Cerramos el año en el blog con un
merecido agradecimiento en primer lugar a todos
los que habéis invertido parte de vuestro preciado tiempo en la lectura de alguna de
sus publicaciones, incluso en todas para los muy fans. Esta última entrada será
un resumen homenaje a las once anteriores. Hace ahora un año, con el 2018
recién nacido, decidí realizar al menos una reflexión mensual para compartir
con el que quisiera leerlas. Doce meses después, el objetivo se ha cumplido.
Espero repetir para este próximo 2019 que está ya a punto de nacer.
Comencé el año destacando la
importancia de aprender a vivir, algo que llevo haciendo desde que nací y que
espero seguir haciendo hasta el día en que llegue mi hora de partida. Hablar de
aprendizaje es hablar de Maestros, por lo que aproveché esta entrada para agradecer
todo lo que me han dado.
En el mes de Febrero utilicé el
recurso de las frases para dar forma a mi crónica de la Maratón de Sevilla, en
la que tuve la inmensa fortuna de ser el impulsor de una capitana llamada Elena
perteneciente a la sin par familia de los Carros de Fuego. Había que
agradecerlo de alguna forma, y una entrada del blog era una de ellas.
En Marzo llegó el turno de la Felicidad,
posiblemente porque fue este mes el que cambió mi vida en 2004 con el
nacimiento de mi hijo Pablo. Con él la palabra felicidad tomó otra dimensión. Abril
también es un mes muy importante para mí. El del nacimiento de Daniela algunos
años después y el de mi boda algunos años antes. Por eso este mes hablé de la
gente, de las personas que nos cruzamos en nuestro camino y también aproveché para
darles las gracias.
En Mayo con mi cumple en el
horizonte, decidí rejuvenecer varios años y volver a ser un niño, retornar a
ese estado de inocencia y aprendizaje infinito que es (o que debería ser
siempre) la niñez. Lo importante es que la edad no la marca el DNI, creo que
como muchas otras cosas es una mera cuestión de actitud. Pero el tiempo sigue avanzando
inexorablemente, por lo que en Junio decido dedicarle el post del mes. La
teoría de la relatividad, el cuento de “El Buscador” de Bucay y la presentación
de la Comparsa “Tic tac” fueron algunos de las ideas que le dieron forma.
En el mes de mi nacimiento en
pleno verano hablé sobre la desconexión, sobre la necesidad de poner una pausa
a este frenético ritmo con el que hemos decido vivir nuestras vidas. Momentos
para disfrutar con los tuyos, para reír, para respirar, para cargar el depósito de gasolina y afilar
el hacha, porque a la vuelta había que seguir dando vueltas al circuito y
cortando árboles.
Reflexión del mes de Agosto
dedicada al miedo, uno de nuestros mayores enemigos que nos acompañan permanentemente
a lo largo y ancho de todo nuestro recorrido. Precisamente por eso deberíamos
utilizarlo como argumento para VIVIR (en mayúsculas) y no como excusa para no
hacerlo.
Septiembre es el tradicional mes
de la visita a los niños de la Fundación Andrés Olivares para la sesión de
fotos que sirve de base al calendario anual. Allí te das cuenta de lo que de
verdad importa, como la peli de Paco Arango, por lo que no encontré mejor
título para la publicación de este mes.
Octubre fue un mes intenso y
deportivamente importante. Cometí la inmensa locura de participar en una prueba
de ultradistancia en la que me “merendé” 454 kilómetros en tres días (nadando,
pedaleando y corriendo) No quería dejar pasar ese mes sin recordar todo lo
aprendido en estos tres días vividos tan intensamente y sin agradecer a todos
los que lo hicieron posible.
Noviembre también es un mes muy especial
para mí, el del cumple de mi mujer, la que tantos años lleva aguantándome. Por
eso quería que la publicación también fuese especial, y no encontré mejor forma
de hacerlo que dedicando la entrada a los niños de la Fundación Andrés
Olivares, que vestidos de héroes y heroínas dieron vida a un calendario
espectacular que no olvidaremos nunca.
En Diciembre resumo y agradezco, aunque
también me gustaría dejar constancia al menos de mi participación en un evento
(es mucho más que una prueba deportiva) Su nombre lo dice todo, Ultramarathon
de la Vida. Un homenaje a los donantes de órganos y una petición a los que aún
no lo son. No hay palabras que reflejen con justicia lo que se vive todos los
años en el Puente de la Inmaculada en Sanlúcar de Barrameda, por lo que este magistral
video producido por el genial Diego Escobedo me ha parecido una forma correcta
de hacerlo.
Y como imagen para la
publicación, un primer plano de mi carta a los Reyes, una carta que espero que
todos hayáis escrito repleta de sueños, como lo he hecho yo.
Echando la mirada atrás este blog
me ha servido, entre otras muchas cosas, para demostrar que el agradecimiento
es una de las vías que conduce a la felicidad. He dado las gracias en casi
todas las publicaciones y ahora que las he revisado, tengo que confirmar que me
siento feliz, más feliz.
Gracias de nuevo por penúltima
vez este año y espero que en este inminente 2019 todos vuestros sueños se hagan
realidad. Con vuestro esfuerzo y dedicación, pero que se hagan. Todo lo demás
se nos dará por añadidura…