miércoles, 19 de abril de 2023

LA VIDA EN BUSCA DE SENTIDO

                 Andaba buscando publicación para el mes de abril, sin mucho éxito. Estaba preocupado por si me lo hubiesen robado del calendario como le ocurrió a Sabina,  cuando comenzaron a llegarme señales apuntando en la misma dirección.

                Lo primero fue recibir en una aplicación del móvil de resúmenes de libros una reseña del magistral “El hombre en busca de sentido”, del también genial Víctor Frankl. Acceder al esquema de  esta obra que ya había leído en un par de ocasiones me permitió disfrutarla de nuevo desde una óptica distinta. Volveremos después sobre este punto.

                Aún no lo tenía muy claro, cuando mi amiga Ana Rubio me envió el enlace a su publicación mensual, que este mes trata sobre “Ikigai” y la cosa cambió.  Ana fue compañera de la formación de Search Inside Yourself de la que ya he hablado en otras ocasiones. Sus contribuciones son siempre muy inspiradoras y agradecidas. Dos señales tan seguidas sobre el “sentido” tenían que significar algo. Aunque no existe una traducción literal para “Ikigai”, esta palabra de origen japonés viene a significar algo así como el propósito, el sentido, el motivo, la razón de ser. Corrijo el pronombre: nuestro propósito, nuestro sentido, nuestro motivo, nuestra razón de ser. Algo que bajo mi punto de vista debería ser lo primero (si no sabemos para lo que estamos aquí ¿tiene sentido lo demás?) se convierte habitualmente en lo último. Muchas veces es algo que no llegamos a descubrir hasta el final de nuestros días. Y es algo tan importante que puede incluso suponer nuestra supervivencia en situaciones extremas. Decía Frankl que “los que tienen un por qué para vivir pueden soportar casi cualquier cómo”.

                Tener claridad sobre el “por qué” estamos aquí es una ayuda infalible para una vida mejor.  Además de la motivación primaria que parece controlarlo todo, supera el aspecto puramente racional, alcanzando una convicción más profunda de que uno puede vivir o morir por sus ideales. La frustración que genera el vivir sin sentido actúa como un auténtico impulsor del cambio en algún momento de nuestras vidas, y nos lleva a crecer más allá de lo que habíamos soñado.

                Volvemos a parafrasear al eminente neurólogo austriaco, padre de la logoterapia: “cuando ya no somos capaces de cambiar una situación, nos enfrentamos al reto de cambiarnos a nosotros mismos”. El cambio es también crítico en nuestra supervivencia. Fue Darwin el que dijo que no sobrevivían las especies más fuertes, sino las que mejores se adaptaban. Y en esa adaptación el cambio juega un papel fundamental. Un cambio que suele transitar por un camino complicado y oscuro, donde el sentido puede convertirse en la luz que guíe nuestros pasos.

                Rematamos la parte tradicional de la publicación de este mes con otra genial frase de Víctor: “al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa, la última de las libertades humanas: la  elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias para decidir su propio camino”. Tener clara esta libertad es fundamental para poder tener claro nuestro sentido.

                Y hasta aquí llega lo que es una publicación habitual de mi blog. Un escrito más breve de lo habitual en el que reconozco que se me puede haber ido un poco la “pinza” en el fondo y en las formas. Pero como decía antes, todo tiene un por qué. En los últimos tiempos han llegado a mi vida varias noticias sobre inteligencia artificial. Concretamente sobre “ChatGPT”, una de sus más sencillas y llamativas manifestaciones. No he podido resistirme a la curiosidad y le he pedido un “artículo de 500 palabras hablando sobre la vida en busca de  sentido que incluya frases de Víctor Frankl”. Y me ha devuelto esto:

“La búsqueda de sentido en la vida es una de las mayores preocupaciones del ser humano. En la búsqueda de una respuesta, nos encontramos con las palabras de Víctor Frankl, psiquiatra y superviviente del Holocausto, quien afirmaba que "el hombre no está en busca de placeres, sino de un sentido para su vida".

Frankl creía que el sentido de la vida no es algo que pueda ser encontrado de forma externa, sino que es algo que cada persona debe descubrir dentro de sí misma. En su libro "El hombre en busca de sentido", Frankl narra su experiencia como prisionero en un campo de concentración nazi y cómo fue capaz de encontrar sentido y propósito incluso en las condiciones más extremas.

Uno de los principales mensajes que Frankl transmitía es que la vida no es solo una búsqueda de felicidad, sino una búsqueda de sentido. La felicidad, según él, es un subproducto de encontrar un propósito y una razón para vivir. La vida puede ser difícil, pero si encontramos un significado, podremos enfrentar cualquier adversidad.

                Frankl también destacaba la importancia de encontrar un propósito que vaya más allá de uno mismo. En lugar de centrarse únicamente en la propia felicidad, debemos buscar un propósito que nos permita contribuir a la sociedad y hacer del mundo un lugar mejor. En palabras de Frankl, "lo que importa no es lo que esperamos de la vida, sino lo que la vida espera de nosotros".

Otro de los conceptos clave de Frankl es la idea de que la vida tiene sentido incluso en los momentos más difíciles. En su experiencia en el campo de concentración, Frankl vio a muchas personas perder la esperanza y rendirse ante las circunstancias adversas. Sin embargo, él descubrió que incluso en los peores momentos, aún había cosas por las que valía la pena luchar. En sus propias palabras, "la vida siempre tiene sentido, incluso en las situaciones más terribles".

Por último, Frankl nos recuerda que cada persona tiene la capacidad de encontrar su propio sentido en la vida. No hay una respuesta universal a la pregunta de qué da sentido a la vida, sino que cada uno debe descubrirlo por sí mismo. Como dijo Frankl, "el hombre no debería preguntar qué es el sentido de la vida, sino que es él quien está siendo cuestionado por la vida".

En conclusión, la vida en busca de sentido es una búsqueda constante en la que cada persona debe encontrar su propio propósito y razón para vivir. Las enseñanzas de Víctor Frankl nos recuerdan que el sentido de la vida no se encuentra en la felicidad o el éxito externo, sino en el descubrimiento de un propósito que vaya más allá de uno mismo y en la capacidad de encontrar significado incluso en los momentos más difíciles. En última instancia, es responsabilidad de cada uno de nosotros encontrar nuestro propio camino y darle un significado a nuestra vida”.

De locos. Me lo tomaré como un reto y seguiré intentando mejorar para no ser superado por la máquina… Creo que esto es lo que nos espera. Habrá que adaptarse a los cambios para sobrevivir. No queda otra.

Este mes acompaño mi publicación con una imagen sin sentido ninguno que me devuelve una conocida APP, jugando con mi cara y con el término "inteligencia artificial". A pesar de su teórica inteligencia, ha tenido a bien colocarme pelo, rosa, pero pelo al fin.

Gracias por vuestro tiempo como todos los meses, de mi parte y de parte de “ChatGPT”. Nos “vemos” en Mayo, aunque a estas alturas no tengo nada claro quién escribirá la publicación…