuerza colosal. A pesar de las adversidades que te acechen, aunque la vida esté patas arriba ahora mismo, sonreír te permitirá abrazar una fortaleza y resistencia que tienes, pero que en ocasiones crees haber perdido.” Volveremos al poder de la sonrisa al final del artículo, donde citaré a dos Maestros de la resiliencia a quien tengo la suerte de conocer muy bien.
10) Nunca te rindas. En la voluntad y en la perseverancia radica el éxito. No rendirse es una de las claves ineludibles en la consecución de los logros y en la superación de las adversidades. Escuché una vez a Fernando Torres, uno de los jugadores de mayor nivel que ha dado nuestro fútbol en los últimos tiempos que no rendirse era lo que realmente marcaba la diferencia. Decía que desde que comenzó a jugar en categorías inferiores había coincidido con cientos, quizás con miles de compañeros. La diferencia entre los pocos elegidos que habían llegado y los que se quedaron por el camino radica en que los primeros no se rindieron jamás. Posiblemente en el segundo grupo había jugadores de mayor calidad, pero que un día decidieron bajar los brazos. Pase lo que pase, no tires la toalla nunca. Sécate el sudor con ella y utilízala de forma creativa. Así que si alguna vez piensas hacerlo, búscate un compañero y haz algo parecido a lo que hacen estos dos fenómenos (y de paso reforzamos el punto anterior del sentido del humor)
https://www.youtube.com/watch?v=Ioh7t9gMw4I
Como adelantaba, tengo la suerte de conocer muchas personas resilientes, verdaderos Maestros de la vida que nos dan auténticas lecciones de cómo sobreponerse a los golpes de la vida. Y nos enseñan con sus acciones, con su ejemplo, que creo que es la mejor forma de enseñar. Así que para cerrar os hablaré de dos grandes amigos, a quien muchos ya tenéis la suerte de conocer: Raquel y Cristian, Cristian y Raquel.
Conocí a Raquel gracias al mundo del deporte. Raquel Domínguez es sin duda una de las mejores deportistas que conozco, y también una de las mejores personas. Actriz de doblaje, tiene una voz mágica que sólo puede nacer de una sonrisa como la suya. Porque Raquel es, ante todo una sonrisa. Y ese gesto que la define y lleva por bandera surge a pesar de que la vida no fue precisamente amable con ella. O sí, según dice ella. A los nueve años la vida le regaló una “Artorescapulectomía Bilateral” que básicamente significa que sus omóplatos se van desintegrando poco a poco, por lo que tienen que atornillárselos para que se mantengan sujetos a sus hombros con placas y tornillos. Tras más de 23 (el número mágico de Jordan) operaciones se define a sí misma como apasionada, positiva, y muy afortunada. ¿Algo más que decir sobre ella? Complicado ¿no? Bueno también podría decir que en natación ha sido siete veces campeona de España en los 50m mariposa, seis veces en los 200m estilos, campeona de Andalucía en marcha, tres veces campeona en los 100m y 200m lisos, campeona del mundo 2016 y de Europa 2017 en duatlón, y campeona de España en triatlón. Además hace maratones, medias maratones y ultra distancias. Yo he sido uno de los pocos agraciados en esta vida de poder haber compartido con ella un medio Ironman: dos kilómetros nadando (sí, nadando), noventa kilómetros en bicicleta (con una bici especial adaptada que es un auténtico freno contra el viento) y veintiún kilómetros corriendo. En mi vida olvidaré esa experiencia, que puedo decir que se quedó grabada en lo más profundo de mi corazón. Por si queréis conocer algo más de ella os dejo un enlace de la presentación que hace en la página de la Fundación Adecco para la que trabaja.
https://fundacionadecco.org/raquel-dominguez/
A Cristian González también tuve la suerte de conocerlo a través del deporte. Después de varias casualidades (o causalidades) llegué a participar como impulsor en una carrera con chavales con diversidad funcional que promovía una asociación llamada Carros de Fuego. Fue en una prueba de 10K del circuito de Sevilla del IMD. Jamás olvidaré ese día. Fue la carrera del Parque de María Luisa, en el mes de Abril de 2017 y allí fue asignado al equipo de un chaval de unos ojos azules increíbles llamado Cristian, que además por si fuera poco, tenía la misma edad de mi hijo Pablo.
Ese día quedé inoculado por el veneno de Los Carros, ése que hace que desde ese momento te cueste trabajo correr sin un carro entre tus dedos. Para el que no nos conozca se piensa que somos los impulsores (los que empujamos los carros) los que llevamos a los capitanes, pero la realidad es diametralmente opuesta, son ellos los que nos llevan a nosotros.
De Cristian también podría escribir un libro. Además de haber podido compartir con él carreras populares, maratones, medios maratones y otras aventuras varias, me tocó la lotería el día en que resultamos agraciados por la generosidad de la Asociación y aceptamos la invitación de la Maskmororun de la Orotava (Tenerife) para disputar los 8k de esta bella localidad tinerfeña.
Durante los días que estuvimos juntos pude comprobar no sólo la resiliencia de Cristian, que le rebosa por todos los lados, sino la de sus padres. Ana y Feli, Feli y Ana son parte importante e imprescindible del secreto de Cristian. De todos los momentos que he vivido junto a él nunca olvidaré ir casi arrastrando la barbilla por una interminable cuesta, a duras penas consiguiendo que el carro no rodase hacia atrás cuesta bajo, y escuchar su voz por encima de la algarabía de fondo animándome y diciéndome que era un crack. ¿Un crack yo? Perdona, él es un crack. Un auténtico súper crack. También os dejo un enlace con una entrevista que le hicieron en 2019, cuando fue escogido como una de las “luces que iluminaba” la Carrera Nocturna de Sevilla, y también el enlace a la página de la asociación Carros de Fuego, donde todos sus capitanes son auténticos doctores “cum laude” en resiliencia.
Perdonad por la extensión de la publicación de este mes pero creo que el tema lo requería. Espero que podáis superar con éxito la adversidad de esta larga lectura y salgáis fortalecidos.
No puedo finalizar sin dar las gracias especiales a Patricia, inspiradora directa del post y todo un ejemplo a la hora de enseñar resiliencia, como hizo con el penúltimo ascenso a Primera del Betis en 2011. Haber enseñado al equipo a superar la adversidad del descenso, y a salir reforzados de ello es un aclara evidencia que además le proporciona gran parte de responsabilidad directa en este éxito. Muchísimas gracias de todo corazón. Aprovechando su definición, seamos resilientes y seamos felices a pesar de las circunstancias.