martes, 16 de enero de 2024

DE CIEN A CERO. ATÁNDOME LOS CORDONES ANTES DE SALIR A CORRER.

             Nuevo mes, nuevo año y casi nueva vida en este 2024 que comienza a despertar. Después de las dos últimas publicaciones “trending topic” de Diciembre de 2023, tengo el listón bastante alto para al menos mantener el nivel, pero soy un tío de retos.

Tenía bastantes temas en plena ebullición en mi cabeza, por lo que he necesitado pararme y enfocarme en uno de ellos para comenzar a escribir. Quizás ésta haya sido la primera lección de este año (aunque ya comencé a aprenderla a finales del pasado), la de la necesidad de aplicar foco. A pesar de que soy bastante activo, uno de mis principales aprendizajes en este escaso mes en mi nueva actividad, es la importancia de enfocarme en lo que hacemos. Vuelta a la conciencia plena y al mindfulness, que había dejado un poco de lado cuando realmente más lo necesitaba. Cuando comas, come; cuando bebas, bebe y cuando respires respira que decía mi recordado Maestro de Tai Chi Chuan.

Y hablando de velocidades, aceleraciones y focos, he visto interesante utilizar estas variables como metáfora de mi cambio profesional, del que ya hablé en mis últimas publicaciones con ocasión de mi despedida. Para darle un poco de forma, es como abrir el nuevo capítulo de publicaciones una vez cerrado el anterior.

El “Rimac C_Two” es ahora mismo el vehículo más explosivo del mundo, capaz de pasar de cero a cien kilómetros por hora tan sólo en 1.85 segundos, siendo además el coche eléctrico más rápido del mundo. Haciendo uso de esta metáfora, y considerando las facturaciones de mi anterior empresa y la de la actual, podría decir que pasé de cien (millones de euros) a cero de un día para otro. Literalmente además, porque no me tomé ni un día de descanso entre la despedida y la bienvenida. Pensaba seguir con mi velocidad de cien kilómetros por hora (o más) para no bajar el ritmo lo más mínimo, pero lo primero que aprendí es que había que parar para después ir más rápido. Este parar ahora para correr después me recuerda a un chiste que solía contar de joven. Como el mes pasado no recibí ninguna censura importante sobre mi decisión de incluir chistes en mi publicación mensual he decidido venirme arriba y repetir. De todas formas admito críticas, sugerencias e incluso órdenes llegado el caso… Vamos a ello.

Dos jóvenes (podrían ser emprendedores perfectamente) viajaban en una avioneta sobrevolando la sabana africana. Por un fallo mecánico, la avioneta se desploma en plena explanada, falleciendo el piloto en el acto. Tras comprobar que ellos dos estaban relativamente  bien, por una de las ventanillas pueden ver como una manada de leones se acerca sigilosamente a ellos, posiblemente preguntándose si ese amasijo de hierros aloja alimento en su interior. Ante esta visión, el viajero más joven y con más ímpetu se dirige hacia la puerta de la avioneta para tomar conciencia de la situación. Al girar la vista atrás, comprueba que su compañero se está atando tranquilamente los cordones de los zapatos.

-        ¿Pero qué haces? ¿Ahora te vas a poner a amarrarte los cordones?

-        Tengo que asegurarme que no se me van a soltar. Voy a tener que correr rápido…

-        ¿Y crees que así vas a poder correr más rápido que los leones?

-        Más rápido que ellos no, tengo que correr más rápido que tú…

Este testimonio humorístico (al menos esa era la intención) demuestra la importancia de pararse antes de comenzar. En ello estoy. Después de mucho tiempo (quizás demasiado) corriendo sin parar me ha llegado el momento de pararme y atarme bien los cordones, aunque los que compartís experiencias deportivas conmigo sabéis que mis zapatillas desigualmente coloreadas siempre llevan lazos elásticos. Paradójicamente ahora que más necesito correr y en un sector donde la velocidad es clave es cuando necesito pararme. Pero ¿qué es la vida? Además de paradoja (como la que acabo de citar), humor (como el que intenté usar con el chiste anterior), es cambio. Ya sabéis por otras publicaciones de la importancia del cambio y de esta definición de la vida con las tres patas (paradoja, humor y cambio) que tantas veces he mencionado gracias a El Guerrero Pacífico, una de mis novelas y películas favoritas. Cuando pasas de cien a cero te das cuenta de dónde estás (aquí) y cuándo estás (ahora). Lo demás es secundario.

Espero atarme los cordones lo suficientemente bien y escoger la dirección correcta. Al menos, si me pilla el león tengo muy claro que la responsabilidad será mía.

Y ahora, sin olvidar que estamos en pleno Carnaval este año bisiesto en el que todo se adelanta, cerraré con una imagen que los amantes de esta manifestación artística y cultural seguro que entienden. Es una foto que tiene casi treinta y dos años, y está tomada en el interior del Pabellón de Fujitsu de la eternamente recordada Expo del 92. Para los amantes de la investigación, pueden ampliar la foto y comprobar que el extintor situado a mi izquierda correspondía precisamente a ese pabellón. Como diría el Selu: “Yo, como entiendo una “mijita” del “Metaverso”, porque me he “llevao” 30 años usando gafas de realidad virtual…”

Gracias por vuestro tiempo como siempre. Hasta el mes de Febrero, el mes del Carnaval por excelencia.