”Sólo un exceso es recomendable en el mundo: el exceso de gratitud.” (Jean de la Bruyère) Gracias, gracias, gracias.
Ya he citado en varias ocasiones a Anxo Pérez, quien en uno de sus principios de “Los 88 peldaños del éxito” afirmaba que cuando conseguimos algo no es el momento de vanagloriarnos y recrearnos en lo grandes que somos (entre otras cosas porque somos mucho más pequeños de lo que nos creemos), sino de mirar hacia atrás y de dar las gracias a todos los que nos han ayudado a conseguirlo.
Hoy, tras haber conseguido otro de mis retos deportivo-solidarios, quiero fundamentalmente dar las gracias a todos los que de una u otra forma habéis formado parte imprescindible de él. #CorazonesConMagia no hubiese sido posible sin vuestra inestimable ayuda.
Por cuestiones de cercanía empezaré por mi familia, con las que comparto techo cuando llega la hora de dormir (con excepciones últimamente, porque los niños se hacen mayores y se aficionan a dormir fuera). La principal beneficiaria de mis agradecimientos es mi mujer, María, la que siempre está ahí a pesar de que ni comparta ni le gusten estas locuras (aunque las respeta) y sin la que nada de esto sería posible. Es la sufridora de mis ausencias en los entrenamientos (imagino) y la que siempre me espera de vuelta de entrenamientos y competiciones. Es la verdadera Ironwoman, porque reconozco que no debe ser nada fácil convivir con un personaje como yo. Además de ella, mis hijos Pablo y Daniela tienen su gran parte de responsabilidad. Son la mejor motivación para intentar ser cada día un poquito mejor, porque creo que el ejemplo es la mejor forma de educar y todavía confío en dejar unos mejores hijos al mundo, en lugar de un mundo mejor para mis hijos. Su fotografía en los acoples de la bici siempre me acompaña durante todos mis kilómetros sobre las dos ruedas. Gracias infinitas para los tres.
Hablando de motivaciones, no puedo pasar por alto la Fundación Olivares, verdadera impulsora de este reto y la que evidencia el por qué que deja en un segundo plano al qué y al cómo. Poco se puede decir de una organización cuyos valores son Alma, Magia y Corazón, y cuya misión es conseguir que los niños de cáncer sigan siendo niños. Me han dado tanto, me siguen dando tanto y estoy seguro de que lo seguirán haciendo que toda ayuda que les preste es poca. Fue una de sus voluntarias la que me dijo una vez que cuando ayudamos a los demás recibimos muchísimo más de lo que damos, mostrándome uno de los secretos más importantes de esta vida. Gracias a la Fundación, a su presidente, a sus trabajadores, voluntarios, y a sus niños y familiares, pero sobre todo a sus niños. Sus sonrisas son las que iluminan el oscuro camino que pinta el cáncer infantil. A todos ellos, infinitas gracias.
En esta publicación una parte importante de los agradecimientos debe ir a todos los que se han convertido en un corazón y han aportado su generosa donación y su mensaje para formar parte de esta infinita cadena de corazones. Una de las verdaderas enseñanzas y ganancias de estos retos solidarios es sentir como la gente se compromete con las causas. Creo sinceramente que en el mundo hay un mayor porcentaje de buenas personas de las que creemos, pero eso no es lo que nos cuentan. Si los medios de comunicación difundiesen las buenas noticias con la misma intensidad que hacen con las malas, posiblemente el efecto contagio haría de este mundo un lugar un poco mejor. Por eso, y aunque soy consciente de que me quedo corto, unas inmensas gracias para todos y cada uno de vosotros.
Para este reto, como comenté con Javier Periáñez en su programa de Radio “Lánzate a la vida” sobre el que volveré posteriormente, he dado un paso más en mi nivel de poca vergüenza a la hora de solicitar la colaboración de los demás y he decidido pedir ayuda no sólo a particulares (quienes al final han sido los últimos colaboradores) sino también a empresas. Esto me ha permitido multiplicar el alcance del reto y llegar a muchísima más gente. Por orden de incorporación y colocación de la hucha en sus instalaciones, tengo que dar las gracias especialmente a estas empresas y a todas las personas que forman parte de estas organizaciones, que son las que realmente han dado el paso: La Croqueta del Abuelo, Barnizados García e Hijos, Estudio Jurídico Rey Abogados, Verti’C Bistro Bar, Club Tecnológico Tixe, Andaluza de Marquetería (con dobles gracias por haber sido también el patrocinador de este espectacular mono que he llevado el día de la competición), Be Beyond, MacFly – Plastinsa, Moto Club Pitos Locos de Bellavista y Deportes Jovimar (con su original campaña de camisetas solidarias). Todos ellos han hecho posible con sus generosas aportaciones que los niños enfermos de cáncer sigan siendo niños y sobre todo han contribuido a dar difusión a la encomiable labor de la Fundación Olivares, que a buen seguro es de sobra ya conocida en todos sus entornos.
Dándole continuidad al punto anterior, tengo también que dar las gracias a todos mis contactos y amigos que han dado difusión al reto. Todos aquellos que habéis reaccionado a algunas de mis innumerables publicaciones en redes sociales (Facebook, Instagram, Twitter, LinkedIn) y las habéis compartido habéis llevado a cabo una labor casi tan importante como los que habéis donado (me consta que muchos de ellos estáis en ambas categorías). Me decía una vez Andrés Olivares, presidente de la Fundación al que no estaré nunca lo suficientemente agradecido, que para ellos casi tan importante como los recursos financieros, que son los que les permiten poner en marcha las innumerables medidas que llevan a cabo es la difusión de su labor. Y además de vuestra labor de “followers” en redes, tengo que destacar especialmente la labor de las empresas anteriormente citadas que han realizado una importante labor de altavoz, y la de alguien como Javier Periáñez, el Capitán Peri, a quien ya mencioné antes. En una entrañable edición de su “Navegando por la Vida” tuve la poca vergüenza de compartir ondas radiofónicas con él y con Andrés Olivares, en un programa inicialmente pensado para hablar sobre deporte solidario pero que estos dos genios se encargaron de elevar a la categoría de lección de vida. Al final os dejo su enlace, pare los que no hayáis tenido la oportunidad de escucharlo (algo difícil si ya me conocéis, porque lo he repetido hasta la saciedad). Llegar al mayor número de gente posible y que todos sepan lo que realmente significan las palabras Alma, Magia y Corazón es otro de los importantes objetivos de esta campaña. Y me consta que muchos habéis contribuido a ello. Por ello, gracias de todo corazón.
Hablando de difusiones, tengo una mención especial de agradecimiento a mi amigo Juan Luis Muñoz Escassi, impulsor del Reto Pichón y un auténtico referente en lo de ayudar a los demás. Este año está realizando una preciosa labor recaudando fondos para ayudar a niños con piel de mariposa a través de la asociación DEBRA. Como soy un auténtico suertudo, he tenido la suerte de compartir con él una de las pruebas que ha realizado este año y en un inolvidable viaje de ida y vuelta a As Pontes en camper hemos reído, aprendido y vivido muchísimo más que la cantidad de kilómetros que nos hemos metido entre pecho y espalda. Gracias por ser como eres, por tu generosa ayuda a los demás y por ser fuente de inspiración y motivación para tantos, entre los que tengo el lujo de incluirme.
Por último, y no por ello menos importante, no podía dejar pasar la oportunidad de agradecer a la oportunidad que la organización del Northwest Triman me ha brindado. Su actitud de colaboración desde el primer momento ha sido ejemplar, y han contribuido incluso a la difusión del reto en redes sociales. Aunque el protocolo Covid dificultaba que pudiese salir en último lugar para llevar a cabo mi reto, mi edad me ha colocado muy cerca de esa posición. Habéis robado una parte de mi corazón. Espero repetir en esta prueba muchas veces, porque definitivamente tenéis alma, magia y corazón, que es lo que verdaderamente importa.
Aprovecho la subida de este post para volver a brindar a todos sus lectores la posibilidad de convertiros en un corazón en el caso de que aún no lo hayáis hecho. Os dejo a continuación el enlace a la página de la Fundación Olivares desde donde podréis realizar una donación de un euro y dejar vuestro mensaje en ese corazón que formará parte de la cadena de corazones más larga del mundo.
https://www.fundacionolivares.org/record-corazones/
No puedo finalizar sin citar una frase que leí una vez y que dice algo así como que mucha gente, haciendo muchas cosas pequeñas, contribuye a que se haga algo grande. Por ello, por todo eso tan grande que habéis hecho, a todos vosotros, y este mes más que nunca, gracias, gracias, gracias…
p.s. Enlace del programa de radio “Navegando por la Vida” con Capitán Peri y Andrés Olivares, presidente de Fundación Olivares.
https://ondacapital.es/programas/navegando-por-la-vida/ (2 de Junio)
https://www.ivoox.com/navegando-vida-deporte-solidaridad-consciencia-audios-mp3_rf_70916509_1.html